La OCU ha realizado una encuesta para conocer cuándo, cómo y en qué condiciones acceden a la jubilación los pensionistas en España. También se ha preguntado por sus costumbres y por la calidad de vida después de la jubilación. Además, la misma encuesta se ha llevado a cabo en otros países de Europa como Bélgica, Italia y Portugal.
En España nos jubilamos de media más tarde que nuestros vecinos europeos, a los 62 años, frente a los 61 de Bélgica, los 60 de Portugal o los 56 de Italia. La edad real a la que nos jubilamos los españoles ha ido subiendo de forma paulatina durante los últimos 20 años. De los 60,5 años de media de quienes se jubilaron entre 1995-99 se ha pasado a los 63,4 de quienes lo hicieron en los dos últimos años.
Desde el punto de vista económico, la consecuencia más importante de la jubilación es la pérdida inmediata de ingresos. De media la jubilación supone un descenso del 26% de los ingresos, al pasar de un salario medio de 1.800 euros a una pensión media de 1.320 euros. Si bien al depender del salario, existen notables diferencias entre regiones, de los 1.515 euros del País Vasco a los 910 de la región de Murcia.
Uno de cada cuatro jubilados tiene su pensión como única fuente de ingresos. Otros ingresos complementarios a la pensión de cada jubilado son la pensión del cónyuge (55%), ingresos procedentes de inversiones/ahorro (depósitos, acciones, bonos) en un 26% de los casos, planes de pensiones privados (18%) o el alquiler de inmuebles (18%).
Entre los jubilados cuyo único ingreso es la pensión, un 23% declara que no les alcanza para vivir con dignidad, porcentaje que sube al 32% en la zona centro. La existencia de familiares a su cargo (17%) que uno de ellos sea enfermo crónico (11%) o el hecho de tener que seguir pagando un crédito hipotecario son las principales causas de estas estrecheces económicas.
El estado de salud y la reducción de ingresos de los jubilados afecta a su calidad de vida: uno de cada tres jubilados reconoce que su calidad empeoró tras jubilarse. Esto ocurre especialmente en aquellos jubilados que tienen ingresos más bajos y se han quedado por debajo del umbral de los 1.500 euros mensuales de pensión. Por el contrario, un 20% de los que tienen un umbral más alto de renta, dice que su calidad de vida ha aumentado.
La jubilación supone un cambio de hábitos, se practican más aquellas actividades más tranquilas y familiares como caminar, pasar tiempo con la familia o actividades culturales. Pero la falta de dinero también supone cambios importantes. Un 44% ha renunciado a la ayuda doméstica, un 40% a comprarse un coche, un 30% a realizar viajes o salir a comer fuera, por ultimo un 27% no puede ayudar a su familia como le gustaría.
Sin embargo, a pesar del gran impacto que tiene la jubilación en la economía de los ciudadanos, pocos son los que se preocupan por sus ingresos en el futuro. El 46% de los encuestados por la OCU se arrepiente de no haber preparado mejor su jubilación. Sólo el 41% preparó financieramente su jubilación. De ellos el 62% lo hizo a través de un plan de pensiones, el 28% con otros productos bancarios y el 23% complementa sus ingresos con el alquiler de inmuebles.