A lo largo de toda su vida laboral, los trabajadores autónomos tienen que enfrentarse a momentos que pueden alterar sus previsiones en el negocio o generar estrés financiero. Precisamente, la mitad (51,4%) del colectivo reconoce que no se ve preparado para hacer frente a posibles imprevistos económicos que puedan ocurrir, lo cual pone de relieve la importancia de una adecuada planificación financiera para ganar en tranquilidad.
En cuanto a los momentos que mayor estrés financiero generan en los autónomos, la pérdida de clientes es el más citado, para el 83,5% de ellos. Sin embargo, a continuación, y por un estrecho margen, la jubilación se posiciona también como una de las preocupaciones mayoritarias, como afirma un 80% de los autónomos. Cerrando el listado, se encuentran: el retraso en el pago de los clientes, mencionado por un 72,8%, el pago de la cuota de autónomos (69,1%) y la inversión inicial que tienen que realizar para emprender su negocio (65,4%).
Según José Manuel Jiménez Rodríguez, director del Instituto SANTALUCÍA, “la preocupación generalizada por cómo financiar la jubilación ha ido en aumento año tras año, pero se hace particularmente notable en el caso de este colectivo ya que la pensión media de jubilación de un trabajador autónomo es un 41,3% inferior a la pensión media de un trabajador del Régimen General. A pesar de que el nuevo paquete de medidas que ha entrado en vigor contempla aspectos como la compatibilización al 100% del trabajo con la pensión de jubilación, es fundamental la información y el asesoramiento para hacer una buena planificación financiera y poder disfrutar del nivel de vida adecuado cuando se jubilen”.
En relación a su retiro, al 92% de los autónomos les causa inquietud que sus pensiones sean más bajas en el futuro, mientras que a un 89,5% les preocupa perder calidad de vida una vez se jubilen. Del mismo modo, un porcentaje también muy significativo de este colectivo, un 85,4%, afirma estar preocupado por no poder complementar su pensión pública con ahorros por motivos económicos y un 80,7% por no cotizar lo suficiente como para cobrar a una pensión digna.
Respecto a la edad de jubilación, el estudio revela que un 79,7% de los autónomos asume que tendrá que retirarse más tarde que los asalariados; una tendencia ya consolidada actualmente ya que los datos oficiales muestran que los trabajadores por cuenta propia se jubilan de media dos años más tarde que los trabajadores por cuenta ajena. No obstante, un porcentaje mayoritario (79,1%) todavía se muestra preocupado por tener que retrasar su edad de jubilación más allá de los 67 años.
Más del 80% ha trabajado estando enfermo para no perder ingresos
Ser trabajador autónomo en España puede tener sus luces y sus sombras. De hecho, aunque el 62,8% de los autónomos asegure que le gustaría seguir trabajando por cuenta propia durante el resto de su carrera, la mayoría admite haberse visto en situaciones no deseadas para no reducir sus ganancias. Según los datos del estudio “Jubilación y Hábitos de ahorro de los españoles”, elaborado por el Instituto SANTALUCÍA, ocho de cada diez autónomos (80,9%) han trabajado estando enfermos para no perder ingresos y hasta un 75% ha trabajado estando de vacaciones. Además, un 67,4% incluso reconoce que se suele coger menos de 22 días de vacaciones cada año para no perder caja.
Precisamente, con el fin de atender algunas de las reivindicaciones históricas de los trabajadores por cuenta propia, el pasado mes de octubre, el Congreso aprobó una nueva Ley de Medidas Urgentes al Trabajo Autónomo, que contempla novedades importantes relacionadas con la conciliación, deducciones fiscales, la ampliación de la tarifa plana de 50 euros a un año, o la posibilidad de cambiar hasta cuatro veces al año la base de cotización para adecuarla a los ingresos.
En este sentido, una de las grandes demandas del colectivo es que las cotizaciones a la Seguridad Social sean progresivas en función de los ingresos reales, como afirma el 92,6% de los autónomos encuestados.