La Comisión de Economía, Banca, Finanzas e Inteligencia Financiera peruana aprobó, por mayoría, facultar el retiro de los fondos privados de pensiones para desempleados, en el contexto de la pandemia COVID-19, siempre y cuando no supere las cuatro UIT (unidades impositivas tributarias (UIT), 17.200 soles, 4,790 dólares)
Esta propuesta, tema de controversia durante semanas, fue zanjado por el titular del grupo, Anthony Novoa Cruzado (AP), quien, para evitar alargar el debate por varias sesiones más, propuso la metodología de votar por el artículo más controversial. Esto es, el primero: o se aceptaba el retiro de cuatro UIT, o se aceptaba el retiro del 100 % de los fondos individuales. La primera opción ganó por siete votos; la segunda opción obtuvo cuatro votos.
La iniciativa legislativa autoriza dicho retiro a los ex aportantes del sistema, para aquellos que no registren aportaciones ni retenciones por más de doce meses consecutivos a la fecha de vigencia de la presente ley en los fondos acumulados en su cuenta individual de capitalización (CIC).
El proyecto tiene ahora que ser aprobado en sesión plenaria por el congreso. En caso de recibir luz verde esta medida sería la tercera aprobada en Perú para usar los fondos acumulados en los fondos de pensiones para paliar los efectos económicos de la pandemia. En abril se aprobó el retiro de 2.000 soles en un primer momento que fue ampliado posteriormente hasta el 25% de los saldos acumulados, que supuso un desembolso de cerca de 25.000 millones de soles (7.015 millones de dólares) por parte de las administradoras peruanas, que representa aproximadamente un 14% del total de los activos administrados. Este nuevo retiro podría suponer una nueva salida de 15.000 millones de soles (4.210 millones de dólares) adicionales.
El Banco Central desaconseja este tipo de medidas pero, de aprobarse, deben ser acotadas
En un oficio, fechado el día de 12 octubre, y firmado por Julio Velarde, el presidente del Banco Central, la autoridad monetaria manifiesta su opinión sobre el uso de los fondos de pensiones para paliar los efectos económicos de la pandemia, y las consecuencias que tendría la aprobación de nuevas medidas. » Los fondos de pensiones deben ser concebidos como un fondo de ahorro de largo plazo y no para enfrentar problemas de liquidez», recoge el texto.
En el documento se destaca que los efectos en los mercados financieros del primer retiro fueron limitados gracias a, entre otras cosas, una mayor demanda de activos de renta fija por parte de inversores no residentes desde mayo y cuya tenencia actual se sitúa en máximos históricos. «El primer retiro de fondos de pensiones coincidió también con una coyuntura de entrada de capitales externos a la región, lo que favoreció a que se absorbiera el choque», indica el documento.
Sin embargo, se afirma que un segundo retiro presenta un mayor riesgo para los mercado financieros y merma la confianza de los inversores extranjeros en Perú. » En el primer retiro, los inversionistas pudieron interpretar que la medida era por una sola vez por la caída significativa del producto de hace unos meses. Ahora la economía se viene recuperando y un nuevo retiro se podría interpretar como un cambio de régimen que implica que el Perú estaría perdiendo una fuente de ahorro doméstico de largo plazo. Un inversionista extranjero difícilmente va adquirir un bono de un país que no puede ofrecer una base sólida de inversionistas locales».
La autoridad monetaria agrega en su oficio que, tras el primer retiro, los activos líquidos en las carteras de los fondos de pensiones se han reducido considerablemente y la incertidumbre en relación a propuestas legislativas similares ha hecho que las AFPs hayan dejado de adquirir activos de largo plazo y poco líquidos «perjudicando a los afiliados ya que se pierden oportunidades de inversión».
El documento añade además que el ritmo de entrada de los flujos de capitales extranjeros se ha ralentizado en las últimas semanas debido a la mayor incertidumbre sobre la situación fiscal de las economías emergentes y que en el caso de Perú se ve incrementado por el proceso electoral. » En nuestro caso particular, el inicio de un proceso electoral puede generar además incertidumbre en los agentes económicos que se acrecentaría por el debilitamiento de los ahorros previsionales como estabilizador de mercados financieros con el riesgo de una predisposición a la venta de bonos soberanos», añade.
» En conclusión, debemos indicar que no es recomendable la aprobación de una norma de retiro adicional de fondos de pensiones. No obstante, de ser aprobada se recomienda que estas sean lo más acotadas y espaciadas en el mayor tiempo posible», concluye el oficio.