LarrainVial considera que los activos alternativos que podrían incorporarse a las AFPs constituyen una oportunidad y un desafío, según escribió en el blog de la firma Gabriela Cohen, Gerente de Alternativos de LarrainVial Estrategia.
La gestora considera que la Ley de Productividad de los Fondos de Pensiones busca incorporar a los activos alternativos dentro de las carteras de las AFPs. Esto le permite a las AFPs ponerse al día con los cambios en los programas de inversión que han experimentado los grandes inversionistas institucionales a nivel global, donde los activos alternativos han tomado un protagonismo importante dentro de las carteras.
Los activos alternativos pagan un premio por iliquidez y cualquier inversionista que tenga un horizonte de inversión de largo plazo (como las AFPs) y tolerancia a la iliquidez está dejando dinero sobre la mesa si no los incluye en su cartera. Además, el impacto de mejorar la rentabilidad de las AFPs en la pensión de los afiliados es muy significativo: específicamente, la Superintendencia de Pensiones estima que el aumento de un punto porcentual de rentabilidad durante la vida de un afiliado tiene un impacto aproximado del 20% en su pensión final.
Los activos alternativos mejoran la rentabilidad esperada y la relación riesgo/retorno de las carteras de las AFPs. Puntualmente, la incorporación en cartera de un activo como los alternativos que tiene distinto comportamiento al de la renta variable y la renta fija tiene el efecto positivo de desplazar la frontera eficiente de inversión. Es decir, para igual riesgo logra alcanzar mejores rentabilidades (o para igual rentabilidad asumir menos riesgo).
Al cierre del 30 de abril de 2017, las AFPs tienen 4.666 millones de dólares en inversiones en activos alternativos (capital privado, deuda privada, inmobiliarias e infraestructura), equivalente a un 2,5% del valor de los Fondos de Pensiones. La mayoría de estas inversiones son en fondos de capital privado y se canalizaron vía feeders locales (fondos de inversión públicos), porque la ley actual no contempla la posibilidad de invertir directamente en los tipos de vehículos que estas inversiones tradicionalmente ocupan, tales como los Limited Partnerships (LP) o Limited Liability Companies (LLC).
Este es uno de los puntos que se busca modificar y que mejoraría la eficiencia de la inversión, ya que se eliminaría una capa de costos adicional y, además, cada AFP podría invertir libremente los montos que desee en un fondo sin preocuparse del límite del 35% para los fondos de inversión locales (la ley actual no permite a las AFPs tener más del 35% del fondo de inversión público local, con lo cual se requiere al menos a tres AFPs grandes interesadas en invertir en un fondo de capital privado para conseguir que se pueda levantar el vehículo local y hacer la inversión).
Las modificaciones al Régimen de Inversión de los Fondos de Pensiones, entre otros, abren el objeto de inversión contemplando la inversión en vehículos de capital privado y deuda privada extranjeros, coinversión en capital privado y deuda privada en el extranjero, acciones de sociedades anónimas nacionales cerradas, mutuos hipotecarios endosables con fines no habitacionales, bienes raíces nacionales no habitacionales y bonos emitidos por fondos de inversión regulados.
Por otro lado, quedan explícitamente prohibidas las inversiones en commodities (fundamentado porque el peso chileno está muy vinculado al cobre) y hedge funds (ya que existe evidencia académica de asimetría negativa en su distribución de retornos y mayores probabilidades de eventos de pérdidas extremas). Asimismo, se propone que los activos alternativos extranjeros elegibles cuenten con la aprobación de la Comisión Clasificadora de Riesgo (CCR), que revisará y aprobará al gestor del vehículo.
La incorporación de activos alternativos en las carteras de las AFPs tiene claros beneficios, pero también viene de la mano de grandes desafíos. Los activos alternativos son los más complejos de evaluar previo a la inversión (la información no es pública ni de obvia lectura) y son los más intensivos en horas/hombre durante la vida de la inversión, producto de los llamados de capital y distribuciones, y que la información de la inversión llega en formato de reporte trimestral como documento digital, lo que incrementa la carga operativa.
Por otro lado, aquellos alternativos que tienen valorización trimestral dejan abierta una potencial transferencia de riqueza entre afiliados que se cambien de fondos o AFP, porque las valorizaciones trimestrales pueden estar desactualizadas con respecto a cuándo se realice el cambio de fondo, y también porque existe evidencia de que los gestores de fondos de capital privado (que compran empresas cerradas) tienden a mantener valorizaciones conservadoras en comparación a los precios en los que se terminan vendiendo las compañías (en general se observa un delta positivo entre el precio de venta de la compañía y el precio en el que estaba valorizada en el trimestre anterior).
Para aquellos activos alternativos que funcionan con compromiso de inversión y llamados de capital, la nueva propuesta contabiliza el monto comprometido dentro del límite de inversión. Sin embargo, en inversiones como las de capital privado, casi nunca el monto comprometido es igual al monto invertido, porque los gestores se suelen dejar un monto de reserva para llamar en caso en que alguno de los subyacentes tenga un imprevisto y necesite una inyección de capital durante la vida de la inversión. Además, las inversiones viven unos 3 o 4 años en cartera, entonces las distribuciones de las primeras inversiones suelen llegar durante el período de inversión de los fondos, disminuyendo así el capital puesto a trabajar.
Definitivamente, las modificaciones al Régimen de Inversión de las AFPs que incorporan a los activos alternativos son el paso esperado y necesario para llevar a las carteras de las AFPs a estándares internacionales y diversificarlas adecuadamente, reconociendo su verdadero horizonte de inversión. Este cambio viene de la mano de nuevos desafíos en términos de implementación, supervisión y regulación que tienen que ser revisados mirando la experiencia en otros países y de la mano de expertos en la clase de activos.