Mucho se habla del perfil conservador del inversor español y del nuevo escenario al que se enfrenta por la baja rentabilidad que ofrecen actualmente los activos con menos riesgo. De lo que se habla menos es de si ese carácter conservador es innato o adquirido, es decir, si el inversor conservador nace o se hace.
Durante el X Encuentro de la Inversión Colectiva organizado por Inverco, Joseba Orueta, consejero delegado de Kutxabank Gestión, afirmó que el perfil conservador se hace en la mayoría de los casos y es consecuencia de «ese miedo a no querer defraudar al cliente, a que sufra pérdidas durante los episodios de volatilidad del mercado o en años malos».
Es decir, al inversor español se le convierte en conservador por miedo a perderle. O, en palabras de Antonio Fernández Vera, presidente de Renta 4 Gestora, «como el producto no funcione en el corto plazo, el riesgo es que el cliente se vaya».
El inversor español se ve, por lo tanto, empujado a contratar fondos de inversión o planes de pensiones más conservadores que le proporcionan rentabilidades más ajustadas. Sucede así en el caso de los planes de pensiones que, según los últimos datos de Inverco, registraron una rentabilidad media interanual del -0,31% en el mes de septiembre.
En este sentido, Fernández Vera, cree que las informaciones son engañosas. «Las rentabilidades de las que se habla son medias, pero si profundizamos veremos otras cifras diferentes. La rentabilidad de los 10 planes de pensiones más rentables difiere un 24% de la rentabilidad media de estos productos», afirma, a lo que añade que «hay que romper ese tabú de la baja rentabilidad del producto». Es decir, la adecuada elección del producto se sitúa entre los aspectos clave a la hora de ahorrar para la jubilación.
Pero no es lo único. Los expertos recomiendan ser constante y realizar aportaciones periódicas. «La rentabilidad está en la consistencia y en el largo plazo», afirma Orueta.
La fiscalidad, ¿cómo utilizarla a nuestro favor?
Otros de los aspectos decisivos para que un plan de pensiones sea rentable es una buena planificación fiscal, «algo que normalmente se olvida», afirma Fernández Vera. «El inversor debe planificar cómo y cuándo rescatar su plan de pensiones teniendo en cuenta que éste tributa como renta del trabajo. Si se rescata el mismo año de la jubilación y se hace en forma de capital, el tipo marginal se dispara», explica.
Sobre la posible reforma tributaria que penalice el ahorro en este producto, José Carlos Vizarraga, director general de Ibercaja Pensiones, recuerda que «hace años cuando empezamos a vender planes de pensiones decíamos que siempre iban a estar protegidos fiscalmente. Hoy esto ya no está garantizado. Son los jóvenes los que deberían protestar por la subida del IPC en las pensiones porque son ellos los que lo van a pagar».
En opinión de Alfonso Benito, director de inversiones de Dunas Capital, el problema de las pensiones es mucho más urgente que el del cambio climático. «Me da envidia ver todas las acciones que se llevan a cabo para combatir el cambio climático y lo poco que nos ocupamos en trasladar a los ciudadanos la dimensión real del problema de las pensiones».