Carlos Ramírez, presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), considera que el reto central como país en cuanto a pensiones es que “estamos ahorrando menos de lo que necesitamos… y para aquellos que no están ahorrando para su futuro, tenemos 15 o 20 años para empezar a ahorrar o de lo contrario nos enfrentaremos a un futuro en el que tendremos una población envejecida ya sin capacidad de ahorro”.
El directivo, que hizo estas declaraciones en la XXIII Convención de Aseguradores de México, dijo que comparado con Chile, donde el sistema tiene más de 32 años y desde el inicio del mismo se determinó que la aportación iba a ser del 10% del salario base y la aportación íntegra del trabajador, en México la mayor parte la aportan el patrón y el Gobierno, con el trabajador contribuyendo tan solo 1,125%. «Por la baja aportación del ahorrador tendríamos que preguntarnos si esa aportación es consistente con la idea y la lógica de pensión más grande hacia el futuro».
Ramírez Fuentes dijo que hay alrededor de 30 millones de trabajadores mexicanos independientes o en la informalidad que no tienen ahorro para el retiro, lo que representa un reto para el país, además de un bajo ahorro por parte de los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
En el marco de la convención, organizada por la Asociación Méxicana de Instituciones de Seguros (AMIS), distintas personalidades abordaron los desafíos que enfrenta el sistema de pensiones en México -resaltando el nivel de cotizaciones, la cobertura, el crecimiento económico y la cultura financiera-, así como algunos de los pasos que se deben tomar para mejorar la situación en el país.
En cuanto a la reforma financiera, presentada este miércoles por el presidente Peña Nieto, Ramírez mencionó que esta busca “elevar el potencial productivo de la economía y, asimismo, elevar el crecimiento y el ritmo de crecimiento del país que ha sido en los últimos 30 años en el orden del 2,5%, una cifra ciertamente muy baja”. En ese sentido, enfatizó que los esquemas que se planeen hacia adelante tienen que considerar que sobrecargar por el lado de la nómina para financiar esquemas no contributivos pueden fomentar la informalidad, por lo que “en el diseño de cualquier esquema de seguridad social universal se debe de cuidar con particular énfasis que los incentivos sean los correctos para no incentivar y no fomentar mayor informalidad, que sería obviamente un efecto contrario nuevamente a lo que se busca”.
Por su parte, Oscar Franco, presidente de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), mencionó que los recursos administrados por las SIEFORES representan ya más de 20% de los activos del sector financiero en su conjunto, en tanto que los activos administrados por la banca comercial representan ya menos de 20%, por lo que el sistema -que cuenta con 45 millones de personas recibiendo un rendimiento real de 7% en promedio en cada uno de los casi 16 años de historia del mismo- ha alcanzado enorme relevancia.
En cuanto a los desafíos del sistema, Franco identificó cuatro áreas clave:
- Calidad y suficiencia de las pensiones; con una expectativa de tasa de reemplazo muy baja, que tiene que ver particularmente con el nivel de cotizaciones, así como las características del mercado laboral o densidad de cotización.
- Cobertura; del 40-60% de los mexicanos en edad de trabajar, tan sólo un 40% se encuentra cotizando “y desde luego constituye un enorme desafío para la sociedad mexicana en su conjunto, más allá de la solución institucional que encontremos”.
- Sustentabilidad de los sistemas; “que hoy por hoy mantienen un esquema tradicional de fondeo, estados, municipios, universidades, etcétera y que desde luego reclaman una acción inmediata y profunda”.
- De la conciencia y la cultura; “Es decir, necesitamos ciertamente involucrar al trabajador que tiene una cuenta individual, en el monitoreo, el manejo y las decisiones que tiene que tomar en su cuenta individual, pero sobre todo aquellos millones de mexicanos que no hemos logrado incorporar, por razones de cobertura a esta dinámica. El principio de cultura financiera es, sobre todo, responsabilizar a los mexicanos y a los ciudadanos a tomar bajo su control el futuro de esta contingencia de retiro que nos llegará a todos y para lo cual tenemos que asumirlo como, esencialmente como una responsabilidad propia».
El directivo concluyó que hay básicamente tres fuentes posibles para robustecer el nivel de aportaciones: recanalizar/reetiquetar las aportaciones como por ejemplo utilizar la hipoteca revertida; fortalecer el pilar voluntario– que es un tema cultural, “que a mi juicio va a llevar generaciones” y el incremento de aportaciones obligatorias.