Sabemos que vamos a vivir más tiempo y que vamos a vivir mejor, vamos a ser jóvenes durante más tiempo. Y lo vamos a hacer en un contexto completamente diferente al de generaciones anteriores que, además, cambia a mayor velocidad. Sin embargo, muchas personas no son conscientes de esta nueva realidad o, cuando lo son, son pesimistas sobre ese futuro y les abruma que esos años extra de esperanza de vida que vamos ganando paulatinamente les provoquen problemas de salud o dinero.
¿Qué implicaciones tiene una vida más larga en lo personal, lo profesional y lo financiero? “Vamos a vivir mucho más tiempo y la incertidumbre es cada vez mayor, y los que más vamos a sufrir los efectos de estos cambios somos quienes hemos sido educados para una realidad en la que la esperanza de vida se situaba en torno a los 80 años y los vamos a superar”, explica Santiago Satrústegui, presidente de Abante durante la presentación del informe «Jubilación y longevidad». Satrústegui destaca, además, que respecto a la jubilación es necesario “hacer un ejercicio de pedagogía”.
“La longevidad es un concepto amplio que abarca varios campos, va mucho más allá del debate sobre las pensiones”, comentó Gadea de la Viuda, socia y directora general de Abante. “Cuando se le pregunta a la gente sobre el futuro, no lo proyecta de una forma muy distinta a cómo es la realidad ahora, ni respecto a la edad de jubilación ni en lo que se refiere a la esperanza de vida”, añadió Gadea.
Por su parte, Belén Alarcón, socia y directora de planificación patrimonial de Abante, subrayó que en la encuesta se pone de relieve que siete de cada diez españoles están preocupados por no tener el suficiente dinero para mantener el nivel de vida en el futuro y que solo dos de cada diez piensan que están haciendo lo suficiente, algo se explica por la fuerza de “nuestro cerebro emocional, que prima el corto plazo, y al que hay que darle herramientas para gestionar este tipo de decisiones de largo plazo”. Además, Alarcón señaló que se empieza a percibir “un cambio de tendencia en lo que se refiere al ahorro a largo plazo y para la jubilación, así como en la planificación relativa al patrimonio”.
Planificación financiera de la jubilación
A casi el 70% de los españoles ahorradores les preocupa no tener dinero suficiente para mantener su nivel de vida durante la jubilación. Y más de la mitad piensa que no está haciendo lo suficiente para conseguir este objetivo (el 56%). Solo el 45% cree que sus finanzas están preparadas para la jubilación en una vida de 100 años. Es decir, preocupan las finanzas de cara a la jubilación, pero no se realiza una planificación financiera adecuada para vivir durante esos años.
Los españoles que se preparan económicamente para la jubilación cada vez comienzan a planificarse antes. Los más jóvenes son los que empiezan a concienciarse antes -el 34% de los encuestados de entre 30 y 45 años comenzó a ahorrar para la jubilación cuando tenía entre 20 y 29 años-, y la franja de edad más común en la que se comienza a mirar económicamente para esta etapa abarca desde los 30 hasta los 49 años.
Entre el 67% de personas que dice que sí toma medidas económicas para su jubilación, la mitad afirma que cuenta con asesoramiento financiero, sobre todo en el grupo de más de 55 años. La mayoría de los españoles que ahorran para la jubilación dice que destina entre el 6 y el 25% de sus ingresos a este objetivo.
El grupo más amplio, casi el 40% destina entre el 6 y el 10% y son los que tienen más patrimonio los que destinan un mayor porcentaje. Los más jóvenes (30 a 45 años) creen mayoritariamente (57%) que deben de empezar a ahorrar para la jubilación ya, en la década de los 30. Un porcentaje que se diluye en los grupos de más edad.
¿Qué hacen los españoles con sus ahorros para la jubilación? La contratación de productos financieros es el principal recurso para la planificación a largo plazo. En concreto, para el objetivo de jubilación, la amplia mayoría asegura tener planes de pensiones (el 70% de los que ahorran para este fin), mientras que el 61% dice que lo hace a través de depósitos o cuentas remuneradas y un 44% explica que lo hace a través de fondos de inversión. Cuatro de cada 10 españoles que no toman medidas específicas para financiar la jubilación explica que confía en que la pensión pública cubrirá sus gastos (en el total de quienes sí toman y no toman medidas, el 13% confía en el sistema público para mantener su nivel de vida, es decir, el 87% no confía). Este pensamiento es más común entre las personas de entre 46 y 55 años).
Percepción de la longevidad y las pensiones
Los ahorradores españoles no son conscientes del alargamiento de la esperanza de vida y siguen situando esta entre los 80 y los 90, sin tener en mente la posibilidad de los 100. Ante la perspectiva de una vida centenaria, el 40% declara que no quiere vivir hasta los 100 años, fundamentalmente, por temor a la dependencia física, pero también la económica y el miedo a la soledad.
En este sentido, las mujeres son más reacias que los hombres a vivir hasta los 100 años (45% de ellas dijo que no, frente al 35% de ellos), precisamente por el miedo a la soledad. El 41% de los ahorradores españoles cambiaría algo en la actualidad si supiera que va a vivir 100 años. Aproximadamente dos tercios de los encuestados comería de forma más saludable y haría más deporte y el 39% señala que empezaría a ahorrar antes.
Existe una percepción generalizada de una etapa post laboral basada en el disfrute de intangibles sin tener que renunciar a nada en la actualidad. El 81% menciona aspectos positivos cuando se les pregunta cómo creerán que será su vida a los 75 años, frente a un 35% que menciona algún aspecto negativo.
La mayoría de los españoles cree que tendrá que jubilarse más tarde de lo que desean para poder mantener su poder adquisitivo durante la jubilación. De hecho, dos tercios de los encuestados cree que cuando deje de trabajar no tendrá el mismo nivel de vida que en la actualidad.
Hay preocupación por el sistema público de pensiones: un 80% cree que con la pensión pública de la seguridad social no le va a ser suficiente para cumplir con sus objetivos durante la jubilación Los españoles de 30 a 45 años son los más pesimistas respecto al mantenimiento de su poder adquisitivo y del sistema público de pensiones. En consecuencia, son los más dispuestos a formarse ahora para prolongar su carrera laboral.