La industria española de inversión tiene sentimientos encontrados ante el nuevo marco de las pensiones. Durante el XII Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva, organizado por APD, Deloitte e Inverco, las firmas reconocieron que la última reforma realizada por el Gobierno ha sido poco ambiciosa y que frena el tercer pilar, aunque también ha generado nuevas oportunidades para el negocio de los fondos de pensiones.
Las gestoras señalan que después de un 2021 maquillado por el buen comportamiento del mercado, 2022 dibuja una senda mucho más realista en cuanto a la trayectoria de las aportaciones. Según estiman desde Inverco, en 2021 las aportaciones brutas disminuyeron cerca del 40%, en parte, como consecuencia del límite que se puso a las aportaciones a los planes de pensiones individuales.
En opinión de José Manuel Jiménez Rodríguez, director de desarrollo de negocio de Santalucía Servicios Compartidos, de cara a este año, el descenso podría ser del 15%. “Me sorprende que se haya bajado el límite de aportaciones porque es algo que no se sustenta en lo establecido en el Pacto de Toledo, donde se habla de potenciar los sistemas complementarios y no de reducir el sistema individual”, señaló durante su intervención.
Una reflexión que ya lanzó Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, durante su participación al inicio del evento. En concreto, criticó que la reforma no solo limita las aportaciones en el tercer pilar, sino que no ayuda al segundo. “Es una reforma drástica no pensada desde un punto de vista lógico: hay que potenciar el segundo pilar pero sin destruir el tercero. El calendario debería haber sido mejor, no podemos pinchar el ahorro en instrumentos del tercer pilar sin haber construido antes el segundo”, advirtió. Los datos hablan ya de una pérdida de 4.000 millones en aportaciones en el ahorro para jubilación “sin que el ahorro del segundo pilar haya canalizado un solo euro nuevo». Hay que poner en valor el sistema multipilar”, defendió.
Una dura crítica
En este sentido, Juan José Cotorruelo, director de Vida y Pensiones en Caser, añadía que “haber limitado el tercer pilar, es decir, los planes individuales, sin haber terminado de cerrar la reforma del segundo pilar es un error; y deja al ahorrador en un mal sitio”. Incluso, Javier Escribano, director general de March AM, quiso recordar que no se está yendo en la misma dirección que Europa: “Todo esto está condicionando al ahorrador. Además, hay que ver cómo encaja el desarrollo de los planes de empleo del segundo pilar en un país donde el tejido empresarial lo forman mayoritariamente las pymes”.
Por su parte, David Angulo, consejero de Dunas Capital, se refirió a ello como “la historia de un desencuentro”. En su opinión, el segundo pilar se ha quedado flojo, sobre todo porque la industria esperaba que fuera más en línea con el modelo británico. “Creo que los incentivos son insuficientes y que no exista obligatoriedad, lo considero una carencia”, añadió.
Una opinión con la que coincidió Teresa Casla, presidente y CEO de Fonditel: “Creo que la reforma se ha quedado descafeinada y cojea desde el primer momento al no ser algo obligatorio para las empresas. El impulso del segundo pilar tendría que haber sido definitivo desde su inicio. Aunque la industria está alineada con el desarrollo del segundo pilar, creo que se ha quedado corto en cuanto a las comisiones. Un 0,3% está bien para cuando tienes un volumen que te permite cierta escala, que no es el inicial. Hubiera estado bien que fueran más altas o transitorias. Las comisiones planteadas no nos van a permitir desarrollar proyectos sólidos, a largo plazo y con el foco puesto en la inversión sostenible, no al menos con la calidad que nos gustaría”.
Oportunidades: la otra cara
Pese a las carencias que ven las gestoras, no todo es negativo. “Por ejemplo, la creación de los Planes de Empleo Simplificados es una buena noticia, ya que necesitamos que productos con menos trabajas para su gestión y gobernanza. El crecimiento del segundo pilar va a requerir un esfuerzo por parte de las gestoras y las distribuidoras porque cambia la relación con el cliente”, añadía.
Para el director de Desarrollo de Negocio de Santalucía Servicios Compartidos, el contexto actual plantea la oportunidad de abordar de forma más completa y global cómo el individuo puede complementar su pensión pública. “Se puede tender a construir un mix con los fondos, los seguros y los planes, dando mayor respuesta a las necesidades de cada persona”, defendió.
Una propuesta que Casla matizó, generando un claro consenso durante este debate. En su opinión, para aprovechar esta oportunidad y la del segmento más joven de la población, “tiene que haber un mayor conocimiento sobre el ahorro complementario y el beneficio emocional que tiene”.
Por último, los participantes en este encuentro identificaron algunas tendencias de producto que refuerzan este enfoque. Por ejemplo, Angulo señaló que los productos de ciclo de vida porque “ayudan a entender la previsión social complementaria”. A lo que Escribano añadió que “una ventaja clave serán los productos que sean flexibles porque permitirá adecuarse más al entorno de mercado y al cliente”.
Por su parte, Jiménez destacó que los ETFs son uno de los productos que mejor les han funcionado. “La gestión pasiva nos ha permitido añadir valor aquellos inversores que son más sensibles al precio, y creo que eso seguirá siendo una oportunidad”, argumentó.
Antes de cerrar este debate, Escribano recogió el sentir de sus compañeros y destacó que la gran oportunidad que tienen es demostrar que de verdad el cliente está en el centro, por lo que la información y el asesoramiento tendrán un valor clave.