España es uno de los países más envejecidos del mundo, lo que supone un gran desafío para el sistema de pensiones, ya que cada vez habrá más jubilados y menos personas en edad de trabajar. Ante esta coyuntura, el sistema de pensiones necesita una reforma que le ayude a adaptarse a la realidad demográfica del siglo XXI.
Para Giorgio Semenzato, Ceo y cofundador de Finizens, el futuro no es esperanzador ya que en la última década “no se ha sabido generar reformas estructurales que cambien el rumbo”. Además, la población tampoco esta concienciada. “Si preguntamos por qué no se está ahorrando para la jubilación, las respuestas se agrupan en tres: falta mucho para la jubilación, confío en la pensión pública y no creo que sea capaz de ahorrar para ello”, detalla. Otra de las conclusiones que se extraen del estudio si se observa la variación por edades es que, sin importar la edad, «siempre encontramos una justificación que nos impide actuar de manera responsable”, añade Semenzato.
Ante el reto al que se enfrenta el sistema público y la escasa concienciación social, crece la importancia de fomentar el ahorro complementario para la jubilación. Además, existen varias maneras de financiar y poner en marcha esa voluntad de generar un colchón que refuerce la cuantía que recibiremos de la pensión pública. Una de las más conocidas es el plan de pensiones. “En Finizens siempre decimos que el mejor momento para invertir fue ayer. Nosotros invitamos a cualquier persona a abrirse un plan de pensiones cuanto antes, sea cual sea su edad, porque los beneficios son claros tanto a nivel de individuo como de sociedad en su conjunto”, argumenta.
Según explica el experto de Finizens, actualmente, hay 9 millones de partícipes en planes de pensiones, pero si lo extrapolamos a personas individuales serían 7 millones que tienen por lo menos un plan de pensiones. “El dato más importante es que si miramos los últimos periodos, el 70% de los partícipes no han aportado nada a su plan de pensiones en los últimos 12 meses. Por mucho que 7 millones netas tengan un plan, la realidad es que la inmensa mayoría lo tienen aparcado y el otro 30% ha aportado muy poco”, alerta.
Para Semenzato esto es una “gran ocasión perdida”, sobre todo porque aquellos partícipes que no aportan se están perdiendo el efecto del interés compuesto. “La capitalización de los intereses genera un impacto para los inversores devastador en el sentido positivo”, apunta. Según un ejemplo elaborado por la entidad, si una persona aportara a cualquier vehículo de inversión de largo plazo un monto muy pequeño, por ejemplo, 50 euros al mes, a lo largo del tiempo, gracias al interés compuesto, ese dinero producirá más, siendo este un efecto exponencial. “Para una persona que empieza con 20 años, cuando se jubile multiplicará por 11 su capital”, señala.
Pero, a pesar de las visibles ventajas, los datos demuestran que no hay interés ni constancia en el ahorro en planes de pensiones. El experto cree que la escasez de aportaciones se debe a que, en gran parte, los planes de pensiones han sido comercializados en España a lo largo de la última década como el complemento de algo más, principalmente como requisito obligatorio con la contratación de una hipoteca, y no como un producto que pueda aportar valor añadido por sí mismo al ahorrador.
Conocer los retos del sistema y aumentar la educación financiera
La educación financiera también juega un papel relevante en el papel que los ciudadanos le dan al ahorro y la inversión. “El nivel de concienciación que existe a nivel de sociedad sobre la extrema importancia de complementar la pensión pública con productos de previsión privados como los planes de pensiones es aún demasiado bajo en España. Elevar la educación financiera sigue siendo una de las mayores asignaturas pendientes de nuestro país”, apunta.
Esta formación pasa por ser conscientes de los retos del sistema. El sistema de pensiones público se financia a través de un pacto social en el que los trabajadores actuales pagan las pensiones de los jubilados actuales, pero la presión demográfica hace que ese equilibrio entre quien recibe y aporta se rompa, ya que habrá menos personas aportando. “Por mucho que lo aplacemos es ineludible y nos afecta a todos, tanto a nivel de individuo como sociedad, y al ser un reto estructural que ejerce cada vez más presión sobre las arcas del Estado”, explica Semenzato.
A este desajuste se enfrentan muchos países, pero en España toma un cariz más alarmante al unirse a la situación de paro estructural. Además, el fondo de reserva, según explica Semenzato, diseñado para crear una reserva que permita enfrentarse a periodos de desajuste, llegó a estar a cero en 2020, por lo que ya no puede respaldar este reto.
¿Cómo se podría fomentar la inversión en planes de pensiones?
Para el experto de Finizens, aquí intervienen tres asuntos distintos, pero que están relacionados: la fiscalidad, la falta de transparencia y las comisiones. En primer lugar, señala a “las trabas para el ahorro a largo plazo que han ido poniendo las sucesivas administraciones públicas”, siendo la última el recorte de la desgravación fiscal de 8.000 a 2.000 euros al año. “Se trata del único incentivo fiscal que tienen los ahorradores y ahora lo han minimizado, con la esperanza de que despegue la industria de planes de empleo”, explica.
Por otro lado, está la falta de transparencia también por parte de los sucesivos gobiernos respecto al futuro de las pensiones públicas. «El sistema español, como otros sistemas europeos, es insostenible en su forma actual», señala.
Finalmente, está la cuestión de las comisiones. “Lo cierto es que la mayoría de los planes de pensiones que se comercializan en España pertenecen a unos pocos bancos que actúan como un oligopolio de facto, y esto les permite traspasar a los partícipes comisiones injustificadas, si se comparan con las rentabilidades que se están obteniendo, sobre todo en los largos plazos”, añade.
“Por tanto, pensamos que una combinación de medidas que incentiven el ahorro a largo plazo por la vía fiscal y de medidas para el fomento de la educación financiera para que los españoles puedan entender la gravedad de la situación y seleccionar el producto más adecuado para sus necesidades serán vitales para que pueda a mejorar la previsión del ahorro de cara a la jubilación”, concluye.