El 67% de los españoles tiene pensado jubilarse a los 65 años o antes, según el último Estudio de Preparación para la Jubilación realizado por Aegon en 15 países y que ha sido presentado recientemente en Madrid. En contraste con esta expectativa, según las conclusiones del estudio, tan solo tres de cada 10 españoles ahorran de forma habitual de cara a su jubilación, lo que posiciona a España como uno de los países menos concienciados sobre la necesidad de preparar su retiro, junto con Japón y Hungría.
La visión de los españoles respecto a su jubilación sigue siendo optimista a pesar de la falta de planificación ya que, el 43% de los encuestados espera poder retirarse a los 65 años, mientras que el 24% piensa que podrá hacerlo incluso antes. Por su parte, un 23% cree que se jubilará en la franja comprendida entre los 66 y 69 años mientras que el 7% restante piensa que tendrá que posponer su jubilación a los 70 años o más.
Para Jaime Kirkpatrick, consejero delegado de Aegon, “estas expectativas de los españoles son poco realistas. A diferencia de otros países, en España muchos ciudadanos están convencidos de que podrán dejar de trabajar al alcanzar la edad estipulada y mantener un bienestar similar al de la etapa laboral. Sin embargo, es muy posible que, debido a esta falta de previsión, muchos se vean obligados a trabajar más allá de los 65 años si quieren seguir disfrutando de un nivel de ingresos suficiente”.
Sólo el 27% ahorra habitualmente para su jubilación
El estudio de Preparación para la Jubilación 2016 de Aegon analiza la actitud de los ciudadanos respecto al ahorro y los clasifica en diversas categorías según la periodicidad con la que ahorran: ahorradores habituales (aquellos que ahorran de forma continua para la jubilación), ahorradores ocasionales (lo hacen de forma esporádica), ahorradores aspiracionales (no ahorran para su jubilación pero tienen la intención de hacerlo) y no ahorradores (nunca han ahorrado ni tienen intención de hacerlo).
Atendiendo a esta clasificación, sólo el 27% de los españoles -frente al 38% de la media internacional- asegura ahorrar de forma habitual para su jubilación. Por su parte, un 24% de los españoles reconoce que ahorra sólo de vez en cuando y un 18% afirma que en la actualidad no ahorra, aunque sí ha podido hacerlo en el pasado. Por último, un 23% se considera ahorrador aspiracional, mientras que el 8% restante reconoce no haber ahorrado nunca y no tener intención de hacerlo.
En este sentido, cabe destacar que durante los cinco años en los que se ha llevado a cabo el Estudio, en España, el porcentaje de ahorradores habituales se ha mantenido constante en la franja 26-28%, excepto en el año 2013 que bajó notablemente a un 19%.
Independientemente de esta clasificación, el estudio también pone de manifiesto que los grupos más vulnerables a la hora de planificar su jubilación siguen siendo las mujeres, los trabajadores a tiempo parcial y, en general, los trabajadores con un nivel de ingresos bajo. “Es alarmante que un porcentaje tan alto de españoles reconozca no ahorrar nada o casi nada para su jubilación. Aunque somos cada vez más conscientes de la necesidad de ahorrar para nuestro futuro muy pocos dan el salto definitivo y lo ponen en práctica. En este sentido, es vital que los ahorradores aspiracionales se conviertan en habituales e interpreten el ahorro como un hábito, aunque se trate de pequeñas cantidades”, comenta Jaime Kirkpatrick, CEO de Aegon España.
España, uno de los países menos preparados para la jubilación
Otra de las principales conclusiones del estudio es que España es uno de los países menos preparado para la jubilación. El informe de Aegon sitúa a España, junto a Japón y Hungría, como uno de los estados donde peor se está planificando esta etapa.
El Índice de Preparación para la Jubilación de Aegon (ARRI, por sus siglas en inglés) mide el nivel de preparación de la ciudadanía de cara a este período, en base a seis estándares: responsabilidad personal, grado de concienciación, conocimientos financieros, planificación de la jubilación, preparación financiera, sustitución de los ingresos. De los 15 países analizados en el estudio, España obtiene, en el índice ARRI, una puntuación de 5 sobre 10, situándose a la cola de los países analizados, cuya media se sitúa en los 5,8 puntos.
En los cinco años en los que se ha analizado el índice ARRI, la puntuación de España se ha mantenido en torno a los 5 puntos. 2016 ha igualado la puntuación obtenida en los años 2012 y 2014, descendiendo ligeramente en comparación a 2015 donde obtuvo un 5,1.
Respecto a la evolución en España, desde el año 2012, de las variables analizadas en el índice ARRI, planificación de la jubilación (32%), la planificación financiera (25%) y la sustitución de ingresos (36%) se mantienen, aunque con ligeros descensos en el último ejercicio, en porcentajes similares en este último lustro, siendo nuevamente el año 2013 el pico negativo de puntuación en todos los estándares analizados. En cambio, sí es reseñable, en el último año, una notable caída en responsabilidad personal, que ha descendido tres puntos hasta 57%; el grado de concienciación, que pasa de 50% a 46%, y, por último, los conocimientos financieros, que ha experimentado un desplome de 7 puntos hasta 48%.
“A pesar de que, según reflejan estos datos, los españoles somos más conscientes de que debemos planificar activamente nuestra jubilación y hemos aumentado nuestro grado de cultura financiera, lo cierto es que no actuamos en consecuencia”, explica Jaime Kirkpatrick.
Menos de una cuarta parte (23%) de los encuestados reconoce tener un “plan alternativo” (como ahorros, ayuda del cónyuge, pensión del gobierno o herencia) al que recurrir en el supuesto de que no puedan seguir trabajando antes de alcanzar su edad de jubilación.
Respecto a las razones más habituales que valoran los españoles para empezar a ahorrar y planificar su jubilación, destacan motivos que afectan a su vida personal (44%) tales como haber alcanzado cierta edad (29%), la creación de una familia (15%), casarse (7%) y, por último, separarse o divorciarse (3%), entre otras. Además, en cuanto a los factores que provocan que ese ahorro se materialice y se haga efectivo destaca un aumento de sueldo (43%), un entorno económico más estable (34%), una política fiscal favorable para los productos de ahorro a largo plazo y planes de pensiones (24%) o un plan de pensiones privado por parte de la empresa (18%), entre otros.
La pensión, principal fuente de ingresos en la jubilación
Frente a la media internacional del 46%, los españoles consideran que la pensión será, en un porcentaje del 64%, la principal fuente de ingresos durante su jubilación. Respecto al resto de partidas, los españoles calculan que el 24% de sus ingresos provendría de los ahorros e inversiones, mientras que el 12% restante procedería de la empresa, mediante los planes de pensiones a empleados.
No obstante, en el futuro, el porcentaje que representa los ingresos que provienen del gobierno disminuye. Los españoles más jóvenes (grupos de edad de 20-29 y 30-39 años) esperan que menos ingresos procedan del gobierno (45% y 58%, respectivamente) y que más procedan de sus empresas (24% y 15%, respectivamente) y también de su ahorro y sus inversiones propios (31% y 27%, respectivamente).
Para Jaime Kirkpatrick, “respecto a la media internacional, sí es llamativa la poca diversificación de los españoles respecto a las fuentes de ingresos durante su jubilación. Está en nuestro tejado tratar de reducir nuestra dependencia del sistema público y apostar por fuentes alternativas con las que asegurar el bienestar y tranquilidad económica de nuestra jubilación. Aunque parece que las generaciones futuras van poco a poco interiorizando este hecho”.
Jubilación flexible y activa
Dos de cada cinco españoles (62%) describen su estado de salud actual como bueno o excelente y casi la mitad de los mismos (48%) tiene previsto mantener ese buen estado durante su jubilación. Este dato, unido al aumento de la esperanza de vida, hace que los españoles (2 de cada 5) se planteen alargar su trayectoria laboral más allá de la edad legal de jubilación.
La jubilación flexible comienza a posicionarse, en este sentido, como una opción válida para cada vez más españoles. Mientras que un 48% de los encuestados tiene planeado dejar de trabajar inmediatamente una vez alcanzada su edad de jubilación, un 26%, en cambio, optaría por una transición más gradual con una jubilación flexible donde compatibilizaría la pensión de jubilación con un trabajo a tiempo parcial. El 13% restante optaría por seguir trabajando activamente, más allá de su edad de jubilación, con un horario laboral completo. «En la medida en que la esperanza de vida aumenta y seguimos disfrutando de una buena salud, es comprensible que visualicemos nuestra jubilación como una etapa más activa y que nos planteemos la posibilidad de combinar ocio y trabajo a tiempo parcial”, argumenta Jaime Kirkpatrick.
El papel vital de las empresas en la jubilación
La falta de previsión actual de la sociedad española demanda urgentemente correctivos que, puestos conjuntamente en marcha por gobiernos, empresas y particulares, puedan enmendar esta situación a tiempo. De hecho, aunque la empresa es uno de los vehículos más idóneos para animar a ahorrar para la jubilación, sólo el 21% de los españoles siente que en su lugar de trabajo recibe suficiente información y ayuda para planificar correctamente su jubilación. Por el contrario, el 49% de los empleados españoles afirma que no reciben ningún tipo de servicio ni ayuda por parte de sus empresas para prepararse para su jubilación. Asimismo, sólo el 12% afirma tener material informativo suficiente para poder planificar correctamente su retiro.
Para Jaime Kirkpatrick, “las empresas pueden y deben jugar un papel de mecenazgo fundamental a la hora de animar a sus trabajadores a ahorrar y planificar su jubilación. El acceso al mercado laboral es un momento idóneo para que los trabajadores, animados por los beneficios de su empresa o por cuenta propia, comiencen a planificar su jubilación e incorporen el ahorro como un hábito a la edad más temprana posible”.
Las conclusiones de este Estudio están basadas en encuestas realizadas en 15 países, en los que se ha entrevistado a un total de 16.000 personas (14.400 en activo y 1.600 jubiladas), durante febrero de 2016.