Las aportaciones periódicas, bien sea mes a mes o trimestrales, siempre son más recomendables que las que se hacen solo a final de año, ya que, por una parte, permiten ir neutralizando los movimientos de los mercados financieros y las alzas o bajas de los activos financieros en que invierten los planes de pensiones y, por otra parte, el efecto de la capitalización financiera hace que el valor alcanzado por nuestro ahorro sea mayor.
Además, como explican en la Guía Práctica de Planes de pensiones de Renta 4, constituye una forma de planificación financiera y disciplina a largo plazo. Se estima que, como media, aquellas personas que solo realizan aportaciones para su jubilación en diciembre, están haciéndolo casi cuatro puntos porcentuales más caro que si las efectúan mes a mes.
Las entidades financieras, sin embargo, actúan de forma contradictoria al concentrar ofertas, descuentos y bonificaciones al traspaso o contratación de planes de pensiones en la recta final del año. Este comportamiento acentúa el carácter estacional de este producto de ahorro a largo plazo y envía al inversor un mensaje erróneo.
De hecho, entre noviembre y diciembre de 2018 más de una decena de entidades financieras y aseguradoras han ofrecido bonificaciones a los traspasos de planes de pensiones.
El principal motivo por el que las entidades financieras llevan a cabo esta práctica es la ventaja fiscal de los planes de pensiones. Y es que los planes de pensiones, junto con los PPA, son el único instrumento financiero que tiene reducción en la base imponible del IRPF, hasta un límite de 8.000 euros. Así, por ejemplo, si se aportan 2.000 euros y se tributa al 40%, Hacienda nos devolverá 800 euros.