La Seguridad Social gastará en 2019 135.267,63 millones de euros en el abono de pensiones contributivas, cifra que representa un incremento del 6,4% respecto al año anterior y supone el 10,8% del PIB.
Según los presupuestos de la Seguridad Social, este incremento servirá para garantizar el poder adquisitivo, con la paga compensatoria, y para aplicar la subida del 1,6% de las pensiones en general y del 3% de las mínimas.
La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ha explicado que, una vez se convalide la semana que viene el real decreto aprobado a finales del año pasado, se procederá al abono de la llamada «paguilla», es decir, la diferencia del 0,1% de la subida de las pensiones de 2018 (1,6%) respecto de la inflación media del año (1,7 %).
La Seguridad Social recibirá este año un préstamo de 15.164 millones de euros, complementado con una transferencia de 850 millones, para asegurar su sostenibilidad y el pago de las pensiones, a lo que se podrá sumar hasta 3.693 millones de euros del Fondo de Reserva.
La ministra ha confiado en no tener que recurrir a la totalidad de la partida presupuestada de la llamada «hucha de las pensiones». «Esperemos que vaya tan bien la recaudación de cuotas que tengamos que utilizar menos cuantía», ha dicho.