Tras una semana donde la discusión sobre un posible tercer retiro de los fondos de pensiones elevó de nuevo la tensión política en Chile, la noche del domingo 25 de abril, el presidente Sebastián Piñera, presentó un nuevo proyecto alternativo que deberá ser aprobado por el Congreso. Por otro lado, el gobierno no ha retirado el recurso presentado ante el Tribunal Constitucional para frenar la promulgación del proyecto de la oposición.
En concreto, el nuevo proyecto, que el ejecutivo ha adjetivado de Retiro y Recuperación, incluye de forma resumida tres novedades importantes: considera aportes temporales del 2% para restituir los fondos retirados (1% por parte del empleador y 1% por parte del Estado); incluye pago de impuestos para rentas superiores a 1,8 millones de pesos (2.540 dólares) y un bono de 200.000 pesos (282 dólares) para aquellos que no dispongan de saldos en sus cuentas individuales. Miguel Ricaurte, economista jefe de Itaú, cuantifica el coste adicional de este nuevo proyecto frente al que ya se ha aprobado por el Congreso en 2.700 millones de dólares (1.000 millones por la transferencia de bonos y 1.700 millones de dólares por el mecanismo de restitución), que en su opinión, “reduce la holgura con la que contaban las arcas fiscales chilenas”.
Sergio Lehmann, economista jefe de Bci Estudios, valora este nuevo proyecto de forma positiva frente al aprobado la semana pasada por el Congreso. «Si bien el retiro de fondos previsionales debilita el sistema de pensiones y está mal focalizado, en términos de que no apoya necesariamente a quienes efectivamente han sufrido los mayores golpes de la pandemia, el proyecto que presenta el ejecutivo mejora al que fue aprobado por el Congreso. En particular es menos regresivo desde el punto de vista de la distribución del ingreso, al incorporar recursos para aquellos cotizantes que ya no tienen saldo en sus cuentas previsionales y contempla pago de impuestos. Asimismo, considera la restitución de fondos con aportes del Estado y empleador. Más allá de los impactos que podría tener sobre la dinámica del empleo y recursos públicos involucrados, veo que este aspecto del proyecto más bien busca reforzar la institucionalidad del actual sistema de pensiones», declara a Funds Society.
Impacto en el crecimiento menor que la inversión pública
Mario Marcel, presidente del Banco Central de Chile, en su presentación ante la Comisión de Constitución del pasado 19 de abril, declaró que el impacto en la economía chilena dependerá del uso que los afiliados hagan de estos fondos y que será menor “en la medida que una fracción mayor de estos fondos se destine al ahorro, al pago de deudas o al consumo de bienes importados». Así, concluye que “la efectividad del retiro en términos del PIB es una décima parte que una medida de inversión pública equivalente”.
En concreto, BCI Estudios prevé un impacto de 0,6% en el PIB, repartidos entre 2021 y 2022 debido «a una alta liquidez en la economía que se irá moderando gradualmente en la medida que se utiliza para ir financiando el consumo en los próximos meses». En cuanto a efectos en la inflación (+0.2%) y en el empleo esperan un efecto acotado. «En el empleo, bajo el supuesto que se reconstituyen los fondos con aportes del empleador, además del Estado, tal como lo ha propuesto el ejecutivo, habría algún impacto menor en la generación de nuevos puestos de trabajo. Esto reconoce que el costo de la mano de obra sube», aclara.
Por su parte, el presidente del Banco Central destacó su preocupación de los efectos de estos retiros en el mediano plazo: “La reducción de los activos de los fondos de pensiones hará perder profundidad al mercado de capitales doméstico, reduciendo la disponibilidad de financiamiento en moneda nacional para proyectos a largo plazo. Lo anterior hará al país más dependiente del financiamiento externo para su desarrollo, elevando la vulnerabilidad de la moneda nacional y el riesgo de la economía”.
Además, este es el tercer retiro desde el inicio de la pandemia y, según el Banco Central, «ya no puede evaluarse como un fenómeno aislado, producto de la emergencia, sino como un proceso repetitivo y acumulativo”. Consecuentemente, se puede llegar a cuestionar la credibilidad institucional con posibles aumentos en la prima de riesgo con un efecto en los precios de los activos financieros. En este sentido, desde BCI Estudios señalan que aunque un tercer retiro ha generado preocupación sobre planteamientos populistas y pueden debilitar la institucionalidad, el efecto sobre el riesgo país ha sido menor. «Predomina la expectativa de que hacia los próximos años se va a ir reduciendo el gasto público, al tiempo que se busque incrementar la recaudación tributaria, de forma que la deuda pública sobre PIB vaya convergiendo hacia niveles sostenibles y coherentes con la nota crediticia de Chile», aclaran.
Menos activos líquidos en las carteras de los fondos de pensiones
Con respecto al impacto en las carteras de los fondos de pensiones chilenos, el presidente del Banco Central recordó que los retiros anteriores (36.273 millones de dólares) generaron la liquidación de activos locales y venta de activos extranjeros en dólares por montos similares y que el organismo ayudó a reducir la presión sobre la renta fija local con sus operaciones.
Para el equipo de Análisis de Bonos soberanos de BBVA Corporate and Investment banking, este tercer retiro puede suponer salidas entre 5.000 -7.000 millones de dólares, pudiendo alcanzar un máximo de 15.000 millones de dólares, menor en su opinión que en las otras dos ocasiones debido al alto número de cuentas con saldo cero y la mejora en el mercado laboral.
En el rango alto se sitúan las estimaciones de BCI Estudios, que esperan unas liquidaciones de activos de 14.500 millones de dólares, aunque señalan que una gran parte de este impacto ya ha sido descontados por el mercado. «Tal como fue en el primer y segundo retiro de fondos, se liquidarán fundamentalmente instrumentos de renta fija e inversiones en el exterior. Acorde con ello, durante las últimas semanas hemos visto alzas importantes en las tasas de interés de bonos, especialmente de largo plazo, y una caída en el tipo de cambio que ha ido más allá de los efectos por el incremento en el precio del cobre», apuntan. Sus estimaciones del tipo de cambio peso/ dólar se sitúan en 690 para finales de año.
En la misma línea, desde el banco español, no esperan impactos significativos en los mercados de renta fija locales porque señalan además el Banco Central podrá intervenir si es necesario. “Recordamos que el Banco Central está autorizado para comprar tanto bonos soberanos como bancarios. La compra de bonos soberanos fue autorizada por el Congreso en 2020 si se producen condiciones de mercado desafiantes o amenazas a la estabilidad financiera. De la misma manera, el Banco Central todavía tenía programas en vigor para la recompra de bonos bancarios”, puntualizan.
No obstante, Marcel en su presentación del pasado 19 de abril, recordó que las carteras actuales de los fondos de pensiones poseen menos instrumentos líquidos y bonos bancarios que en retiros previos “lo que limita la efectividad de las medidas que pueda aplicar el Banco Central de Chile para amortiguar el impacto sobre los mercados”, señaló.