La sostenibilidad está cobrando impulso entre los inversores institucionales europeos, según la encuesta europea de asignación de activos de Mercer 2019, pues el 55% de los planes de pensiones consideran ahora los riesgos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) como parte de sus decisiones de inversión, frente el 40% en 2018.
Más de la mitad (56%) citó las presiones regulatorias como la razón principal de este crecimiento. Mercer espera que esta tendencia siga fortaleciéndose como resultado de la introducción de la Directiva Europea de Pensiones 2017, IORPII y el reglamento de inversiones del Departamento de Trabajo y Pensiones (DWP) del Reino Unido, que entró en vigor en octubre de 2019. Esto requerirá que los fondos de pensiones tengan en cuenta los factores ESG (incluido el cambio climático) al tomar decisiones de inversión.
La Encuesta Europea de Asignación de Activos de Mercer 2019, que representa la decimoséptima edición, encuestó a 876 clientes inversores institucionales de 12 países, lo que refleja un total de activos de aproximadamente 1 billón de euros. La encuesta anual de Mercer proporciona una visión global de las estrategias de inversión en toda la industria europea de pensiones, identificando las tendencias emergentes en el comportamiento de estos inversores institucionales.
Si bien la regulación se identifica como la razón principal para la inclusión de los aspectos ESG en la toma de decisiones de inversión, los planes destacaron otros factores que impulsan esta tendencia creciente. El estudio de Mercer reveló que el 29% de los planes (frente al 25% en 2018) están considerando los riesgos ESG por los beneficios percibidos en términos de rentabilidad y riesgo de sus inversiones. Otro 29% (en comparación con el 18% en 2018) dijo que ahora lo hacen para mitigar los posibles daños en su reputación. Esto indica que los planes reconocen cada vez más el vínculo entre las mediciones positivas de los aspectos ESG de la empresa y la mejora en sus rendimientos corporativos.
Solo el 14% de los encuestados indicó que las decisiones están siendo impulsadas por los desafíos planteados por el cambio climático (un poco más del 17% en 2018). Mercer se ha comprometido cada vez a a abordar esta problemática después del lanzamiento de su informe actualizado ‘Invirtiendo en época de cambio climático’ y espera ver más planes que tengan en cuenta los posibles impactos del cambio climático en su fondo durante el próximo año.
Tom Geraghty, líder de Europa de Mercer, explicó: «El requisito de mostrar una propiedad activa y compromiso con las empresas en que se invierte está avanzando en las agendas de los inversores, ya que están bajo un mayor escrutinio. Las regulaciones del DWP del Reino Unido y la Directiva Europea de Pensiones están impulsando un mayor compromiso y divulgación sobre estos temas críticos para todos y esperamos que esta tendencia continúe creciendo. Es probable que un mayor número de propietarios de activos y gestores de inversiones incorporen la sostenibilidad como parte integrante de su proceso de inversión estratégica. Los planes de pensiones que aún no han prestado suficiente atención y enfoque a la sostenibilidad deberían considerar hacerlo a corto plazo para garantizar que actúen en el mejor interés de sus partícipes y beneficiarios».
De manera más general, el estudio de Mercer en 2019 muestra que los inversores en toda Europa y el Reino Unido continúan diversificándose con respecto a la exposición en renta variable, con una inversión media del 25% este año (28% en 2018). En cambio, los inversores han aumentado las asignaciones a los activos reales (con un aumento del 4%) y a los fondos de inversión libres (con un aumento del 6%) en un intento por diversificar las fuentes de rentabilidad y riesgo de los planes.
Aunque las asignaciones a renta variable se han reducido en toda Europa, también han cambiado de naturaleza. El cambio hacia instrumentos gestionados pasivamente continuó, con una proporción media de gestión pasiva en renta variable aumentando al 55% en 2018 (frente un 53% en 2017). También se hizo mayor hincapié en invertir con un enfoque explícito al sesgo a los diferentes factores, por ejemplo, valor, baja volatilidad, momentum, que impulsan los rendimientos de las acciones por encima de las carteras generales («factor-aware investing»). Esto se debe a un cambio continuo en el enfoque de la gobernanza hacia cuestiones relacionadas con la estrategia y otras áreas de crecimiento de las carteras, particularmente en el universo de alternativos.
Por su parte, Aleix Olegario, director de inversiones de Mercer, apuntó que, aunque 2019 ha estado marcado hasta ahora por un optimismo cauteloso, «los inversores deben ser muy conscientes de un contexto macro-económico y político en constante evolución. Cada vez hay más evidencia de una excesiva extensión del ciclo de crédito, las posibles implicaciones de liquidez a medida que los bancos centrales frenen su participación en el mercado y la continua fragmentación política. Todos los inversores deben posicionar de manera óptima sus carteras para hacer frente a la posible volatilidad del mercado. Esperamos que el creciente énfasis en la sostenibilidad continúe y prevemos que pronto será visto como parte integral de la generación de ideas de inversión y de la gestión de riesgos».