Las cuentas nocionales se perfilan como un nuevo enfrentamiento en el debate sobre el futuro de las pensiones. Para unos son una pieza clave para hacer sostenible el actual sistema, para otros un paso peligroso que puede reducir las pensiones a la mitad.
En un debate organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica, el economista jefe de BBVA Rafael Domenech, apostaba claramente por las cuentas nocionales. En su opinión, el sistema de pensiones es “viable y sostenible”, pero debe adaptarse a todos los cambios demográficos y sociales que está experimentando la sociedad. Tal y como estableció, si España recuperara el nivel máximo de empleo de que disfrutó en el año 2008, y contando con la pensión media, los salarios medios y el número de pensiones de 2016, “casi se volvería al equilibrio”, pero ese nivel de empleo aún va a tardar años en llegar, y mientras tanto el número de pensiones y la pensión media seguirán creciendo: de los nueve millones de pensiones actuales, en el año 2050 habremos subido a quince millones, que necesitarán 27 millones de asalariados para mantenerlas.
Señaló también que España ha llegado con retraso a la transición demográfica con respecto a otros países de Europa, pero que ese retraso, paradójicamente, nos beneficia, pues nos permite examinar las medidas adoptadas por otros países europeos y utilizar las más convenientes; entre ellas, Domenech se decantó por el modelo de cuentas nocionales -donde la prestación es directamente proporcional a las aportaciones realizadas durante toda la vida laboral- implantado en países como Suecia, “todo un referente para mí, que garantiza la contributividad y la distribución”.
Por su parte, Carlos Bravo, secretario confederal de Protección Social y Políticas Públicas de Comisiones Obreras, consideró que no es aplicable a España, ya que provocaría un impacto considerable sobre el colectivo femenino, o de autónomos: “Tienes que meter tantos factores de corrección, que al final es otra cosa”.
En opinión de Diego Valero, presidente de Novaster, hay que distinguir entre los modelos nocionales que existen en diversos países, y huir de una importación directa, ya que esta “haría bajar las pensiones a la mitad”.
Precisamente fue este el motivo por el que Rafael Domenech siguió defendiendo el modelo, ya que no tiene sentido seguir en un sistema “donde la gente va a cobrar el doble de lo que está cotizando. Además, tiene la ventaja de que aumenta la contributividad y permite ver la cantidad que cada trabajador va acumulando con el tiempo”.
A este debate reciente, se unen otras voces que en los últimos tiempos han defendido las cuentas nocionales como Inverco o Fedea. Para la patronal de fondos de inversión la introducción de este elemento no implicaría que el sistema de pensiones dejara de ser de reparto, mientras que desde Fedea consideran que este modelo permite que se registre todo lo que el trabajador cotiza a lo largo de su vida laboral.