El proyecto de ley que tiene en vilo al mercado financiero en Chile está ad portas de su próxima votación clave en el Congreso, luego de que se despejara la incertidumbre en cuanto a la fecha. Sobre el efecto que tendría el cuarto retiro de fondos de AFP, el consenso del mundo técnico es claro: es un riesgo para la estabilidad financiera del país andino.
En medio de un acalorado debate –especialmente considerando que se trata de una propuesta de amplio apoyo popular, en un año de elecciones presidenciales y parlamentarias–, los senadores definieron que la iniciativa se votará en una sesión especial del Senado el martes 9 de noviembre.
Se confirmó la fecha después de que se generara cierta incertidumbre, después de que el candidato presidencial del Frente Amplio, Gabriel Boric, diera positivo a COVID-19.
Esto dejó a la senadora Yasna Provoste –la carta presidencial de la Democracia Cristiana– como persona de contacto estrecho, lo que abrió la posibilidad de que no pudiera votar. Sin embargo, luego de obtener un resultado negativo en un test PCR, se confirmó que participará de la votación el martes.
Este proceso se trata de la votación en general del proyecto. Y siguen circulando las dudas en torno a la aprobación del cuarto retiro y el segundo adelanto de rentas vitalicias.
En medio de fuertes advertencias del mundo técnico –incluyendo presentaciones de los presidentes del Banco Central y la Comisión para el Mercado Financiero (CMF)–, algunos senadores han levantado señales de duda. Incluso, dos de la bancada opositora, Carolina Goic y Carlos Montes, se han puesto en contra de la iniciativa actual, mientras que otros han condicionado su apoyo a que se realicen cambios.
Mercados a la espera
El avance del proyecto por el Congreso ha tenido a los mercados en alerta, castigando los precios de los activos chilenos. Esto por los efectos que se han atribuido a la liquidez, incluyendo un paso más acelerado en la normalización monetaria en Chile.
Si bien los mercados locales han recuperado algo de terreno en los últimos días, el impacto del último retiro ha sido claro.
El tipo de cambio, una de las variables más sensibles a la incertidumbre ha bajado desde mediados de octubre, cuando superó los 825 pesos chilenos por dólar, pero acumula una subida de casi 5% desde que empezó septiembre.
Un caso más dramático se ha visto en el mundo de las tasas, donde la subida de los tipos de referencia ha causado turbulencia. Si bien los papeles soberanos a 10 años en UF han caído más de 100 puntos base desde el peak de mediados de octubre, ubicándose en 2,55%, suman una subida de 109 puntos base desde el cierre de agosto. En el caso de los papeles en pesos, el rendimiento pasó de 4,74% en agosto a 6,86% a mediados de octubre, retrocediendo hasta el 6,07% que marcaba al cierre de la semana pasada.
En el mercado bursátil se ha visto una recuperación más firme. El benchmark bursátil S&P IPSA cayó fuertemente entre el inicio de septiembre y su punto más bajo reciente, llegando a caer 11%. Desde entonces, eso sí, ha subido hasta los 4.388,19 puntos, un 2,30% por debajo de su cierre de agosto.
Visión del mercado
Entre los agentes del mercado, hay una percepción de una mayor preocupación sobre los posibles efectos económicos que en sus etapas anteriores, entre los parlamentarios.
En un evento de streaming de AFP Capital, el gerente general de la administradora, Jaime Munita, indicó que las advertencias del Banco Central y la CMF sobre las potenciales consecuencias de la iniciativa han creado “mayor consciencia” e interés en los senadores. “Me parece que hoy día las discusiones son más profundas, se han vuelto a revisar ciertos temas técnicos, para poder entender claramente los efectos”, indicó.
Aunque esta mejora no elimina los miedos del mercado. En un informe reciente, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés) indicó que, “pese a que la aprobación de la ley tiene bajas probabilidades, se ha asentado la percepción de que el impulso de retiros de fondos de pensiones ya no es una respuesta excepcional a circunstancias excepcionales”.
Para la entidad, estas iniciativas “se han normalizado como una herramienta de política, lo que ha pesado en la confianza de los inversionistas en la reputación de larga data de Chile de políticas económicas disciplinadas”.
Advertencias
El consenso entre los técnicos es que aprobar una cuarta ventana de rescates de fondos previsionales –y un segundo adelanto de rentas vitalicias– tendrá efectos negativos en la economía chilena.
Según advierte el IIF, un cuarto retiro “implicaría un impulso positivo mucho menor en la actividad de corto plazo que los tres anteriores, mientras que los costos en el corto y largo plazo serían mayores”. Esto incluye, agregan, más presión inflacionaria, prospectos de crecimiento de mediano plazo más débiles, un balance de pagos erosionado y una volatilidad persistente en el mercado financiero.
El Banco Central en particular, ha advertido en distintas instancias –y con creciente alarma– de los efectos que han tenido las liquidaciones forzosas de activos, sumado al deterioro de las finanzas públicas y un aumento en la incertidumbre. La última instancia fue el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) correspondiente al segundo semestre de 2021, en que enfatizaron sobre el deterioro de las condiciones financieras.
Según delineó el ente rector en su informe, el “principal riesgo para la estabilidad financiera local” son las nuevas liquidaciones forzosas de activos, lo que seguiría erosionando la intermediación de recursos, generando mayor incertidumbre. “Estos desarrollos limitan la capacidad del sistema financiero, empresas y hogares, para soportar correcciones y/o eventos disruptivos, los que han cobrado mayor probabilidad de ocurrencia, tanto en el ámbito interno como externo”, advirtieron.
El proceso de rescates de fondos previsionales ha encendido las alarmas de las compañías de la industria financiera local e internacional. Es más, tres compañías de seguros internacionales han iniciado el proceso de consulta en Cancillería.