En recientes declaraciones, el ministro de Trabajo chileno Nicolás Monckeberg ha manifestado que está a favor de aumentar la competencia a las AFPs, no sólo en la propuesta del 4% cotización a cargo del empleador, sino también en la parte de cotización obligatoria. Su discurso es introducir una mejora en el servicio, menores comisiones y por ende, una mayor rentabilidad y mejores pensiones.
En el marco de la reforma previsional, igualmente ha mencionado que podrían aparecer nuevos jugadores como cajas de compensación, instituciones sin ánimo de lucro, compañías de seguros, bancos e incluso se ha llegado a mencionar la creación de una AFP pública.
Las reacciones a estas declaraciones no se han hecho esperar. Por un lado, la Asociación de administradoras de pensiones se muestra a favor de una mayor competencia bajo las mismas reglas de juego, pero se defiende. Desde la asociación, afirman que en el mercado de las AFPs ya existe una elevada competencia como queda demostrado por el 10% de afiliados que durante el 2017 se cambiaron de una entidad a otra. Así mismo, han declarado que el pasado existía un mayor número de instituciones y que fue la propia competencia las que las redujo a las 6 actuales.
Además, añade que un mayor número de jugadores no se traduce necesariamente en unas menores comisiones puesto que aumentan los costes de comercialización. Así pues, según estudios realizados por la asociación, en diciembre de 1994 había 22 administradoras en el país que cobraban una comisión promedio de 2,37%, hoy, con seis AFP en la industria, la comisión promedio equivale a la mitad, es decir, 1,17%.
Con respecto al aumento del 4% de la cotización por parte del empleador, la asociación ha manifestado que es insuficiente si se compara con la media de los países de la OCDE que se sitúa en el 19% pero aplaude que sea un primer paso. Desde la asociación, también señalaron que hay otros temas importantes que abordar como son; incrementar las cotizaciones de los trabajadores independientes; el problema que generan las “lagunas “ laborales y afrontar las necesidades de los jubilados de los próximos años a los que no les va a dar tiempo a beneficiarse de los efectos de la introducción de estas medidas.
Por otro lado, los posibles nuevos jugadores ya han manifestado su interés públicamente. Uno de los primeros en reaccionar, fue el gerente general de Caja 18 que manifestó su entusiasmo por esta propuesta y afirmó que estarían muy interesados en participar puesto que las pensiones forman parte de su misión.
Mas recientemente, Grupo Security, declaró tras su junta general de accionistas que estaría interesado en evaluar la posibilidad de entrar en el segmento de la cotización obligatoria. Igualmente añadió que están en condiciones de competir puesto que ya participan en el segmento de fondos de terceros voluntarios.
Actualmente los trabajadores afiliados al sistema de AFP deben cotizar un 10% de su rentas mensuales a su cuenta de capitalización individual donde se acumulan para pagar futuras pensiones. Las cotizaciones obligatorias son administradas exclusivamente por las AFP. El volumen de estas cotizaciones asciende, a fecha de cierre de mes de febrero 2018, a 221.000 millones de dólares con cerca 11,6 millones de afiliados. Estos fondos se encuentran administrados por 6 AFPs’: Habitat con una cuota de mercado del 27,5%, Provida 25%, Cuprum 19,5%, Capital 19,3% y por último Modelo, Planvital con una cuota del 5,2% y 3,4% respectivamente.
Adicionalmente existen alternativas para complementar el ahorro provisional (APV) que ofrecen beneficios tributarios. El porcentaje en Ahorro Previsional voluntario es mucho menor representando el volumen de activos gestionados sólo 5% del obligatorio (11.000 millones de dólares). Para estas cotizaciones voluntarias existe una mayor competencia y los tipos de entidades que las ofrecen son: Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) con cerca del 55 % de los activos bajo gestión; compañías de seguros con un 20%; Administradoras de Fondos Mutuos con un 15% e Intermediarios de Valores con un 10%.