España ha escalado dos posiciones hasta el puesto 31º de un total de 43 países, según el Global Retirement Index (GRI) de Natixis Investment Managers, un baremo que ayuda a los pensionistas y futuros pensionistas a evaluar hasta qué punto los países participantes satisfacen de forma adecuada sus expectativas, necesidades y metas de jubilación.
Este baremo cubre aspectos esenciales del bienestar en la jubilación como gozar de buena salud y tener acceso a servicios sanitarios de calidad; contar con suficientes medios materiales para vivir
desahogadamente; tener acceso a servicios financieros de calidad, lo que incluye la preservación del valor de los ahorros; y vivir en un entorno limpio y seguro.
“La seguridad para la jubilación se encuentra en una encrucijada, ya que el modelo de financiación tradicional de tres pilares se está viendo desafiado en este siglo XXI por la demografía, los desequilibrios fiscales y las políticas monetarias que afectan a los recursos de los individuos, los empresarios y los gobiernos de todo el mundo”, señala Jean Raby, consejero delegado de Natixis Investment Managers.
Europa occidental sigue dominando el grupo de los diez primeros países en seguridad para la jubilación. Suiza ocupa la primera posición en el informe de este año, seguida de Islandia y Noruega, que ha descendido hasta la tercera posición en la clasificación. Por segundo año consecutivo, Suecia se sitúa en la cuarta posición y Nueva Zelanda en la quinta. Suiza es el único país que figura entre los diez primeros en los cuatro subíndices.
De nuevo, España ocupa una posición baja en la clasificación y no consigue meterse entre los 25 primeros países al ocupar la 31ª posición, tras Malta (20ª), Eslovaquia (25ª), Estonia (27ª) y Hungría (30ª), y por delante de México, entre otros países.
España mejora este año, pero le queda mucho camino que recorrer
El país ha incrementado su puntuación en tres de los cuatro subíndices, destacando la mejora registrada en bienestar material, gracias a las mayores puntuaciones obtenidas en los indicadores de empleo e
igualdad de rentas. Sin embargo, al estar situada en el puesto número 31 del índice, España sigue estando lejos de otras grandes economías europeas.
La segunda mayor mejora de las puntuaciones de España se da en el subíndice de finanzas (23ª posición). Comparado con el año pasado, obtiene mejores puntuaciones en los indicadores de gobierno corporativo, morosidad bancaria y presión fiscal.
Sin embargo, no terminó entre los diez primeros en ningún indicador y en lo que respecta al endeudamiento de la administración y la morosidad bancaria (puesto número 35 en ambos casos), el país languidece entre los diez últimos. El país también mejoró en salud (21ª posición).
Aunque consiguió una puntuación ligeramente superior en esperanza de vida, perdió un escalón hasta el tercer puesto debido a la competencia en la parte alta de la clasificación. En ningún otro indicador se situó entre los diez primeros.
España perdió puestos en el subíndice de calidad de vida debido a las peores puntuaciones en los indicadores de felicidad y factores medioambientales. La biodiversidad es, con la novena posición, el único indicador donde el país se figura entre los diez primeros.
Tendencias mundiales
Desde el Global Retirement Index se insta a las autoridades a que tengan en cuenta las siguientes grandes variables, las cuales ayudan a mejorar la seguridad de la jubilación cuando se gestionan adecuadamente:
Factores económicos: Tanto las políticas monetarias como las fiscales y las sanitarias desempeñan un papel clave a la hora de conseguir que los pensionistas sean autosuficientes. Esta seguridad va más allá de los vehículos de ahorro y debe centrarse en el hecho de que cada vez más población tendrá que vivir con una renta fija durante muchos años.
Acceso: A medida que la responsabilidad de financiación va recayendo más en las personas, se les debe animar a que empiecen antes y aporten más. Las autoridades y las empresas deben trabajar juntas para ayudarles a lograrlo.
Incentivos: Un tratamiento fiscal favorable para el ahorro ha demostrado ser una poderosa herramienta para fomentar actitudes positivas. La industria de la gestión de activos debe ofrecer mejores soluciones a largo plazo y dar pasos para ayudar a los inversores a no perder el rumbo.
Participación: Animar a las personas a involucrarse activamente en su plan de jubilación, lo que incluye los planes individuales de jubilación y los ahorros de otro tipo. Cuando comprenden totalmente su meta, pueden tomar mejores decisiones en torno al riesgo y los resultados a largo plazo.
“Nuestro índice arroja luz sobre algunos de los enfoques más innovadores en torno a la seguridad para la jubilación en todo el mundo, pero ningún país es inmune totalmente a los retos asociados con el envejecimiento de las poblaciones, el aumento de la esperanza de vida, los ajustados recursos de los Estados, una crisis de las pensiones y la nueva normalidad en forma de tipos de interés bajos”, comenta Sophie Del Campo, Directora General de Natixis Investment Managers para la Península Ibérica y Latinoamérica y del área US Offshore. “Más que un asunto público o empresarial, la seguridad de la jubilación también requiere la implicación de los inversores españoles, que necesitan pensar activamente sobre su futuro financiero y también responsabilizarse de él”.
Los inversores, obligados a adoptar una perspectiva a largo plazo, recurren a las inversiones alternativas
Una de las cuestiones principales que se desprenden del Natixis Global Retirement Index es que los actores del sector de los servicios financieros necesitan cuestionar los postulados tradicionales con el fin de mejorar los resultados de cara a la jubilación. Aunque los ciudadanos de un país solo pueden influir moderadamente en las condiciones del marco económico y fiscal, sí pueden adaptar sus estrategias de inversión y diseñar planes de jubilación más sólidos.
“Como gestores de activos, debemos ser capaces de ayudar a los inversores a abordar factores complejos que contribuyen a la seguridad de la jubilación, y eso significa crear carteras con una visión a largo plazo y un énfasis en el riesgo, en lugar de objetivos de rentabilidad a corto plazo que enturbian la perspectiva a largo plazo y fomentan decisiones de inversión emocionales”, señala Sophie Del Campo.
“El pensamiento activo y las soluciones activas están cobrando mayor importancia que nunca si los ahorradores quieren conseguir rentas para su jubilación. Nuestros estudios recientes* han relevado que los inversores españoles están adaptando cada vez más sus estrategias para adoptar nuevas soluciones que van más allá de la inversión tradicional.Los inversores españoles vuelven la vista a las inversiones alternativas para diversificar el riesgo de las carteras y generar rentabilidades”, añade Del Campo.
Incorporar las inversiones ESG a los planes de ahorro para la jubilación
En un momento en el que los inversores hacen cada vez más hincapié en la diversificación de sus carteras y están dispuestos a explorar diferentes estrategias, resulta interesante observar que el énfasis de los inversores en los factores medioambientales está estimulando la demanda de inversiones con criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus iniciales en inglés), que para el 59% de los inversores institucionales contribuyen a la rentabilidad, según la última encuesta de Natixis.
Otro estudio de Natixis puso de relieve que para tres cuartas partes de los inversores particulares es importante que sus inversiones reflejen sus valores personales y que el 71% de los millennials afirma que ahorrarían más si supieran que sus inversiones contribuyen a un fin social. “Ofrecer más opciones ESG podría ser una forma para que las gestoras de fondos animen a los jóvenes a aportar más a sus planes de ahorro para la jubilación y a interesarse por su dinero”, concluye Del Campo.