En España, desde 2013, la edad de jubilación ordinaria depende de la edad y del tiempo cotizado durante la vida laboral. Las últimas reformas introducidas han variado además el criterio de revalorización, así como otros elementos importantes que es necesario conocer para determinar las pensiones públicas. Editada por Fundación Mafpre, la Guía para tu Jubilación recoge estas novedades y las explica de una manera sencilla para que los trabajadores puedan planificar su jubilación y decidir qué mecanismos complementarios de ahorro-previsión pueden necesitar para complementar su futura pensión. Aporta tablas y casos prácticos muy claros que indican, por ejemplo, que si una persona quiere jubilarse con 65 años tiene que haber cotizado al menos 38 años y 6 meses, y que por cada trimestre de anticipo a la edad de jubilación ordinaria, la cuantía de la pensión se reduce entre el 1,5% y el 1,8%. La guía proporciona también ejemplos reales como el de una persona de 63 años, que lleva cotizados 42 años, cuya base reguladora es de 2.000 euros, y que por problemas familiares quiere jubilarse. Señala que, aunque en 2016 la edad de jubilación para 42 años cotizados es de 65 años, al tratarse de un cese voluntario, esta persona podría anticipar dos años, un periodo que corresponde a un 14% de reducción, es decir, que corresponderían 1.720 euros de pensión. También hace hincapié en que para garantizar el mismo nivel de vida y la estabilidad de los ingresos, cuando una persona se jubila es necesario recurrir a sistemas de ahorro privados que complementen las diferencias entre el nivel de ingresos de la persona antes de jubilarse y lo que percibirá como pensión a través de la Seguridad Social. Planes de pensiones y PPAs Entre estos sistemas, el documento hace referencia a productos como los planes de pensiones y los planes de previsión asegurados (PPA), que actualmente el Estado favorece con ventajas fiscales y que, además de en el momento de la jubilación, se pueden percibir en caso de incapacidad, dependencia, fallecimiento, enfermedad grave, desempleo de larga duración y desahucio de la vivienda habitual. La guía explica, también, la diferente tributación de los planes de pensiones en función de cómo se realice el cobro, ya que esta decisión determina el impacto fiscal. En este sentido, recomienda buscar el asesoramiento de un profesional que ayude a una persona a optimizar fiscalmente el cobro de la pensión y que ayude a elegir la modalidad de renta que se haya constituido desde el plan de pensiones. Estas pueden ser financieras, en las que no existe garantía de rentabilidad, o renta asegurada, que funciona como un seguro de vida.
La Fundación Mapfre edita una guía para la jubilación con los últimos cambios legislativos
Con casos prácticos
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