Los españoles continúan confiando su jubilación al sistema público de pensiones ya que esperan que dos tercios de sus ingresos durante el retiro procedan del Estado. Ésta es una de las principales conclusiones del Estudio de Preparación para la Jubilación 2017 que Aegon realiza en 15 países de Europa, Asia, América y Australia.
Durante la presentación en Madrid, el economista Juan Ramón Rallo ha asegurado que esto es así porque «los políticos han firmado un pacto de silencio para no decir a los ciudadanos la verdad sobre el sistema público de pensiones». En su opinión, el sistema público puede que sea sostenible en el sentido de que sí habrá pensiones en el futuro, pero éstas sufrirán un recorte del 38% en las próximas décadas. «Al limitarse al 0,25% la subida, las pensiones están congeladas desde hace cinco años y caerán un 10% más en los próximos cinco», afirma Rallo.
El estudio de Aegon revela que frente a la media global del 46%, los españoles estiman que el 65% de sus ingresos durante su jubilación provendrá del sistema público.
Analizando el resto de partidas, los españoles consideran que el 24% procederá de sus ahorros e inversiones y el 11% restante de los planes de pensiones contratados con su empresa. Esta dependencia del sistema público de pensiones es inversamente proporcional a la edad dado que se reduce notoriamente en las generaciones más jóvenes. Así, los españoles de entre 35-44 años esperan que el 64% de sus ingresos sean del Estado; en la franja de edad entre los 25-34 esta cifra se reduce al 48% mientras que los españoles más jóvenes de la muestra, de entre 18-24 años, reducen los ingresos de la administración pública al 44%, 21 puntos menos que la media nacional.
La viabilidad del sistema público de pensiones es un tema que inquieta a todas las generaciones y, así, el 52% de los encuestados reconoce estar muy preocupado, el 38% bastante preocupado y el 7% afirma estar poco o nada preocupado.
Para Jaime Kirkpatrick, consejero delegado de Aegon España, “las generaciones más jóvenes ya tienen interiorizado que no pueden relegar el bienestar de su retiro en un sistema público cuya viabilidad está en entredicho. Aunque de una forma todavía incipiente, el mensaje del ahorro y la planificación está calando en nuestra sociedad. Así, es vital que todas las generaciones traten de diversificar las fuentes de ingreso durante la jubilación para poder disfrutar de un retiro cómodo y sin sobresaltos económicos”.
España, a la cola en la preparación de la jubilación
El Índice de Preparación para la Jubilación de Aegon (ARRI, por sus siglas en inglés) mide el nivel de planificación de los ciudadanos de cara a este período, en base a seis criterios: preparación financiera, conocimientos financieros, previsión de ingresos, nivel de responsabilidad personal y grado de concienciación.
Atendiendo a este índice, España se sitúa en los últimos puestos de los 15 estados encuestados, solo por delante de Japón, lo que representa una escasa preparación para la jubilación. Así, a pesar de haber mejorado ligeramente con respecto al año pasado, España obtiene en el índice ARRI una puntuación de 5,1 sobre 10, casi un punto menos que la media internacional (5,9).
“La mejoría de España, aunque solo haya sido de una décima, es una buena señal en términos cualitativos, ya que demuestra que nos estamos concienciando, aunque sea de forma paulatina, sobre la necesidad de planificar financieramente nuestro retiro. El continuo debate sobre la viabilidad del sistema de público de pensiones y las recomendaciones de complementar la pensión pública con el ahorro privado está calando ya en los ciudadanos”, comenta Kirkpatrick.
Edad de jubilación: 65 años o antes
Pese al bajo nivel de planificación y ahorro de los españoles en comparación con la media internacional, el 63% de los encuestados espera poder retirarse a los 65 años o antes. Por su parte, un 24% de la muestra espera poder jubilarse en la franja de los 66-69 años mientras que un 10% lo pospondría a los 70 o más años.
Según Kirkpatrick, “las previsiones que los españoles tienen sobre su edad de jubilación son excesivamente optimistas y poco coherentes con su nivel de planificación financiera. A diferencia de otros países de Europa más previsores, en España muchos ciudadanos están convencidos de que podrán dejar de trabajar al alcanzar la edad ordinaria de jubilación y mantener un ritmo de vida similar al de la etapa laboral pese a no tener un nivel de ahorro suficiente”.
Un 29% de ahorradores habituales
El Estudio de Preparación para la Jubilación de Aegon clasifica a los españoles atendiendo a la periodicidad con la que ahorran y planifican financieramente su jubilación. En este sentido, el informe diferencia ahorradores habituales (aquellos que ahorran de forma continua para la jubilación), ahorradores ocasionales (lo hacen de forma esporádica), ahorradores aspiracionales (no ahorran para su jubilación pero tienen la intención de hacerlo), ahorradores en el pasado (no están ahorrando en la actualidad pero sí lo hicieron en el pasado) y no ahorradores (nunca han ahorrado ni tienen intención de hacerlo).
Solo el 29% de los españoles -frente al 39% de la media global- asegura ahorrar de forma periódica para su jubilación. El porcentaje de ahorradores habituales en 2017, aunque diez puntos menor que la media internacional, es dos puntos superior con respecto al estudio del 2016.
Por su parte, un 26% de los encuestados afirma que ahorra solo ocasionalmente y un 15% reconoce que en la actualidad no está ahorrando pero sí pudo hacerlo en el pasado. Por último, un 22% de los españoles comenta que no está ahorrando para su jubilación pero sí tiene intención de hacerlo en el futuro, mientras que el 8% restante asegura que no ahorra nada ni tiene intención de hacerlo.
En palabras de Kirkpatrick, «al igual que ir al gimnasio o comer sano, el ahorro es un hábito que hay que adquirir». En este sentido, cree que es importante que el debate cambie desde «cuando voy a cumplir los requisitos para cobrar una pensión pública a cuando voy a tener la situación financiera que me permitirá vivir con dignidad».
Más allá de los planes de pensiones
Puede que la necesidad de ahorro y previsión de cara a la jubilación esté calando poco a poco entre la población española, si bien el problema va más allá y toca de lleno a los productos financieros que permiten o facilitan ese ahorro, En concreto, los planes de pensiones cuya baja rentabilidad y elevadas comisiones no consiguen ser el instrumento elegido por los ahorradores para tal fin. En este sentido, el CEO de Aegon en España plantea la necesidad de desligar el ahorro de un producto concreto. «Hay otros instrumentos para ahorrar: vivienda o fondos de inversión que son más líquidos que los planes de pensiones. Es simplista reducir la elección a pensiones públicas o planes de pensiones», afirma.
En la misma línea, Juan Ramón Rallo matiza que «el problema de los planes de pensiones es la rentabilidad y parte de nuestro déficit de educación financiera consiste en nos conocer el amplio abanico de productos que existe en el mercado. En España apostamos, no sé por qué, por la gestión activa, pero los productos de gestión pasiva que replican índices y tienen comisiones más bajas pueden ser una buena opción».
Respecto a la intención del Gobierno de rebajar las comisiones máximas de los planes de pensiones y permitir su rescate anticipado, Rallo cree que el problema está en nuestro carácter cortoplacista con la rentabilidad. «Podemos tener la tentación de hacer reembolsos en el peor momento del mercado».
Por último, los expertos hacen hincapié en la necesidad de que le Gobierno informe a los ciudadanos con una estimación de su pensión futura tal y como se ha comprometido a hacer. «Todo ciudadano que trabaja y paga impuestos tiene derecho a saberlo y debemos exigirlo», concluye Kirkpatrick.