El nivel de ahorro de españoles ha sido sistemáticamente inferior a la del resto de países europeos, y según los últimos datos disponibles, alcanza el 5,1% de la renta bruta disponible, un hecho que entre otras causas, está motivado por los bajos ingresos que tienen los hogares, según un informe de la CNMV.
Al tener menores rentas disponibles, los hogares españoles destinan más a consumo, y por lo tanto, su capacidad de ahorro se ve mermada. Así se pone de manifiesto en un «Análisis de las decisiones de ahorro e inversión de los hogares españoles», publicado en el último Boletín de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que se advierte de que la tasa de ahorro de las familias ha sido sistemáticamente menor y más variable que la del resto de países de la zona del euro.
Aunque la tasa de ahorro se elevó hasta máximos del 13% tras la crisis, los últimos datos la sitúan en el 5,1%, frente al 12,3% de la zona del euro; el 17,3% de Alemania; o el 13,7% de Francia. Por el contrario, según el informe, el endeudamiento de las familias es superior al de la zona euro, y aunque se ha reducido tras la crisis, se mantiene en niveles elevados.
De los recursos disponibles de los españoles, es decir, ahorro más endeudamiento, la mayor parte se destinan a activos no financieros, centrados fundamentalmente en el sector inmobiliario. La inversión en activos financieros, por el contrario, aún se mantiene lejos de los niveles de la zona euro. Según la información más reciente, la inversión anual per cápita de los hogares españoles en activos financieros se sitúa en 642 euros, frente a los 1.432 euros de la zona del euro.
El informe también explica que como consecuencia de este patrón de inversión y ahorro de los españoles, en momentos del ciclo económico, el crecimiento de la economía puede ser más desequilibrado. Y ello, por el aumento de la demanda interna, y los mayores recursos destinados al sector inmobiliario, que tiene menos valor que otros sectores de actividad más productivos.
Esto puede provocar más riesgos de burbujas de precios, menos movilidad geográfica de la población al tener una casa en propiedad, y un menor desarrollo de los mercados financieros. Y a largo plazo, todo ello puede dar lugar a una disminución del crecimiento potencial de la economía.
Igualmente, este patrón de inversión y el precio de los activos financieros y no financieros desde el año 2000 ha repercutido significativamente en la riqueza de los hogares españoles. Por todo ello, la CNMV aboga por elevar el nivel de ahorro de los españoles, y destinar más ahorro e inversión a los activos financieros.
El informe publicado detalla la composición de la cartera de los activos españoles, en la que destaca el efectivo y los depósitos, y una menor importancia de seguros y fondos de pensiones.