De acuerdo con el reporte de Moody’s titulado «Estados Mexicanos Enfrentan Presión por Pensiones no Fondeadas de Universidades», los pasivos por pensiones de las universidades actualmente se encuentran entre 0,1% y 45,8% de los ingresos totales de los estados lo que representa una creciente preocupación crediticia para los mismos.
Además de que en promedio, los ingresos propios de las universidades son equivalentes a tan sólo el 15% de sus ingresos totales, los pasivos por pensiones no fondeados de universidades mexicanas llegan a superar el 500% de sus ingresos totales,como es el caso de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Considerando que la mayoría de las universidades ofrecen planes de beneficio definido Moody’s advierte que “los déficits de los planes de pensiones forzarán a las universidades y a los estados a pagar directamente las pensiones de los jubilados y pensionados de sus presupuestos operativos, ejerciendo presión adicional en el mediano plazo”.
A pesar de que 27 de las 33 universidades públicas mexicanas han llevado a cabo cambios a sus beneficios por pensiones a través del Fondo de Apoyo para Reformas Estructurales de las Universidades Públicas Estatales, establecido por el gobierno federal en 2002, Moody’s considera que “los esfuerzos de reforma a los esquemas de pensiones de las universidades han tenido un impacto limitado al día de hoy. Sin cambios más trascendentales, los activos de los fondos de pensiones se agotarán en el mediano plazo, ejerciendo presión financiera adicional a los estados”.