El presidente del Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Joaquín Cortez, el superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, y el presidente del Banco Central, Mario Marcel expusieron en diferentes momentos ante la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados sobre las mociones parlamentarias que buscan permitir el retiro excepcional de recursos de rentas vitalicias y un segundo retiro de los saldos acumulados en los fondos de pensiones.
Fondos del primer retiro destinados a fines distintos a la subsistencia familiar
Osvaldo Macías, superintendente de pensiones comenzó su presentación haciendo un resumen de las cifras del primer retiro. Así, desde el pasado 30 de julio, 9.773.736 afiliados, un 80% del total, han solicitado el retiro de casi 16.800 millones de dólares de sus saldos acumulados en sus cuentas individuales.
Por su parte, el presidente del Banco Central, se mostró critico sobre la efectividad real de este primer retiro a lo largo de su exposición y afirmó que “considerando la alta proporción de afiliados que retiraron sus fondos y el comportamiento posterior, puede concluirse que una fracción significativa de ellos destinaron los fondos a propósitos distintos a la subsistencia familiar. Por esas razones, el impacto de la medida sobre la demanda interna y la actividad, aunque ha sido importantes para la coyuntura, ha resultado limitado en relación a la gran magnitud de la reducción de ahorros previsionales”. Al comparar ambas magnitudes, concluyó que la efectividad macroeconómica de la medida habría sido entre dos tercios y tres cuartas partes inferior a un aumento de la inversión financiada con un volumen similar de endeudamiento fiscal.
Agregó que “el retiro de 10% permitido por la Ley 21.248 fue aprobado con el carácter de una medida excepcional y única (por una vez), justificado en la magnitud del shock a los ingresos de los hogares provocado por la crisis del COVID-19 y las limitaciones de las ayudas estatales, y se aplicó en el momento de mayor intensidad de la misma”. En el caso de del primer retiro, Marcel señaló que “esta medida excepcional tuvo un carácter universal y accedieron a ella afiliados de todos los niveles socioeconómicos, sin mayores condicionantes, incluido el de haberse visto afectado por la crisis”.
Segundo retiro de fondos de pensiones
En el caso de que se permita que los afiliados puedan retirar voluntariamente y por segunda vez un 10% de sus fondos previsionales, y asumiendo que todos los afiliados pueden sacar el máximo permitido para cada uno de ellos, la suma total de recursos a retirar sería de 19.000 millones de dólares que representan un 8,9% del total de los fondos de pensiones al 31 de julio de 2020, según las estimaciones de la superintendencia.
Además, este segundo retiro tendría un efecto importante en el número de personas que se quedarían sin saldo. Así, en su presentación Macías destacó que un segundo retiro implicaría que 2,3 millones de personas adicionales podrían retirar el total de su saldo, que se suman a los 1,9 millones del primer retiro. En total serían 4,2 millones de personas que terminarían sin saldo en sus cuentas individuales, lo que representa 34% del universo de personas que podría retirar.
Por su parte, el presidente del Banco Central, aseguró que de aprobarse un segundo retiro no puede proyectarse como una repetición mecánica del primer evento. “Se trataría de aplicar una medida que se aseguró que se adoptaría por una sola vez, por lo que ya no habría forma de asegurar frente a la opinión pública y los mercados que no habrá un tercer, cuarto o quinto retiro, afectando de manera significativa las expectativas y las respuestas de los mercados. En lo que se refiere a los eventuales beneficiarios, un segundo retiro duplicaría el acceso a fondos para los afiliados con mayores fondos acumulados y, probablemente, mayor nivel socioeconómico, incidiendo considerablemente menos sobre trabajadores y familias que enfrentan mayores dificultades”, puntualizó.
Con esto, agregó que “es altamente probable que se reduzca la proporción de fondos que se destinen a usos que estimulan la demanda interna, con un efecto más acotado sobre la actividad»
Efecto esperado en los mercados de capitales
Marcel, también abordó el impacto del primer retiro de fondos en el mercado financiero en su exposición declarando que, “las medidas adoptadas por los reguladores y por el Banco Central, unido a los incentivos para mantener la rentabilidad de los fondos, permitió que el ajuste las carteras se efectuara con un mínimo impacto sobre los precios financieros, incluidas las tasas de interés de largo plazo”.
En síntesis, agregó, “no es que frente a esta medida no haya pasado nada; más bien, diversos actores se prepararon y actuaron con el propósito de minimizar sus efectos potencialmente disruptivos de corto plazo. Los efectos de largo plazo, por su parte, están determinados por la reducción del ahorro previsional y su impacto sobre el ahorro nacional y la inversión”.
En cuanto al impacto en los mercados de capitales de un segundo retiro, se espera que las AFPs tengan que liquidar, bajo el escenario más agresivo, 11.601 millones de dólares en los primeros 10 días hábiles para hacer frente al primer pago y 7.399 millones de dólares para el segundo pago.
El superintendente presentó estimaciones del posible al impacto en las distintas categorías de activos, declarando que si las AFPs liquidasen en proporción a su cartera el impacto se produciría en los activos menos líquidos, especialmente los bonos de empresas, efectos de comercio y bonos bancarios. De la misma opinión es el presidente del Banco Central que afirma que «·un segundo retiro aumenta el efecto potencialmente disruptivo sobre los mercados financieros, al requerir liquidación de activos con mayor presencia local, exacerbado por la expectativa de retiros adicionales»
Sin embargo, Macías opina que puede que las AFPs reduzcan presión en el mercado local como lo hicieron en el primer retiro pudiendo ser que “los fondos de pensiones trasladen parte de la liquidación al extranjero y reduzcan la presión en el mercado local como lo hicieron en el primer retiro”.
Además, el superintendente señaló que para realizar estas proyecciones tampoco se ha considerado las posibles medidas que pueda implementar el Banco central. “No sabemos si lo haría en el segundo retiro y eso ayudaría a mitigar los efectos en el mercado de capitales”, declaró. Y en esta línea, el presidente del Banco Central declaró que «la capacidad del Banco Central y los reguladores para mitigar estos efectos será considerablemente más limitada”.
La propiedad de los recursos marca la diferencia
Cortez, en presentación ante la comisión del día 5 de octubre, afirmó que las iniciativas afectan las características centrales de las rentas vitalicias, según están definidas en el DL 3500. En este plano, puntualizó que en el sistema de renta vitalicia una vez suscrito el contrato con el pensionado, los fondos provenientes del saldo en una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) se traspasan al asegurador.
De esta manera, y a diferencia del sistema de retiro programado, estos fondos no quedan bajo administración por cuenta del pensionado, sino que pasan a ser de propiedad de la compañía. Ello, como contraprestación al haber asumido la compañía de seguros la obligación de pagar de forma vitalicia una suma fija en UF al asegurado y sus beneficiarios.
El presidente de la Comisión destacó además que en el caso de las rentas vitalicias la propiedad de los recursos marca una diferencia sustancial con la reforma constitucional recientemente aprobada que autorizó, excepcionalmente, a los afiliados del sistema privado de pensiones a retirar hasta el 10% de los fondos acumulados en su cuenta de capitalización individual de cotizaciones obligatorias.
Así, de aprobarse las iniciativas «el concepto implícito no es de un retiro de fondos sino más bien de un anticipo de flujos de futuras pensiones que, naturalmente, impactarán en las pensiones de los pensionados y beneficiarios directamente en función de la cuantía del monto retirado», dijo Joaquín Cortez.
La solvencia de las aseguradoras puede verse amenazada
El presidente de la CMF sostuvo que dicho anticipo puede generar una situación financiera compleja a las compañías que ofrecen renta vitalicia, que termine debilitando su capacidad de pagar el diferencial de pensiones de renta vitalicia restante tras el retiro, así como a los otros seguros que incluyen ramos tan importantes en la situación actual, como los seguros de vida y complementarios de salud.
Joaquín Cortez indicó que, a diferencia de las AFP, las compañías de seguro invierten una fracción importante de sus recursos en activos ilíquidos de largo plazo. Explicó que estos activos son una inversión idónea para respaldar un flujo mensual predeterminado de renta vitalicia y permitir mejores pensiones. Sin embargo, al forzar a las compañías a vender activos para permitir el adelanto mencionado de cada pensionado, en un plazo breve, podría generar fuertes pérdidas en dicha venta, ampliando riesgos de solvencia.
Añadió que ese efecto sería aún mayor en el caso que las compañías de seguros de vida deban asumir con cargo a su patrimonio el retiro de recursos, lo que plantea una de las mociones, impactando la solvencia de las compañías y la estabilidad del mercado de rentas vitalicias.
El presidente del Banco Central, Mario Marcel, también hizo referencia a este punto en su exposición del día 14 de octubre y en este sentido resaltó que «·las medidas propuestas para un retiro de rentas vitalicias, aunque de menor magnitud relativa, tiene un potencial efecto sobre la solvencia de las compañía de seguros de vida, la seguridad jurídica y la incertidumbre, considerablemente mayor, por afectar a contratos ya establecidos, generando riesgos de demandas y procesos judiciales, internos y externos”. En tal sentido, indicó que sería mucho más conveniente identificar mecanismos más directos de apoyo estatal a pensionados con dificultades económicas.
Los montos retirados podrían oscilar entre 1.666 y 2.869 millones de dólares
Para dimensionar los impactos de esta medida, hay que considerar que en Chile existen 645.000 pensionados bajo la modalidad de renta vitalicia (53% hombres y 47% mujeres) que en promedio reciben pensiones de 10,4 UF (unos 300.000 pesos mensuales).
En un escenario base, tomando como referencia lo reportado por superintendencia de Pensiones respecto del total de personas acogidas al retiro del 10% de las AFPs, y asumiendo que el 65,5% de los actuales pensionados y el 20,7% de los beneficiarios solicitan la totalidad de los fondos previsionales (sujeto a los límites establecidos en la moción), el monto total a retirar sería de 1.666 millones de dólares.
En un escenario de riesgo, donde el total de pensionados retira el máximo monto al que tienen derecho, el efecto sería del orden de los 2.869 millones de dólares. Este monto corresponde al 66,7% del patrimonio neto de las compañías de seguros de vida que mantienen obligaciones por rentas vitalicias a junio de 2020.
Para estimar que activos serian liquidados para hacer frente a estos retiros, en el anexo la presentación se presentan dos escenarios: el primero considerando que se liquidan activos proporcionalmente a la estructura de cartera y el segundo teniendo en cuenta que se liquidan los más líquidos. En ambos supuestos la categoría de renta fija local sería las más afectada, tanto por su presencia en las carteras como por su liquidez, con volumen de ventas entre 937 y 1.838 millones de dólares.