En nuestra jubilación, los españoles recibimos casi un tercio más de lo que cotizamos durante nuestra vida laboral en nuestra pensión pública. En concreto, según Gregorio Gil de las Rozas, responsable de jubilación de Willis Towers Watson, por cada euro que aportamos vía cotizaciones a la Seguridad Social, nuestra pensión de jubilación nos devuelve 1,28 euros. «Esto demuestra un déficit estructural y exige una transformación urgente», ha afirmado Gil de las Rozas durante las “VI Jornadas Securities Services- retos del post-trading en un entorno de transformación”, organizadas por Cecabank.
Este experto destaca que el sistema ya lleva ocho años en déficit con una serie de gastos que no paran de incrementarse. En octubre el gasto ha sido un 4,8% superior al del año pasado, mientras que las pensiones de jubilación medias han aumentado un 3,4%. A ello hay que añadir que en el fondo de reserva de la Seguridad Social apenas quedan 5.000 millones de euros y la deuda pública roza el 98% del PIB. “Las cuentas no salen y España no tiene margen de maniobra para actuar”, advierte Gil de las Rozas.
Una situación que tampoco consigue amortiguarse con una elevada tasa de ahorro. “En España existe una alta tasa de dependencia de los ingresos de la pensión pública, por lo que es fundamental promover vías alternativas para el ahorro que permitan compatibilizar la pensión pública. Esto nos ayudará a mitigar la incertidumbre que rodea este primer pilar de ingresos”, explica.
Otra de los grandes retos del sistema es el demográfico. Las bajas tasas de natalidad, el comienzo de la jubilación de los “baby-boomers” y una economía que se ralentiza nos hacen preguntarnos cuánto va a aguantar nuestro sistema. “Hay que pasar cuanto antes de la preocupación a la acción para afrontar estos retos”, insiste.
Las posibles soluciones
Gil de Rozas ha presentado una serie de aspectos clave para afrontar el reto de las pensiones. Entro ellos, ha destacado la posibilidad de adoptar un sistema en el que la vida laboral se incorpore al cálculo de la prestación pública y la necesidad de incorporar automatismos. “Los automatismos son necesarios para alejar las pensiones del debate político y para que se corrijan los desequilibrios del sistema”, aclara.
A su juicio, las empresas también deberán jugar un papel clave tal y como ya están haciendo en otros países y ha propuesto la implementación de un sistema de previsión empresarial de adhesión por defecto para todas las empresas de España, algo que Reino Unido adoptó con éxito en el año 2012.
Por último, ha señalado la importancia de contar con información sobre la posible pensión futura, algo que beneficiará tanto a los trabajadores como a la industria. “Si saben cuál es su pensión pública estimada se preocuparán, comenzarán a ahorrar y podremos ayudarles a planificar su jubilación”, ha concluido.