Tomar conciencia, asumir la responsabilidad y la educación son las tres claves que plantea Sergio Míguez, economista jefe de EFPA España, para que como ciudadanos comencemos abordar el futuro de las pensiones. Comenzar a hablar de las pensiones en primera persona, pasando de “las pensiones” a “mi pensión”, es primer cambio de mentalidad que hay que hacer, según se expuso durante el seminario de planificación financiera organizada por EFPA.
“Cuando nos planteamos abordar el tema de la longevidad de las sociedades también debemos incluir el futuro de nuestras pensiones, que pasa por una buena planificación financiera”, destacó Míguez durante su intervención, en la que quiso plantear las pensiones como un binomio formado por más elementos que la Administración Pública.
En este sentido destacó que, como país, hemos de hacer algunas reformas para fortalecer tres pilares: el sistema público, las opciones del sistema de aportación en el ámbito de la empresa y en el ahorro privado. “En este último aspecto, nos referimos a una visión amplia. No limitarnos a tener un plan de pensiones, sino a valorar todos los vehículos de ahorro e inversión que hay disponibles, y que son más apropiados para cada momento vital. Creo que en este planteamiento la figura del asesor es y será fundamental”, sostiene Míguez.
Este planteamiento supone que, gracias a la educación financiera, el ahorrador tendrá una visión más amplia de cómo puede invertir y ahorrar para garantizar su jubilación, apoyado en la figura del asesor financiero. “El enfoque es un asesoramiento en soluciones de inversión y ahorro para el futuro, no buscando campañas de productos concretos. Incluso que no solo tengan deducciones los planes de pensiones, sino que haya otros productos con deducción fiscales. Igual es un pensamiento muy liberal para el contexto actual”, explica el miembro de EFPA.
Factores de cambio
En opinión de Angel de la Fuente, director de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), desde la óptica económica, los factores que pueden revertir la situación de falta de sostenibilidad del sistema público de pensiones serían una mayor productividad y una mayor inmigración. “Los dos principales aspectos que han deteriorado el sistema público de pensiones han sido el envejecimiento demográfico y la desaceleración de la productividad. Tumbar la reforma de las pensiones y volver a indexar las pensiones a la inflación, sin tener en cuenta la evolución de la población, sería un error muy complicado de solucionar”, advierte De la Fuente.
Con este contexto de fondo y ante el planteamiento de Míguez, a las entidades no les queda otra opción que plantearse si los productos que ofrece el mercado son realmente los que este entorno necesita. En opinión de Álvaro Ramírez Blanco, jefe de ventas de JP Morgan Asset Management, el 40% del ahorro de los españoles está en productos de inversión que no baten la inflación. “Para cambiar todo esto, hay que empezar por reforzar la educación y vemos que en España eso es complicado, porque todo esto despierta cierto rechazo. Por eso, como entidad, creemos que es una prioridad empezar por crear herramientas que ayuden a la educación”, afirma Ramírez.
Visión que también comparte Joaquín Herrero, presidente de Merchbanc, quien reclama que la conciencia del ahorro no puedo empezar a penas diez años de jubilarse, sino que los jóvenes de 30 años ya deberían estar preocupados y ahorrando. En lo que respecta a las entidades, Herrero señala que “tenemos que tener un mayor compromiso con la rentabilidad. Históricamente, se han dado muy malas rentabilidades en los planes de pensiones. Este compromiso la da un sentido mayor al papel que puede tener un buen gestor y que la gente que comienza ahorrar sea capaz de elegir un buen gestor”.