Las mujeres europeas cobraron de media un 16% menos que los hombres en la Unión Europea en 2017, una brecha salarial que apenas se ha reducido en dos décimas desde 2016 y que se traduce al final de la vida laboral en una brecha de las pensiones que alcanza el 35,7% en toda la UE.
Según el informe de igualdad de género de la Comisión Europe se siguen observando profundas desigualdades en aspectos como la independencia económica de hombres y mujeres o su riesgo de exclusión cuando abandonan la vida laboral.
El vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, ha señalado que el progreso en estos ámbitos va «a ritmo de tortuga» y advierte en un comunicado de que hay algunos países en los que incluso se está retrocediendo en el camino hacia la igualdad.
El informe apunta a que un tercio de la brecha salarial responde a la baja representación de la mujer en los sectores laborales mejor pagados y tradicionalmente dominados por los hombres, como las ingenierías y carreras tecnológicas, mientras que ellas son mayoría en profesiones del mundo de la educación y la sanidad, con salarios más bajos de media.
En algunos países, como España, las mujeres trabajadoras «están estadísticamente más representadas en empleos peor pagados incluso cuando de media su nivel educativo es mejor que el de los hombres trabajadores», advierte el informe.
Además, Bruselas cita un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que demuestra que, en empresas del mismo perfil laboral, los salarios son más bajos si hay una mayoría de empleadas mujeres que si la plantilla es paritaria.
Las consecuencias de décadas de brecha salarial quedan reflejadas al final de la vida laboral en una brecha de las pensiones que alcanza el 35,7%, es decir, por cada 100 euros que cobra un hombre de pensión una mujer cobra 74,3.