Los europeos jóvenes se ven más afectados que sus mayores por el legado de la crisis y los cambios tecnológicos, que merman sus posibilidades de empleo y unidos al envejecimiento del continente les abocan a un futuro de bajas pensiones, según un informe de la Comisión Europea. De acuerdo con este, la tasa de empleo en la UE es la más alta desde 2008, un 71,1% en 2016 (234 millones de personas), mientras que la de paro es la más baja desde entonces, un 7,8% en mayo de 2017.
Sin embargo, los jóvenes se benefician menos de la recuperación: la tasa de paro entre este colectivo (entre 15 y 24 años) se situó en el 18,7% en la UE en 2016, frente al 8,5% en el conjunto de la población. En España, segundo país con la tasa de paro más elevada de la Unión Europea (UE), la cota fue del 44,4% y 19,6%, respectivamente. Los jóvenes «tienden a tener más dificultades a la hora de encontrar trabajo y con más frecuencia tienen empleos atípicos y precarios, incluidos contratos temporales, lo que puede reducir su cobertura social», dice el informe.
La tasa de pobreza entre quienes tienen empleo en la UE pasó del 8,3% en 2010 al 9,5% en 2015, algo que afectó «sobre todo a los empleos temporales y a tiempo parcial, que constituyen una gran parte de las oportunidades para los jóvenes». A ello se une el cambio demográfico, ya que la Comisión Europea (CE) calcula que en 2060 por cada jubilado habrá solo dos personas trabajando, comparado con las cuatro que hay ahora.
Así, los jóvenes tendrán dos problemas: por un lado deberán pagar más para sostener un sistema con más pensionistas y, por otro, es probable que tengan prestaciones más bajas en relación con sus salarios por su entrada más tardía al mundo laboral.
Para paliar los efectos de esta brecha intergeneracional, la CE repite sus recetas a los Estados miembros, que pasan por dotar a los jóvenes de las habilidades que demanda el mercado e impulsar su entrada en el mismo, ligar la edad de jubilación a la esperanza de vida, y promover políticas que aumenten la fertilidad. La CE ha advertido a España en varias ocasiones por su alta tasa de paro juvenil y de empleo temporal, y le ha instado a fomentar la contratación indefinida.