El protagonismo y la importancia que dan las empresas y la sociedad a la inversión responsable que incorpora criterios medioambientales, sociales y de gobierno (ESG) cada vez es mayor. Entre los muchos efectos que ha tenido la crisis sanitaria, uno de los más llamativos ha sido la aceleración de esta tendencia de apostar por lo sostenible. Tal y como ha explicado en la primera jornada de la semana ISR de Spainsif Teresa Casla, presidenta y CEO de Fonditel, el COVID-19 ha traído efectos medioambientales tan llamativos como que en 2020 la emisión de CO2 disminuya un 8%, lo que equivale a la emisión de India en un año.
En cuanto al ámbito social, la experta considera que la crisis ha hecho que aumente la sensibilidad hacia los trabajadores. En el lado de la gobernanza, destaca las decisiones de gran calado que han tomado los consejos de administración, como, por ejemplo, la suspensión de dividendos, o las decisiones de los gobiernos con la ágil puesta en marcha de planes fiscales y monetarios.
Todos estos avances que se han reflejado en la sociedad también han tenido impacto en la forma de invertir. “El gobierno corporativo y la sostenibilidad han salido reforzadas en la crisis, según Blackrock, en el primer trimestre de 2020 los fondos y ETFS sostenibles aumentaron un 40% respecto al mismo trimestre del año pasado. Después de esta crisis tendremos un refuerzo verde”, apunta la experta.
Estas inquietudes las han recogido los planes de pensiones de empleo, donde cada año se suman más fondos que incorporan criterios ESG a la hora de invertir. Según el análisis “Requerimientos ISR 2018”, del total de fondos de pensiones analizados casi un 80% invertía siguiendo estos criterios. María Francisca Gómez-Jover Torregrosa, subdirectora general de Organización, Estudios y Previsión Social Complementaria, Dirección General de Seguros, ha presentado este análisis donde se han analizado 12 gestoras, de las cuales tres no contaban con ISR.
Respecto a las rentabilidades, Gómez-Jover Torregrosa, explica que “a medida que avanzas en el tiempo, las entidades que invierten con criterios de ISR obtienen rentabilidades más elevadas”. En concreto, la rentabilidad de los fondos ESG a un año es algo inferior a la rentabilidad media del sector, pero a los 3 años llega a doblarla. Según explica, el proceso de elección más popular es el de exclusión.
Enrique Blasco, director de fondos de empleo de Bankia Pensiones, coincide con la experta y admite que “la integración de los criterios ESG no solo mejora el perfil riesgo-retorno si no que nos ayuda a promover el desarrollo sostenible y las buenas prácticas medioambientales. Si algo positivo sabemos de esta crisis es que las empresas con un impacto positivo se han comportado mejor”.
La ISR, un valor añadido para los partícipes
Asimismo, los expertos están de acuerdo en que invertir siguiendo estos criterios supone un valor añadido para los inversores. Mariano Jiménez, presidente de OCOPEN, considera que, en este sentido, los planes de empleo van más adelantados que los individuales y que satisfacen “claramente” una demanda. “Cada vez más inversores consideran que es bueno y absolutamente necesario”. El experto destaca que el objetivo sería poner el debate de la ISR en el día a día de las inversiones. “Llegar a no tratarla como algo asilado y que lo incluyamos con total y absoluta normalidad cuando hablamos de inversiones, hablar no solo como un control de riesgos sino como una fuente de oportunidades”, detalla.
Ángeles Balué, presidenta del Plan de Pensiones de Empleados de Santander, considera que, si algo pudiéramos aprender de esta crisis, es que “la vida al final nos está enseñando que sin esos beneficios sociales la economía no es sostenible. El beneficio social y económico tiene que ir de la mano. Son elementos que no pueden ser compartimentos estancos y tiene que ir unidos. Cuando analizamos la rentabilidad económica de un plan también hay que analizar el beneficio social. Los aspectos ISR son necesarios y es un logro que en cada inversión se haga un análisis ISR”, insiste.
La E gana la batalla y el criterio social se queda atrás
La mayoría de los ponentes han coincidido en que el criterio medioambiental está más presente que el resto y que la concienciación por parte de la sociedad es mucho mayor. “El medioambiente es algo más o menos que se da solo, pero cuestiones como el cambio climático y la protección del medio ambiente van muy ligados al impacto social y hay que profundizar en ello”, explica Balué.
En este sentido, insiste en que el peso de la “S” tiene que ser mayor. “Es fundamental, no debemos dar ni un paso atrás, todo lo que hemos conseguido ha venido para quedarse”, concluye.