Actualmente un 25% de la deuda emitida por gobiernos y compañías ofrece rentabilidades negativas. De hecho, si nos focalizamos en la deuda soberana de la eurozona, el 60% ofrece retornos negativos mientras que a nivel global uno de cada tres bonos tiene rentabilidades negativas.
Esta situación podría pasar factura a los planes de pensiones, según un informe de Legg Mason. «El descenso de los rendimientos de los mercados globales de renta fija podría tener implicaciones desafortunadas para los planes de pensiones y para aquellos que cuentan con ellos para sus rentas futuras”, sostiene este informe sobre los mercados globales de renta fija.
Según el mismo, a medida que vencen los bonos con cupones más elevados de estos planes, los bonos con un nivel de riesgo equivalente disponibles para la reinversión arrojan unos rendimientos muy inferiores. “Si el reducido nivel de los rendimientos se prolonga lo suficiente, los planes de pensiones, al igual que los agricultores que hacen frente a una sequía duradera, podrían verse obligados a elegir entre recoger la cosecha antes de que madure el grano o sembrar de cara al futuro”, advierten desde Legg Mason.
La capacidad de endeudamiento de la zona euro, al alza
El informe también ha contemplado la capacidad de endeudamiento de los principales países de la zona euro y señala que, si bien algunos países presentan un elevado nivel de endeudamiento, es muy poco probable que se solicite al Fondo Monetario Internacional (FMI) que rescate a la zona euro como entidad colectiva.
Una de las principales razones es que la capacidad general de la zona euro para absorber deuda ha venido mejorando desde la crisis de la deuda europea de 2011-2014. Según los parámetros del FMI, la deuda pública de la zona euro como porcentaje del producto interior bruto (PIB) ha caído del 92% a cierre de 2014 a una proyección del 84% a cierre de 2019 y algo más del 75% a cierre de 2024.
Este hecho destaca especialmente en vista de la anémica tasa de crecimiento que presenta la región actualmente y, en parte, refleja la política de desapalancamiento que emprendió el anterior presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. «Ante el nuevo compromiso del BCE de retomar las políticas monetarias de estímulo, esta situación podría cambiar. No obstante, de momento las noticias al respecto son positivas», advierte Legg Mason.
Un punto de comparación útil que destaca Legg Mason es la proyección de la ratio deuda/PIB del FMI para EE. UU. que se sitúa en más del 106% a cierre de 2019 y en más del 110% a cierre de 2024, con base en las actuales políticas presupuestarias y monetarias.