A pesar de que en España todavía no hemos completado la reforma que situará la edad oficial de jubilación en los 67 años, en los últimos días hemos escuchado voces que abogan por retrasarla todavía más. Primero el gobernador del Banco de España aseguró que “podría estar justificado” y luego el expresidente José María Aznar ha sugerido situarla en los 70 años. Más allá del debate político, es conveniente tener claras, las ventajas económicas de hacerlo.
Lo primero que hay que tener claro es que jubilarse es un derecho y no una obligación y, en este sentido, un trabajador puede, si su salud y su ocupación se lo permiten, seguir trabajando más allá de la edad oficial, actualmente situada en 65 años y 6 meses. El incentivo para hacerlo puede ser económico y, aunque muchos expertos consideran que debería mejorarse, la pensión aumenta un determinado porcentaje por cada año que seguimos en el mercado laboral.
-Un 2% por cada año completo cotizado, o que se considere legalmente cotizado, desde la fecha en que se cumplió la edad ordinaria de jubilación vigente en cada momento hasta la fecha del hecho causante de la pensión, cuando el interesado acredite hasta 25 años cotizados al cumplir dicha edad.
-Un 2,75% cuando el interesado hubiera acreditado entre 25 y 37 años cotizados.
-El 4% cuando el interesado hubiera acreditado más de 37 años cotizados.
En algunos casos, continuar trabajando más allá de la edad oficial puede marcar la diferencia entre obtener o no el 100% de la pensión de jubilación. En 2017, para cobrar el 100% de la base reguladora, se tiene que haber cotizado al menos 35 años y 6 meses, pero a partir de 2027 serán 37 años.