De acuerdo con el último reporte de Naciones Unidas, la caída en la fertilidad no ha ocurrido simultáneamente en todos los países. La tasa anual en las regiones más desarrolladas es del 0,41%, en contraste con el 1,33% en los países en desarrollo y el 2,21% en los países menos desarrollados que se espera seguirán creciendo hasta 2050. La consecuencia demográfica principal de la disminución en la fertilidad, especialmente si se combina con incrementos en la esperanza de vida o longevidad, es el envejecimiento poblacional. Esto es, se incrementa la proporción de personas mayores de 60 y disminuye la proporción de personas jóvenes.
Se espera que la tendencia del número de personas en edad de trabajar baje en las próximas décadas. Es particularmente especial en todos los países del mundo, puesto que se relaciona con el potencial de crecimiento económico. Aunado a esto, la proporción de los más mayores (+80 años) se incrementará más rápidamente que el resto de los segmentos poblacionales, sobre todo en la región de países en desarrollo. La edad media en América Latina pasará de 27,9 años en 2011 a 41 años en 2050 y 46,6 años en 2100, según explica el Departamento de Estudios de la mexicana Principal Financial Group.
¿Por qué es tan importante el envejecimiento poblacional?
El porcentaje de la población mayor a 65 años –con respecto al total- es menor en México que en el promedio de los países de la OCDE. Sin embargo, en los próximos años crecerá a una velocidad mayor. Lo mismo sucede con la caída de la proporción de población en edad productiva (20-64).
Esto significa que el número de trabajadores con respecto a los adultos mayores incrementará la relación consumo-ingreso; en consecuencia, menos ingreso ocasionará una disminución en la tasa de ahorro nacional y la política fiscal se verá afectada debido al incremento del gasto destinado a pensiones públicas asistencialistas.
Asimismo, los adultos mayores demandarán un mayor gasto público para programas asistenciales de salud, presionado por el segmento poblacional de mayores de 65 años en condiciones de pobreza. Situación que afectará el balance de las finanzas públicas, advierte Principal Financial Group.
Finalmente, una proporción de menos trabajadores disponibles disminuirá la recaudación potencial de impuestos debido a una base gravable más reducida. Menos ingresos por recaudación, más presiones fiscales. Estos tres factores representan una carga fiscal generacional de adultos mayores hacia jóvenes, quienes consumirán la riqueza futura de las siguientes generaciones. Los jóvenes tendrán menos recursos disponibles y podrán ahorrar menos en el futuro.
En México, el ahorro para el retiro apenas representa el 13% del PIB; los trabajadores formales representan sólo 33% de la población económicamente activa -quienes ahorran forzosamente el 6,5% de su salario para pensiones; los estímulos fiscales destinados hacia el ahorro individual son de los más bajos en el mundo; la economía informal continúa creciendo; el gasto público destinado a políticas asistenciales hacia la población en situación de pobreza va en incremento; los esquemas públicos de pensiones están en quiebra; el conocimiento y los hábitos de ahorro representan una barrera cultural; el sistema privado de pensiones no ha sido reformado de fondo conforme la nueva realidad demográfica. El país tiene grandes retos y largo camino por recorrer en la agenda nacional.
La evidencia empírica muestra que históricamente los países más ahorradores, por ejemplo de la región de Asia Oriental en comparación con la región de América Latina, han tenido un potencial mayor de crecimiento y desarrollo. México cuenta con grandes oportunidades de crecimiento económico. Aunque la población mayor a los 65 años está en ascenso, la población productiva seguirá creciendo durante las próximas dos décadas. Por ello, según Departamento de Estudios de la mexicana Principal Financial Group, resulta relevante prestar atención en políticas públicas con visión de futuro orientadas a estimular actividades productivas formales, generadoras de valor y de fomento al ahorro de largo plazo.
“En el corto plazo deberíamos orientarnos a empoderar a los individuos en materia de finanzas personales y pensiones, darles conocimientos y herramientas financieras necesarias para tomar el control de sus vidas y se involucren en asegurar su futuro. La transformación en una sociedad planificadora y más educada, además de llevar tiempo, requiere la participación del gobierno, las empresas, las instituciones educativas, los medios de comunicación y de la sociedad en general. Si actuamos hoy, estamos a tiempo de enfrentar con éxito la etapa del envejecimiento poblacional”, apostilla el Departamento de Estudios de Principal Financial Group.