Con el reciente bloqueo del Pacto de Toledo, la reforma que necesita el sistema de pensiones español vuelve a quedarse en el aire y sin la urgente transformación que demanda.
En su último análisis económico-financiero «El Futuro de las Pensiones en España», BBVA Research defiende la sostenibilidad del sistema, pero “siempre que se adapte a los continuos cambios económicos, sociales y demográficos que experimenta la sociedad española”.
Según sus previsiones, en 2050 el número de pensionistas crecerá hasta los 15 millones y serán necesarios 28,5 millones de trabajadores para sostener el sistema.
Aumentar la presión fiscal, el empleo, la productividad y el ahorro
La investigación de BBVA propone tres alternativas para reorganizar el sistema actual. La primera es llevar acabo un aumento de la presión fiscal para evitar la caída de la tasa de sustitución. Es decir, más impuestos o menos gasto público en determinadas partidas presupuestarias.
La segunda alternativa que la entidad pone sobre la mesa es tratar de contrarrestar parte del aumento de la tasa de dependencia con más empleo y más productividad. Según el informe, la tasa de empleo de España está unos 15 puntos por debajo de países como Alemania, Suecia o Dinamarca lo que supone que España cuenta con un margen de mejora enorme para aumentar la tasa de actividad y, sobre todo, reducir la tasa de desempleo. En este sentido, señalan que un aumento de la población en edad de trabajar llevaría a la mejora de las condiciones salariales que a su vez supondría un aumento de la natalidad.
Otra de la alternativas que propone el informe es fomentar el ahorro complementario, que compensaría la reducción de la pensión media sobre el salario medio con más ahorro, como en Suecia o en Reino Unido.
Según la entidad, la alternativa más acertada para poner en práctica estas propuestas es converger cuanto antes a un sistema de cuentas nocionales/individuales, de contribución definida, como sucede en Suecia y otros países europeos. “El sistema seguiría siendo de reparto y progresivo, con una transición gradual, tomando como modelo la de Suecia cuya implantación se desarrolló a lo largo de 15 años”, sostiene el informe.
La entidad asegura que las cuentas nocionales aseguran el equilibrio actuarial reduciendo la tasa de prestación de los pensionistas futuros, lo que exige que el ajuste sea gradual.
BBVA Research defiende que este camino es el más sencillo y transparente, ya que «incentiva la demanda y oferta de trabajo, las decisiones planificadas sobre la carrera laboral, la formación continua, así como el momento y el ahorro necesario para la jubilación”