La encuesta de asignación de activos e inversiones de las pensiones privadas en España, correspondiente al cierre del primer trimestre de 2019, y que se completó por parte de las gestoras de pensiones mayoritariamente entre finales de abril y primeros de mayo, pone de relieve lo que venían apuntando las dos últimas encuestas, esto es, confianza en el desempeño de la renta variable en medio de las turbulencias y las idas y venidas de los índices bursátiles en los últimos dos trimestres, según los datos del Barómetro de las pensiones privadas en España, del mes de mayo.
Así, la exposición agregada media a bolsa de los gestores de pensiones españoles aumentó de nuevo desde el 39,6% hasta el 41,5%, en lo que ha sido una tendencia progresiva imparable desde finales del 2017, según explica Juan Manuel Vicente Casadevall, socio de Fondos Directo.
Y, en paralelo, la deuda disminuye su peso: “En el caso de la renta fija y como ya avisaba la encuesta del trimestre anterior, las ventas han dejado lugar a las recompras de bonos y vuelven a niveles más acordes con su nivel histórico, rozando ya el 50% de las carteras. El origen de estos movimientos ha sido la liquidez, que retorna a niveles “normales”, apenas por encima del 4%, mientras que los movimientos en activos alternativos son mínimos”, explica Vicente.
Dentro de la renta fija les destaca cómo los gestores ante las caídas de los rendimientos de los últimos meses y teniendo en cuenta su foco en bonos domésticos y de la zona euro, estiman que las valoraciones pueden haber alcanzado niveles delicados, lo que los lleva a situarse mayoritariamente infraponderados en la clase de activo y con perspectivas de reducción de la exposición en los próximos meses.
Por el lado de la renta variable, dice, “lo más destacado es cómo la mayoría de las gestoras piensan que las valoraciones de las diferentes regiones (excluyendo la estadounidense) se encuentran en niveles justos y como es previsible que tras el fuerte rebote en lo que va de año las asignaciones a bolsa se detengan o incluso puedan retroceder algo desde los niveles actuales”.
Triunfo de la ISR
La incorporación de políticas ISR de algún modo alcanza un máximo histórico del 82% del panel en lo que ha sido un constante e imparable crecimiento durante los últimos años. Por clases de activo un 76% de las gestoras españolas que participan en la encuesta lo incorporan en sus inversiones en renta variable y renta fija, dato que se mantiene estable respecto al semestre anterior. Ello es seguido por la inversión en gestores externos con un 53% del panel utilizando algún tipo de criterio ISR en su selección.
Las políticas a nivel de compañía o de la propia gestora han sido el gran impulsor detrás de este movimiento de extensión de los criterios ISR, seguido por las comisiones de control en los planes de empleo. A futuro, dentro de las 17 gestoras que forman parte del panel de la encuesta, no se prevé un aumento del ISR en general desde el punto actual, siendo la falta de recursos la principal razón aducida, explica Vicente.
Alternativos
Las inversiones alternativas ganan atractivo y se espera que un porcentaje significativo de gestoras aumenten posiciones durante el próximo año, pero se observa una enorme dicotomía entre los diferentes tipos. Mientras capital riesgo e inmobiliario en este orden deberían verse beneficiados con flujos por parte del sector de las pensiones españolas el apetito por la inversión en materias primas y fondos de gestión alternativa es básicamente inexistente. La inversión en productos estructurados sigue teniendo una presencia mínima.
Gestión pasiva
El uso de consultores externos o de gestores externos se mantiene en niveles bastante estables respecto a semestres anteriores y tampoco se prevén movimientos significativos en los próximos doce meses. Por el contrario, el uso de gestión pasiva alcanza un máximo histórico con un 88% del panel utilizándola de algún modo, sea vía ETFs, futuros o fondos. Este dato se apuntaba con precisión en los resultados del barómetro del semestre anterior. «A futuro se espera una estabilización de esta tendencia o incluso ligero retroceso», explica Vicente. «Los ETFs siguen siendo un producto estrella en la gestión pasiva de las gestoras (un 76% los usa activamente) aunque tampoco se esperan aumentos a futuro».
Por último, el uso de modelos cuantitativos en la asignación de activos pierde terreno e intensifica su adopción más bien testimonial en la gestión de pensiones en España.
Desde un punto de vista estratégico, la exposición a activos emergentes (un activo que hasta la fecha tiene una clara infrapresentación en las carteras) va a ganar espacio en los próximos meses. Esto aplica tanto a la renta variable como a la renta fija, aunque es la deuda emergente la que en principio va a ser la mayor beneficiada de este movimiento, con un 53% de los gestores planeando aumentar su asignación.
El apetito por la toma de riesgos en general disminuye de forma radical respecto al otoño del año pasado. La visión macro por regiones mejora ligeramente para Europa y España (que venía de un pesimismo máximo) pero disfruta de un salto en emergentes y Estados Unidos. «En la pregunta del trimestre se puede observar que el sentimiento sobre activos ilíquidos y su incorporación en las carteras se mantiene dentro de unos rangos bastante delimitados en los últimos trimestres, aunque las infraestructuras son las que más destacan, con más de un 40% de las gestoras teniéndolas incorporadas en sus carteras y planeando aumentar más dicha exposición», añade Vicente.