Por primera vez en una década, casi todos los países desarrollados incluidos en el Índice Mundial de la Jubilación (Global Retirement Index) de Natixis Investment Managers han experimentado una mejora en la seguridad general de la jubilación con respecto al año anterior. La undécima edición del índice GRI muestra la mejora de las condiciones económicas como el principal factor que contribuye a la mejora de las condiciones de jubilación, resultado del crecimiento del empleo a medida que las economías se recuperaban tras la pandemia, las ganancias salariales y los tipos de interés más altos que han mejorado las ratios de financiación de muchos planes de pensiones.
En el índice de este año, el podio es el mismo que el de 2022: Noruega ocupa el primer puesto con una puntuación global del 83%. Suiza es segunda, con una puntuación del 82% e Islandia, tercera con un 81%. Por otra parte, Irlanda también conserva la misma clasificación que en 2022; cuarto lugar con una puntuación global del 80%. Además, Luxemburgo, Países Bajos, Australia, Nueva Zelanda y Dinamarca se mantienen entre los diez primeros también este año, con los puestos quinto, sexto, séptimo, octavo y décimo, respectivamente. Sin embargo, la República Checa sale de los diez primeros puestos y Alemania, con una puntuación del 76%, sustituye a Dinamarca en la novena posición. España ocupa la posición 37, un escalón más que en 2022, pero se sitúa como el peor país de la Unión Europea.
Creado en colaboración con Core Data Research, el GRI proporciona una referencia mundial que integra una amplia variedad de factores esenciales para que las personas disfruten de una jubilación sana y segura. Entre ellos se incluyen importantes factores financieros, así como consideraciones como el acceso a la atención sanitaria y su coste, las condiciones climáticas, el estado de la gobernanza y la felicidad general de la población. Las clasificaciones del GRI son relativas, no absolutas, y se basan en la suma de las de puntuaciones medias del 0% al 100% basándose en 18 medidas de rendimiento en cada uno de sus cuatro subíndices – Finanzas en la jubilación, Bienestar material, Salud y Calidad de vida – que se combinan para ofrecer una imagen global del entorno para los jubilados.
“Hay tres características que comparten todos los países que ocupan las mejores posiciones: en primer lugar, tipos de interés más altos; en segundo término, mejoras en el empleo y, por último, un claro avance medioambiental. Este último factor es clave para avanzar en el ranking de seguridad económica en la jubilación. No solo estamos todos siendo testigos de los efectos terribles del cambio climático, sino que la invasión de Ucrania ha llevado a muchos países a impulsar iniciativas de energía limpia y prácticas sostenibles”, destaca Sophie del Campo, Executive Managing Director de Natixis IM, responsable de Southern Europe, Latin America y US Offshore.
La directiva de Natixis IM también aborda la mala posición de España en el índice, que se encuentra en la posición 37 de 44 países analizados: “Los resultados constituyen una llamada de atención en toda regla para España; es el país con peores números de toda la UE. Hay lecciones importantes que extraer. Por ejemplo, los particulares deben asumir la responsabilidad para garantizar su seguridad económica para vivir una jubilación digna. Para ello, es necesario una planificación decidida de ahorro e inversión. Al mismo tiempo, las autoridades públicas deben impulsar sin demora el ahorro a largo plazo, máxime en este contexto de gran envejecimiento de la población española y su impacto sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones. Se necesitan incentivos que ayuden a canalizar la inversión hacia los vehículos que mejor se adecúan a los intereses y necesidades de los inversores”.
España, el último de la UE, lastrada por los malos datos en bienestar material
España mejora un puesto respecto a 2022, alcanzando la posición 37, lo que no le sirve para salir del último lugar de la clasificación en lo que se refiere a países europeos. España ha perdido 11 posiciones desde el puesto 26 que ocupa en 2012, cuando Natixis IM comenzó a hacer el GRI y actualmente sólo supera a China, Rusia, México, Colombia, Turquía, Brasil e India. España logra mantenerse en el top 20 en los subíndices de Salud y Calidad de Vida, pero registra malos resultados en Finanzas en la Jubilación y Bienestar material.
El mayor lastre para España se encuentra en la categoría de Bienestar material, donde el país logra una puntuación del 15%, únicamente por encima de Colombia, India y Brasil. El dato supone una caída de un puesto respecto al año anterior y las razones fundamentales de estos malos resultados estriban en la seguridad en el empleo, donde España ocupa el último puesto de los 44 países analizados; renta per cápita (puesto 29) e igualdad de ingresos (puesto 27). El país se mantiene en el top 20 en Calidad de vida y Salud y repite en la posición 31 en Finanzas en la jubilación.
Las claves de los resultados del GRI 2023
Casi todos los países desarrollados del índice mejoraron, pero sólo Portugal, España y Japón experimentaron descensos. Noruega, Suiza y Luxemburgo son las únicas naciones que se sitúan entre los diez primeros en cada uno de los cuatro subíndices.
La entrada de Alemania entre los diez primeros puestos es el resultado de mejoras significativas en los subíndices de Finanzas en la Jubilación y Bienestar Material. La República Checa, que tiene la tasa de desempleo más baja de la Unión Europea, sale de la lista de los 10 primeros países, cayendo del 10º al 18º puesto, ya que lucha por frenar la inflación impulsada por los salarios.
Suiza, segunda en el GRI general, ocupa el primer puesto en el subíndice de Finanzas en la Jubilación. Luxemburgo registra la mejora más espectacular de este grupo, con un salto de dieciséis puestos hasta el 5º, mientras que el Reino Unido salta catorce puestos hasta el 15º, tras mejorar en los indicadores de tipos de interés, presión fiscal y endeudamiento público.
Irlanda experimenta una mejora significativa en el subíndice de Bienestar, con un aumento de doce puntos porcentuales, lo que la impulsa diez puestos más arriba en la clasificación del subíndice, hasta la séptima posición.
La coyuntura económica obliga a revisar la realidad
Sin embargo, a pesar de la mejora del panorama macroeconómico y del aumento general de la seguridad en la jubilación, los datos recopilados por Natixis Investment Managers revelan que el optimismo a nivel general no se está sintiendo en la vida cotidiana de los particulares, que siguen preocupados por la jubilación.
La encuesta mundial a inversores particulares 2023 de Natixis IM, realizada a 8.550 personas con al menos 100.000 dólares en activos aptos para inversión, reveló que, si bien el 56% cree que tendrá la libertad de hacer lo que quiera cuando quiera en la jubilación, al 48% le preocupa que «hará falta un milagro» para jubilarse de forma segura, el 28% cree que no tendrá más remedio que vivir de forma frugal y el 21% piensa que tendrá que seguir trabajando.
“Venimos de una década en la que invertir era relativamente fácil, con tipos e inflación en niveles muy bajos, lo que provocaba que abundaran los rendimientos de dos dígitos en la renta variable. Eso ha llevado a muchas personas a tener expectativas de inversión muy poco realistas. Pero los episodios de fuerte inflación que hemos vivido han supuesto un brusco despertar. Los particulares empiezan ahora a darse cuenta de que, si quieren lograr sus objetivos, van a tener que elevar su nivel de ahorro. Para ello, un paso decisivo es invertir y trabajar con un asesor financiero profesional, para diseñar una cartera resistente y correctamente diversificada. Pero, en todo caso, el punto de partida pasa por fijarse objetivos realistas y aprovechar al máximo las oportunidades de ahorro que surjan, por muy lejana que pueda parecer la jubilación”, afirma Del Campo.
A pesar de la mejora de las puntuaciones del índice, existen cinco retos principales a los que se enfrenta la seguridad de la jubilación de los particulares este año y en adelante:
1.- Inflación: Aunque se reduzca, durante el último año se han aprendido lecciones sobre lo rápido y lo alto que pueden subir los precios en poco tiempo. El aumento de los precios en el día a día es el mayor temor financiero para el 73% de los jubilados y el 60% de los trabajadores. El 83% de los inversores en activo afirmaron que el reciente entorno inflacionista les recuerda lo grande que es la amenaza de la inflación para la seguridad de su jubilación, un sentimiento compartido por el 80% de los encuestados que ya se han jubilado.
2.- Tipos de interés: Los inversores de todo el mundo sitúan el aumento de los tipos de interés entre sus principales preocupaciones de inversión, pero sólo el 2% de los 8.550 inversores particulares encuestados identificaron correctamente lo que significa un entorno de tipos al alza para sus inversiones. Para los jubilados, el aumento de los tipos de interés debería ser una buena noticia, ya que crea condiciones más favorables para generar ingresos constantes con sus ahorros para la jubilación y mejora la capacidad de los bonos para proporcionar un lastre de riesgo en la construcción de carteras. Sin embargo, ya que pocos entienden lo que el aumento de los tipos significa para sus inversiones, por lo que sólo la mitad de los jubilados afirman que el aumento de los tipos les ha llevado a añadir bonos a sus carteras.
3.- Deuda pública: Tres crisis financieras en las últimas dos décadas han hecho que los responsables políticos hayan tenido que emitir niveles sustanciales de deuda pública para financiar programas de recuperación. Al 77% de los inversores que aún trabajan y al 73% de los jubilados les preocupa que los altos niveles de deuda pública de su país se traduzcan en una reducción de las prestaciones de jubilación en el futuro.
4.- Demografía: El envejecimiento de la población mundial está planteando retos a medida que una población más numerosa y de mayor edad ejerce presión sobre las nociones tradicionales de jubilación. Ya hay consecuencias visibles, como el paso de planes de pensiones de prestaciones definidas a planes de pensiones de cotizaciones definidas, a medida que los responsables políticos intentan gestionar el aumento de la demanda de apoyo financiero.
5.- Grandes expectativas y malas suposiciones: Muchas personas no son conscientes de cuánto tiempo vivirán durante su jubilación, lo que lleva a subestimar lo que se necesita para garantizar una jubilación financieramente segura. Los inversores también sobrestiman los rendimientos que obtendrán de las inversiones, asumiendo por término medio unos rendimientos de las inversiones del 12,7% por encima de la inflación a largo plazo. Esta cifra es significativamente superior al 9% por encima de la inflación que los asesores financieros globales esperan que obtengan las inversiones.
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