Inverco ha presentado su última edición del informe «Las Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones», el cual recoge datos de 2019 y las perspectivas para 2020. Ángel Martínez-Aldama, presidente de la entidad, ha querido resaltar las “magníficas” rentabilidades de los fondos y los planes de pensiones durante el pasado año, las cuales han rozado el 8%.
Asimismo, los fondos de pensiones alcanzaron en 2019 un récord de patrimonio, cerrando el año con un volumen de activos de 116.419 euros. Las aportaciones crecieron un 13% y cerraron el 2019 con la mejor rentabilidad de la serie histórica a cierre de ejercicio, un 8,8%. Para 2020, Martínez-Aldama rebaja el tono y pronostica una rentabilidad entorno al 2,5% y el 3,5%.
Sin embargo, y a pesar del buen año, España aún se encuentra en la cola de Europa en muchos aspectos. Por ejemplo, en cinco países de la OCDE los activos acumulados en fondos de pensiones superan al tamaño de su economía (porcentaje superior al 100% de su PIB), como Países Bajos, Islandia, Australia, Suiza y Reino Unido, mientras que en España apenas representan el 8,8% del PIB nacional.
Según ha explicado Martínez-Aldama, esto se debe a que las aportaciones a planes en España suponen el 0,5% del PIB, una cifra muy alejada de otros países como Países Bajos (4,1%) o Portugal (2,2%). “En estos países hay más flujo porque los sistemas son obligatorios o semiobligatorios”, ha señalado. Asimismo, según detalla el estudio, un 41,5% de los activos financieros de la familia media europea corresponde a los de pensiones y seguros, mientras que en España no llega al 17%.
Más cultura financiera e incentivos fiscales para acercarnos a Europa
La tasa de sustitución media de la OCDE es del 59%, correspondiendo el 41% al sistema público y el resto al privado. En el caso de España, la tasa se sitúa en el 72%, siendo una de las más altas de Europa cubierta exclusivamente por el sistema público. En este sentido, la Comisión Europea ya ha advertido de su evolución y estima que en 2050 disminuirá hasta el 49% en España.
Esto se traduce en que los españoles, ante esa pérdida de poder adquisitivo, tendrán que darle más importancia al ahorro complementario para la pensión, mientras que el gobierno tendrá que fomentarlo mediante mayores incentivos fiscales e información con respecto a la pensión futura para facilitar la planificación de los ciudadanos.
Sin embargo, según un estudio de la OCDE en el que compara los incentivos fiscales de los planes de pensiones respecto a una cuenta de ahorro tradicional, los países con sistemas más desarrollados (Países Bajos, Suiza o Dinamarca) facilitan ventajas fiscales que varían entre el 20 y 40% del valor presente de las aportaciones, frente a ellos, los incentivos para el ahorro a través de planes de pensiones en España apenas alcanzan el 16%.
Otro de los inconvenientes es la falta de periodicidad en el ahorro. Según David Carrasco, presidente de la Agrupación de Fondos de Pensiones de Inverco, “la gente espera a final de año para ver cómo va económicamente y entonces aportar al plan. No tienen la seguridad de ahorrar a largo plazo y uno de los problemas es la accesibilidad para conocer la pensión futura”.
Para Martínez-Aldama, mientras no contemos con esa información de manera obligatoria será muy difícil planificar el futuro, por ello, la educación financiera jugará un papel muy clave.