Ni la rentabilidad, ni las comisiones, ni la fiscalidad…para José Antonio Cortés, director general de GVC Gaesco Pensiones, el principal obstáculo para un mayor desarrollo de los planes de pensiones individuales en España está en el origen: en nuestra propia capacidad de ahorro. “Los que pueden aportar, aportan, el problema son las personas que no pueden. La mayoría tienen una capacidad de ahorro limitada y los planes de pensiones constituyen un ahorro a largo plazo ilíquido por lo que el ahorrador se lo piensa mucho”, asegura en una entrevista con Futuro a Fondo.
En este sentido, considera que la ventana de liquidez a los 10 años que plantea el borrador de la dirección general de Seguros y Pensiones puede “suavizar” la situación, pero puede que no sea lo más determinante, pues, en su opinión, “la gran mayoría ahorra principalmente para imprevistos” y éstos son, como su propio nombre indica, imprevisibles.
En cuanto a la baja rentabilidad de los planes de pensiones que han revelado estudios recientes, Cortés lo explica por la alta exposición que estos productos han tenido siempre a deuda pública. “En el año 90 cuando empezaron a comercializarse, todos estaban invertidos en deuda pública, no cabía invertir en otra clase de activo. A medida que el sector ha ido madurando, se ha empezado a cambiar la política de inversión. Este cambio explica gran parte de su ineficiencia”, argumenta.
Con todo, el gran desafío a su juicio es la forma en que los planes de pensiones se comercializan por parte de las entidades financieras. “Un plan de pensiones hay que venderlo desde el asesoramiento al cliente y no como un producto. No se puede vender el producto y olvidarse del cliente. Esta es una carencia brutal y algo muy serio que denota falta de profesionalidad. Debe existir un asesoramiento continuo”, afirma.
Si la baja rentabilidad de los planes de pensiones preocupa, sus elevadas comisiones no se quedan atrás. Cortés reconoce que “ha habido abusos porque lo que no tenía sentido es que en una cartera estática se cobrara una comisión del 2% y eso se ha hecho”. Eso sí, pide que no paguen justos por pecadores y asegura que “la industria no es cara por definición”.
En cuanto a la fiscalidad, el gran reclamo de los planes de pensiones, el experto recomienda “gestionarla bien” “Lo que no interesa es rescatarlo de golpe y darse el capricho. El producto no está pensado para eso sino para ser un complemento de la pensión de jubilación pública”. En este sentido, recuerda que al rescatarlo de una sola vez el ahorrador puede verse perjudicado fiscalmente al tributar como rentas del trabajo justo en el mismo ejercicio en el que dejamos de trabajar y, por lo tanto, nuestros ingresos se reducen.