La marca UCITS se ha convertido en un hito y los inversores de todo el mundo la asocian con los fondos de inversión europeos que cumplen ciertos estándares de seguridad, diversificación y transparencia. Estándares que los identifican para propiciar su comercialización transnacional, entre inversores de todo tipo y también fuera del Viejo Continente. Ahora, las autoridades trabajan para repetir ese éxito con los productos y soluciones de pensiones europeos. Así, la asociación europea de la industria de la gestión, Efama, ha publicado recientemente un informe, bajo el título “The OCERP: a Proposal for a European Personal Pension Product” (OCERP: propuesta para productos de pensiones europeas del sistema individual), que sienta las bases para el desarrollo de una marca europea en este ámbito.
Una marca que ayudaría a evitar la fragmentación existente en el continente el mercado de pensiones, facilitaría la movilidad y aumentaría su eficiencia, reduciendo los costes para el inversor, según Efama. La base de un mercado único que contribuyera a recuperar la confianza de los ciudadanos y que incentivara un ahorro muy necesario. “No hay un plan B para las pensiones. El primer pilar no bastará en el futuro y hemos de focalizarnos en el segundo y el tercero”, dice Claude Kremer, socio de Arendt & Medernach, en el marco de la Conferencia de Distribución Global organizada por la asociación luxemburguesa de fondos, ALFI.
OCERP -plan de jubilación europeo oficialmente certificado, por sus siglas en inglés- pretende ser el borrador de una marca europea de soluciones de pensiones del sistema individual, el tercer pilar. Según la propuesta, sería una especie de envoltorio (en forma de cuenta individual) que permitiría a los ahorradores elegir entre opciones limitadas de inversión, sería traspasable entre proveedores y países, y exigiría a los proveedores (bancos, aseguradoras, gestoras de activos o fondos de pensiones) mantener un robusto marco de gobernanza y administración. De esta forma, cualquier producto que cumpliera esos estándares podría ser distribuido en Europa con un pasaporte comunitario, similar al que ofrece UCITS.
“Los altos estándares de protección al consumidor, gobernanza y distribución asociarán la marca OCERP con una etiqueta europea de alta calidad”, dice Peter De Proft, director general de Efama. De Proft considera que su creación ayudará a superar la actual fragmentación del mercado de pensiones europeo y a mejorar la eficiencia de costes de esos productos y su comercialización transnacional. “Proponiendo a los bancos, las aseguradoras o las gestoras de fondos de pensiones y fondos de inversión expandir su rango de productos con la marca OCERP, Efama propone crear productos de pensiones que puedan servir los intereses de todos los ciudadanos europeos”, dice.
La creación de ese marco europeo para productos de pensiones individuales también contribuiría a canalizar los ahorros de los inversores minoristas hacia los llamados European Long-Term Investment Funds (ELTIF) o fondos europeos de largo plazo, recientemente propuestos por la Comisión Europea. De hecho, Efama consideraría una buena idea que en las carteras de los productos OCERP estuvieran presentes productos con reconocidas marcas europeas, como esta última o UCITS, para asegurar su calidad. Kremer cree que una de sus funcionalidades principales sería cubrir el gap existente entre la falta de financiación de las empresas (que cada vez tienen más dificultades de financiarse por el canal bancario) y la falta de retornos de los productos de inversión a largo plazo.
También entre sus ventajas, Freddy Van den Spiegel, profesor de la Universidad de Bruselas, cree que ayudaría a evitar la balcanización de los mercados financieros europeos, contribuyendo a su integración. Y además, establecería también las bases para un sistema de competencia real entre proveedores en Europa.
Los requisitos
La propuesta de Efama, que será distribuida próximamente entre políticos e instituciones de la Unión Europea, contiene una lista de estándares recomendados que esos productos deberían cumplir para obtener la certificación OCERP y, de ese modo, la autorización para venderse por toda Europa. Entre esos estándares, Efama pide que exista un número adecuado, pero limitado, de opciones de inversión, ajustadas a los distintos perfiles de riesgo de los ciudadanos y con la posibilidad de hacer traspasos entre ellas a un coste adecuado, con normas prudentes de diversificación y potencial cobertura de riesgos. Según Van del Spiegel, la solución es intermedia entre el modelo estadounidense, basado en cuentas que pueden invertir en prácticamente todo, y el modelo de un solo producto para todos los inversores e independientemente de su edad. “Un envoltorio con opciones limitadas es un punto intermedio que evita la confusión del primer extremo y la simplicidad del segundo”, dice.
OCERP ofrecería variadas soluciones para rescatar el capital, además de una información clara, periódica y transparente, también sobre los costes. Efama pide asimismo que cuenten con estándares de gobernanza robustos (responsabilidad y gestión de riesgos, especialmente), una eficiente administración, y un asesoramiento homogéneo para su distribución entre los inversores. Con respecto a los proveedores, cree que sería ideal que el terreno de juego estuviera nivelado y que el inversor tuviera la posibilidad de moverse de un proveedor a otro de forma flexible.
Además, el proyecto presenta diferentes escenarios legislativos posibles para proporcionar un pasaporte comunitario a la marca OCERP y para regular las condiciones bajo las que las instituciones financieras podrían convertirse en proveedores de este tipo de productos en toda Europa. “El 40% de los europeos dependen totalmente del sistema de pensiones público. Se necesitan soluciones y han de venir de la propia industria”, dice Kremer.
Los obstáculos
Pero para hacer realidad la propuesta se necesita un factor clave: la armonización fiscal, algo con lo que los expertos se muestran escépticos. Massimo Tosato, ejecutivo de Schroder Investment Management en Londres y crítico con el nombre de la propuesta, cree que “los productos tendrán que ir ligados a una atractiva fiscalidad para animar a los individuos al ahorro”, pero vislumbra problemas para su implementación por las distintas casuísticas entre los países europeos. Desde Efama también reconocen el problema. “Existen dificultades legales y fiscales para la emergencia de un mercado único de productos de pensiones individuales”, matiza De Proft.
La innovación, en marcha
Más allá de esa “especie de contenedor” propuesto por Efama, en palabras de Kremer, la industria tiene otras ideas para armonizar el mercado de pensiones del continente. Allan Polack, responsable de inversiones de AB Nordea en Copenhague, lanza una propuesta diferente que define como “realista” y que más que un contenedor de inversiones es un producto de largo plazo y diversificado en todo tipo de activos. Los expertos consideran que ésta sería quizá una idea más sencilla para el mercado minorista mientras el OCERP requeriría de un asesoramiento más profesional.