El ahorro a través del consumo sigue ganando presencia en el mercado. En esta ocasión, Caser y Wizink han presentado una propuesta para ayudar a los perfiles más jóvenes a generar el hábito de ahorrar de forma sencilla y sistematizada. “Hace falta ser creativos y pensar de forma disruptiva para entrar en el ahorro”, señaló Juan José Cotorruelo, director de vida y pensiones de Caser, durante un encuentro informativo del Observatorio de Pensiones de Caser Seguros.
La gran pregunta es: ¿Cómo a través del gasto podemos ahorrar? La propuesta de ambas firmas se basa en el uso de una tarjeta de crédito Wizink, de tal forma que el 1% de lo que el cliente pague con ella se destinará a un producto de ahorro (en formato unit linked) que invertirá en fondos de Bestinver. Según Cotorruelo, también habrá bonificaciones sobre compras en establecimientos y domiciliaciones, y se podrá usar la aplicación Coinscrap para ahorrar a través del redondeo y la hucha digital Caser Cling Cling. Este producto se une a otras iniciativas del mercado como la citada Coinscarp, la cuenta Metas de BBVA o las diversas herramientas que Caser tiene siguiendo esta filosofía.
Dejando a un lado el producto en sí, Cotorruelo quiso poner el acento en lo relevante que es seguir concienciando a la población para que ahorre de cara a la jubilación, algo que pasa por apostar por la educación financiera y proporcionar herramientas, principalmente digitales. “Como industria tenemos que empezar a hacer cosas diferentes si queremos obtener resultados diferentes. La innovación y las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental y han contribuido de manera decisiva al desarrollo de nuevas herramientas de ahorro y a la sofisticación de las existentes, haciendo que el usuario pueda ahorrar de manera más sencilla, rápida e intuitiva”, apuntó.
Durante el encuentro informativo organizado para hablar de los retos del ahorro y de esta nueva solución, Elisa Chuliá, profesora de sociología, experta en envejecimiento de la población de UNED, rompió el mito sobre el desinterés por el ahorro. “Sí existe conciencia sobre el ahorro, pero lo más relevante es generar el hábito y concienciar de que el sistema público de pensiones tiene sus límites. Además, hay que comprender cómo encaja el momento del ahorro según el segmento de edad de la población”, apuntó.
Sobre los millennials Chuliá remarcó que “muchos no pueden concretar en comportamiento esa disposición favorable porque no disponen de ingresos suficientes; otros sí podrían ahorrar en mayor o menor medida, pero no saben cómo hacerlo de una manera que no impida realizar otras preferencias de consumo importantes para ellos. Me parece acertado todo lo que incentive el ahorro, sin restringir la libertad individual, porque el ahorro procura seguridad ante situaciones futuras inciertas y, al final, redunda en beneficio de la persona, de las familias y del conjunto de la sociedad”.
Fomentando el ahorro
A la pregunta formulada durante el debate sobre qué podemos hacer para fomentar el ahorro en dinero, Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS, destacó que “es muy necesario tener alternativas para captar el interés de los jóvenes y fomentar el hábito del ahorro, independientemente del poder adquisitivo que se tenga, no solo por parte de las instituciones educativas, también en la educación recibida en el núcleo del hogar”
Un aspecto importante es fomentar el ahorro y el consumo responsable; para ello la industria debe facilitar a los particulares productos sencillos y comprensibles que venzan las tradicionales reticencias que tiene el cliente español a la hora de ahorrar a través de productos financieros.
En esa línea, David Conde, consejero delegado de Coinscrap, explicó que, al final, ahorrar es como ir al gimnasio. “A todos nos parece loable y nos atrae el objetivo, pero ponerse a ello nos cuesta”. Bajo esta premisa, Caser Seguros ha desarrollado el proyecto Cling Cling para convertir parte del gasto en ahorro. Esta hucha digital, dirigida a personas de entre 30 y 50 años utiliza fórmulas variadas que van desde el redondeo de los pagos o el ahorro por medio de retos o juegos hasta acuerdos de colaboración con grandes firmas o aportaciones periódicas.
Asimismo, Alberto Camino, director comercial de WiZink en España, defendió que las entidades financieras tienen que ayudar a fomentar la cultura del ahorro mediante soluciones innovadoras y sencillas como es el ahorro por consumo. “Este tipo de ahorro es una manera muy sencilla de ahorrar en el día a día y cada vez tiene más aceptación por el consumidor. En WiZink ya estamos trabajando en esta nueva cultura de ahorro por consumo y un ejemplo de ellos es la colaboración con Caser en la hucha digital Caser Cling Cling”, afirmó.
Los expertos coincidieron en la necesidad de fomentar el consumo responsable y apoyarse en la digitalización para ofrecer productos financieros que se adapten a las diferentes necesidades, además de buscar que dichas soluciones sean sencillas, transparentes y adaptadas a las realidades actuales de los jóvenes.