Los 300 mayores fondos de pensiones del mundo volvieron a crecer en 2023, dejando atrás gran parte de la caída del año anterior. Sin embargo, sus
los activos de los mayores fondos de pensiones aún no han vuelto a sus máximos históricos, según el informe Global Top 300 Pension Funds, elaborado por el Thinking Ahead Institute de WTW, en colaboración con Pensions & Investments, destacada publicación estadounidense sobre inversiones.
En 2023, el patrimonio de los 300 principales fondos de pensiones registraron un aumento del 10% alcanzando los 22,6 billones de dólares, en comparación con los AUM de 20,6 billones de dólares a finales de 2022, ya que los mercados presentaron una cierta estabilización tras el alto nivel de incertidumbre económica mundial del año anterior. Se trata de una recuperación significativa con respecto a la caída del 13% de los activos experimentada en 2022. Según explica el informe, el crecimiento ha seguido siendo más rápido entre los planes más grandes, ya que los 20 mayores fondos de pensiones del mundo registraron un aumento de activos del 12% durante el último año, superando a sus homólogos más pequeños. Este crecimiento más acelerado también se mantiene a lo largo del tiempo, con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR por sus siglas en inglés) del 5,4% para los 20 principales fondos de pensiones en los últimos cinco años, frente al 4,7% para el conjunto de los 300 mayores.
El Fondo de Inversión en Pensiones del Gobierno de Japón (GPIF) se mantiene como el mayor fondo de pensiones del mundo, con activos bajo gestión de 1,59 billones de dólares de activos, posición que ocupa desde 2002. Sin embargo, con unos activos de 1,58 billones de dólares, el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega, sólo un 0,5% más pequeño, podría llegar al primer puesto el año que viene tras registrar un crecimiento del 22% en activos durante el periodo de 12 meses. «Si bien es alentador observar un retorno al crecimiento entre los principales fondos de pensiones del mundo en 2023, la combinación de un entorno macroeconómico más incierto y el aumento de la inestabilidad geopolítica genera una mayor complejidad en el panorama inversor», señala Oriol Ramírez-Monsonis, director en Inversiones en WTW, a la luz de las conclusiones del estudio.
Según explican desde WTW, el año pasado estuvo marcado por un entorno de inflación y tipos de interés en alza, que, desde entonces, se han moderado, pero las perspectivas siguen siendo inciertas. «Aunque el primer semestre de 2024 ha brindado cierta estabilidad, la incertidumbre sigue siendo elevada y la volatilidad persiste en la economía global, agravada por acontecimientos geopolíticos, incluidas elecciones presidenciales de gran relevancia en un gran número de países», comentan.
En cuanto a Europa, el informe observa que los fondos siguen posicionando una parte muy relevante de sus inversiones a renta fija, con un 47%, seguida de la inversión en renta variable, con casi un 40% de la asignación. Esta distribución marca una diferencia significativa respecto a otras regiones y subraya la necesidad de seguir trabajando en la diversificación de las estrategias. “Para seguir avanzando, es crucial optimizar la distribución de activos en nuestras carteras, disminuyendo la inversión en activos tradicionales. Mientras que en Norteamérica la inversión en activos alternativos ya alcanza cerca del 30%, en Europa aún no hemos superado el umbral del 15%, lo que nos deja un amplio margen de mejora y crecimiento”, concluye Ramírez-Monsonis.