El plan de pensiones de empleo de CaixaBank está a punto de cumplir 20 años y lo hará siendo el mayor plan de España si se tiene en cuenta su patrimonio gestionado, 6.000 millones de euros. Recientemente ha sido reconocido como el mejor fondo de pensiones europeo, un premio por el que competían 403 fondos y entregado por la revista Investment & Pensions Europe. Asimismo, su rentabilidad se sitúa en la cabeza de los grandes planes de pensiones de empleo españoles, obteniendo una rentabilidad histórica del 3,76% y de un 5,01% a un año, según informan desde la entidad.
Una de las peculiaridades de este plan, y que posiblemente ha hecho que sea uno de los más grandes de España, es su carácter semiobligatorio ya que todos sus empleados son incorporados directamente al fondo de pensiones y están adheridos al mismo desde la fecha de inicio de su relación laboral. “Esto ocurre salvo que, en el plazo de un mes a contar desde el inicio de dicha relación, declare expresamente, por escrito a la Comisión de Control del Plan de Pensiones, que no desea ser incorporado al mismo”, aclaran desde la entidad. Actualmente el plan integra unos 36.924 participes.
Sin embargo, los partícipes no tienen la obligación de realizar aportaciones al plan y la empresa destina un 7,5% del salario bruto pensionable. En el caso de abandonar la empresa, si el partícipe tiene menos de 60 años puede movilizarlo a otro plan de pensiones, si no lo hace o tiene más de 60 años deja de recibir aportaciones, pero sigue obteniendo la rentabilidad conseguida por sus inversiones.
El plan invierte en un fondo que la compañía define como “dinámico” y su composición se dividide en un 30% invertido en renta variable, un 51% en renta fija y un 19% en alternativos. Con la mayoría del peso repartido entre Europa (24,17%) y Estados Unidos (19,20%).
En cuanto a los criterios ESG, la entidad afirma que el fondo de pensiones sigue las líneas del modelo de Inversión Socialmente Responsable de CaixaBank. “Esto significa que el fondo de pensiones se gestiona desde la responsabilidad de tener en cuenta el medio ambiente, la inclusión financiera de los colectivos desfavorecidos y la repercusión social, en general”, explican desde CaixaBank. Según relatan, el análisis ESG se tiene en consideración en el 100% de las inversiones del fondo, siguiendo como referencia principal los PRI (Principios de Inversión Responsable impulsados por Naciones Unidas).
Las siete creencias de inversión del plan de CaixaBank
En octubre de 2016 la entidad estableció siete creencias de inversión con el objetivo de que sirviesen de guía en el proceso de inversión del fondo de pensiones y permitiesen una toma de decisiones eficaz por parte de todos los agentes involucrados en el mismo (Comisión de Control, subcomisiones, entidad gestora y consultores). “Concretamente creemos que la estrategia de inversión es la fuente principal de generación de rentabilidad y riesgo para el fondo de pensiones”, aclaran desde CaixaBank.
Estas son las siete creencias por las que se rige el fondo:
1. Sólo se asumiría riesgo cuando sea adecuadamente recompensado en el conjunto de la cartera.
2. La adecuada diversificación mejorará la relación entre rentabilidad y riesgo del fondo.
3. La gestión activa y tácita del fondo de pensiones será una fuente adicional de rentabilidad y riesgo.
4. Los inversores a largo plazo tendrán una ventaja competitiva frente a los inversores a corto plazo.
5. Los costes serán gestionados de forma eficiente y considerados en las decisiones de inversión.
6. La consideración de los factores ambientales, sociales y de buen gobierno en las inversiones será importante en la generación de rentabilidades a largo plazo.
7. La exclusión de determinadas inversiones será aceptable.
Por otra parte, cuentan con un marco de seguimiento robusto. Periódicamente revisan el universo de inversión, incluyendo análisis cualitativos y cuantitativos y, como mínimo, una vez al año, se ajusta la política de inversión con la finalidad de ir en línea con las creencias de inversión, la misión del fondo y el objetivo de inversión.
Una Comisión de Control con un plan específico de formación
La Comisión de Control del plan está constituida por 15 miembros, cuatro en representación del promotor (CaixaBank) con elección por el Comité de Dirección y 11 en representación de los partícipes y beneficiarios con elección por parte de la representación laboral de acuerdo con las últimas elecciones sindicales a Comités de Empresa y Delegados de Personal.
Los cargos se renuevan cada cuatro años y no es necesario contar con formación específica, aunque desde la entidad admiten que es bastante recomendable. “La Comisión de Control tiene un plan específico de formación para sus miembros, además de la asistencia voluntaria a sesiones de formación”, explican desde CaixaBank.
Asimismo, la comisión se reúne mensualmente y la entidad gestora está presente en todas las reuniones que se llevan a cabo. Siguiendo esta misma periodicidad, se reúne la Subcomisión de Inversiones y la Subcomisión de Buen Gobierno, para tratar los temas más específicos, así como el Comité Operativo, para llevar a cabo el correcto seguimiento y desarrollo.
Por su parte, la representación de los empleados mantiene una relación muy activa con la plantilla, siendo uno de los pocos planes de empleo que cuenta con una Oficina del Partícipe, con además cuatro empleados trabajando 100% para el buen funcionamiento operativo del plan. “Mantenemos una comunicación multicanal a través de la Intranet corporativa, la página web del plan y la Oficina del Partícipe”, aclara la entidad.
Según detallan, los empleados se interesan mucho por el plan y la valoración es positiva para sus coberturas (jubilación, incapacidad, defunción), la aportación de la empresa y la rentabilidad obtenida por el fondo. Sin embargo, admiten que existe una valoración negativa de algunos colectivos en determinados procesos de fusión entre entidades.