El patrimonio de los fondos de pensiones de todo el mundo alcanzó a finales del año pasado una cifra aproximada de 18,1 billones de euros, un 7% por encima del volumen del año anterior, y un nivel récord, nunca antes alcanzado. De hecho, el porcentaje de crecimiento anual en el periodo 2009-2012, pese a la crisis, ha sido del 7,4%, gracias sobre todo a la rentabilidad real que han ofrecido los fondos de pensiones en los últimos años. En 2012, esa rentabilidad real, en media simple y corregida por la inflación, fue del 5%, según el informe de la OCDE “Pension markets in focus 2013”.
Pero el hecho de que el patrimonio de los fondos de pensiones crezca no quiere decir que en todo el mundo existan sistemas privados desarrollados. Según la OCDE, uno de los indicadores clave que determinan el grado de desarrollo del sistema de pensiones de un país es la relación entre el volumen de activos de sus fondos de pensiones frente al tamaño de su economía, medida por el PIB. En 2012, este indicador mostró un incremento para la media ponderada de las economías avanzadas (del 77% en 2012 frente al 73,5% en 2011), y superó los niveles previos a la crisis (75,6% en 2007).
Aunque se puede decir por tanto que el sistema de pensiones privado de las economías avanzadas del mundo está más desarrollado ahora que hace seis años, la OCDE advierte de que menos de la mitad de los países que la conforman presentan porcentajes sobre PIB superiores al 20%, el nível mínimo para que los considere suficientemente desarrollados.
Países como Chile forman parte de ese selecto grupo, pues el sistema de pensiones privado supone el 60% sobre el PIB y la previsión es que este dato se acerque al 65% en 2013, según la OCDE, desde el 53% que suponía hace una década. Chile es solo superado por Canadá (67,3%), Estados Unidos (74,5%), Finlandia, Australia, Reino Unido, Suiza, Islandia u Holanda, los tres últimos con ratios superiores al 100% sobre el PIB. Por debajo están Israel, Dinamarca, Irlanda o Japón, pero también superando esa cifra del 20% sobre PIB.
Por debajo de ese 20% figura México, cuyos fondos de pensiones suponen el 12,3% del PIB y podrían incluso suponer aún menos, el 12,1% con los datos de 2013. Con todo, en 2002 el patrimonio en fondos de pensiones solo suponía el 4,7% de PIB en el país. En este grupo figuran también Nueva Zelanda, Polonia, Suecia, Portugal, España (donde suponen el 8,4% del PIB y podrían suponer el 9% con el dato de 2013), Noruega, Alemania, Italia, Corea, Austria, Bélgica, Turquía, Luxemburgo, Francia o Grecia (ver gráfico).