El ahorro complementario al primer pilar del sistema de pensiones está, más que nunca, en el punto de mira. Con las nuevas reducciones de los incentivos en los planes de pensiones individuales y la creación de un fondo de pensiones público pendiente, la incertidumbre respecto a las posibilidades de ahorro sigue aumentando.
Dichas reducciones se han hecho, entre otros motivos, con el objetivo de impulsar a los planes de empleo, un pilar muy poco desarrollado en España, al contrario que en otros países de nuestro alrededor. Para Elisa Ricón, directora general de Inverco, la principal razón de este escaso desarrollo es la falta de estímulos y de concienciación por parte de la sociedad. “No hay mensajes estimulantes para hacer un esfuerzo en ahorro”, ha lamentado durante un encuentro organizado por el Observatorio Caser.
Asier Uribeechevarría, vocal de WealthTech de AEFI, considera que además este fenómeno viene justificado por las características de los planes de pensiones. “Los planes de pensiones son un producto financiero y como tal tiene que cumplir sus objetivos. Apenas tenemos desarrollo y esto responde a razones de falta de eficiencia, alta rigidez, baja rentabilidad…”, señala. “No hay oferta sólida ni demanda solvente por parte de las empresas”, ha añadido. Sobre esto, Elisa Ricón apuntó a que “la eficiencia llegará con economías de escala y con volumen”.
Pilares complementarios, no sustitutivos
Los expertos coinciden en que no debería existir debate entre elegir el segundo o tercer pilar e insisten en la idea de que sean planes complementarios, no sustitutivos. “Porqué se tienen que reducir las opciones, el sistema tiene tres pilares”, señala Elisa Ricón. “No critiquemos lo que tenemos ahora, porque sirve para reducir las opciones de la población y los datos no respaldan esa crítica”, añade.
Por su parte, Asier Uribeechevarría demanda la consecución de un “sistema eficiente de ahorro para el futuro de los españoles”. Mientras que Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA, lanza una reflexión en torno al primer pilar, el de las pensiones públicas: “Mi gran pregunta es si podemos seguir el desarrollo del segundo pilar sin tener el primero. Los consensos serán difíciles y tiene que haber una visión integral sobre la reforma de pensiones y la previsión complementaria”.
Respecto a los modelos ideales para diseñar e impulsar el ahorro en los pilares complementarios, Ricón nos invita a echar un vistazo a los países de alrededor. “No hay que inventar mucho, si algo tiene bueno el llegar tarde es que puedes ver lo que han hecho los demás, no se trata de inventar la rueda sino de arrancar el coche”, apunta.
La importancia de eliminar trabas
Uno de los mayores obstáculos al ahorro son las trabas que vienen con la regulación. Según ejemplifica Ricón: “Cuando una empresa promueve un plan de pensiones, aparte de que no tiene ninguna deducción fiscal, tienen una penalización adicional porque las contribuciones cotizan a la seguridad social se encarecen con respecto al coste que tendría que ese trabajador cogiera ese importe y lo metiera en un plan individual”.
“Lo mínimo es eliminar las trabas y que haya acuerdos para que estas reformas salgan adelante”, añade.
Además, Celia Ferrero destaca la necesidad de adaptar los sistemas de previsión social a trayectorias laborales más inestables. “Hay muchos condicionantes que debemos tener atados antes de lanzarse, tienen que ver con el mercado de trabajo y la digitalización”, añade.
El experto de AEFI también considera que la digitalización es clave para mejor el sistema. “Tenemos una necesidad de hacerlo crecer sí o sí y para eso tenemos que montar un sistema que se amigable y eficiente. Para eso es necesario, tanto desde el punto de vista de la oferta y de la demanda, montar modelos más sencillos de gestión, que no sean complejos o pesados, plataformas que faciliten el alta. La digitalización debe también facilitarse”.
La importancia de qué hacer con nuestros ahorros
El ahorro existe, pero la clave de la cuestión es qué hacemos con él y a qué lo destinamos. “El reto está en dar el paso de ahorrador a inversor. El volumen de depósitos crece sin parar y a pesar de la preocupación por la pensión. Para muchas personas su complemento a la jubilación está en una cuenta del banco donde el enemigo es la inflación que erosiona sus ahorros. Las entidades financieras tienen una labor tremenda en ayudar a la población a que de el paso de ahorrador a inversor”, explica Ricón.
Uribeechevarría advierte de la necesidad de adaptar nuestra inversión a nuestros objetivos y horizonte temporal. “Invertir mal es invertir con demasiado riesgo, pero también con demasiado poco riesgo para tu plazo y objetivos. El riesgo va sujeto al perfil y al plazo”, señala.
Sin embargo, parece que poco a poco vamos superando esa extrema aversión al riesgo, una tendencia que Ricón identifica. “Tradicionalmente había una asociación entre pensión y prudencia. El que tiene que ser prudente es el pensionista, pero el pensionable tiene que incorporar mayor cuota de riesgo en función de sus plazos. Vemos que hace 10 años solo un tercio tenía exposición a renta variable y ahora son dos tercios”.
Para Celia Ferrero la cura para ese miedo al riesgo exagerado es la educación y la cultura financiera. Algo muy relacionado también con la importancia que le damos al ahorro complementario. “Para que surja la necesidad de ahorrar primero hay que ser consciente de que existe tal necesidad. Es importante que se informe a los trabajadores cuál será su pensión para incorporar eso a nuestro presupuesto a largo plazo y tomar decisiones de ahorro, inversión y consumo”, añade la experta de Inverco.
Además, todos los expertos han coincidido en que para potenciar ese ahorro complementario también es necesario tener estabilidad en la regulación del ahorro y en las fórmulas del cálculo de la pensión. “El ahorro a largo plazo necesita estabilidad en las reglas del juego”, ha señalado Ricón.