Según el foro de expertos, los gobiernos deberían preocuparse por una operación simétrica de los Mecanismos de Ajuste Automático. La asimetría los hace menos efectivos y eficientes, como ocurre cuando la inflación es negativa (y el sistema de actualización no recoge ese ajuste automático negativo).
Mecanismos de Ajuste Automático para adaptarse a la evolución de la esperanza de Vida
Las Mecanismos de Ajuste Automático se han justificado históricamente por motivos de sostenibilidad de los sistemas públicos de pensiones, ya que el aumento de la esperanza de vida hace que los períodos de jubilación sean cada vez más largos. Estos utilizan diferentes enfoques que combinan intervenciones vía la edad de jubilación (en principio, retraso de la misma), el ajuste directo de los pagos mensuales de pensión a su causación y/o el uso de índices basados en la dinámica de la esperanza de vida.
Además de los avances en el diseño e implementación de los Mecanismos de Ajuste Automático basados en la evolución de la esperanza de vida, los países deben cambiar al cálculo adecuado de dicha EV utilizando métodos de “cohorte” en lugar de métodos de “período” que subestiman la esperanza de vida. Se debe considerar la esperanza de vida saludable y el hecho de que los trabajadores menos favorecidos viven vidas más cortas.
Mecanismos de ajuste automático (MAA) para la inflación
España ha cambiado recientemente a un MAA basado directamente en el IPC para la revalorización de las pensiones. Anteriormente se utilizaba una fórmula que limitaba severamente el ajuste de precios que, sin embargo, debido al crecimiento negativo del IPC durante 2014-2017, aumentó las prestaciones reales y desestabilizó financieramente el equilibrio del sistema. La mayoría de los países de la OCDE utilizan Mecanismos de Ajuste Automático en función de los precios, los salarios o una combinación de estos para ajustar las pensiones.
En España, la actual ley del MAA basado en el IPC prohíbe expresamente aplicar esta regla cuando la inflación del IPC sea negativa. Según los expertos, sería necesario revisar este modelo ya que los salarios se ajustan muy por debajo de la inflación actual, y sería conveniente que el ajuste de las pensiones para 2023 también podría limitarse por debajo de la inflación actual.
Las medidas adoptadas hasta ahora incrementan el gasto y el déficit público
Los expertos del foto consideran que la derogación del Factor de Sostenibilidad (FS) y el Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) de 2013 es una oportunidad perdida para estabilizar el equilibrio de la Seguridad Social a largo plazo en España. «El nuevo Mecanismo de Ajuste Automático basado en el IPC trabajará hacia la insostenibilidad, y el llamado Mecanismo para la Equidad Intergeneracional (MEI) no proporcionará los recursos que tanto se necesitan. Al menos, se podría haber evitado un aumento del gasto de 3,6 puntos porcentuales sobre el PIB de haberse mantenido el IRP y el FS. Se estima que el déficit contributivo de la Seguridad Social aumentará solo en 2023 en 2,4 puntos porcentuales del PIB», detallan.
Todas las medidas de reforma de la Seguridad Social adoptadas hasta ahora en nuestro país, excepto el MEI, aumentarán el gasto. «Las nuevas medidas para 2023, y más allá, deberían apuntar decisivamente a aumentar los recursos y/o revertir el aumento del déficit mediante la combinación de fórmulas de beneficios de contribución definida con un MAA para la edad de jubilación basado en la esperanza de vida», añaden.
El caso de Suecia: un caso de éxito que se debería imitar en España
Suecia es el caso mejor conocido de transición rápida y beneficiosa para todos hacia la sostenibilidad de un régimen de Seguridad Social de reparto. El núcleo de esta transformación radicó en el cambio a una fórmula de contribución definida no financiera (o nocional) para el cálculo de las pensiones. Ese cambio requirió un detallado diseño técnico y una intensa construcción de consensos políticos, además de consultas sociales durante finales de la década del 90 del siglo pasado y principios del siglo XXI. Posteriormente, muchos países, incluidos Italia, Irlanda y Grecia han adoptado este sistema.
En cuanto a la indexación de las pensiones por “coste de vida”, en Suecia estas se fijan inicialmente como rentas vitalicias indexadas al crecimiento de la productividad. La revaluación se completa ex-post cuando los salarios aumentan por encima de la productividad.
El caso de Suecia proporciona un claro ejemplo de cómo usar reglas ex ante (en lugar de medidas discrecionales ex-post) que afronten la inflación esperada o el exceso de gasto de los baby-boomers. De esta manera, los recursos para pagar las actualizaciones necesarias se planifican y organizan durante la vida laboral de los jubilados.
«Es recomendable que este tipo de medidas se adopten también en países como España, donde la Seguridad Social ya sufre una carencia estructural de recursos económicos», concluye el foro.