La deuda con grado de inversión y el crédito privado son las clases de activos que los gestores de fondos de pensiones esperan que generen los mayores rendimientos ajustados al riesgo en el próximo año, según la encuesta europea sobre pensiones elaborada por Goldman Sachs Asset Management. En concreto, 9 de cada 10 encuestados prevé aumentar o mantener sus asignaciones a estas clases de activos.
Los resultados revelan un cauto optimismo de cara al próximo año, ya que el 59% de los encuestados afirma que el clima de inversión ha mejorado. En el caso concreto del crédito privado, casi siete de cada 10 gestores (68%) creen que tiene potencial para aumentar la rentabilidad sin el correspondiente incremento de la volatilidad, mientras que dos tercios (65%) tienen previsto asignar a esta clase de activos en los próximos tres a cinco años.
La gestora explica que la mejora de las ratios de financiación se ha acelerado en los dos últimos años, y la ratio de financiación agregada se sitúa actualmente en el 120% en Europa. En consecuencia, los gestores de fondos de pensiones se están centrando más en la gestión de la liquidez y la reducción del riesgo. Según la encuesta, los mejor financiados asignan mucho más efectivo y menos renta variable de los mercados desarrollados.
Principales tendencias
En este sentido, los fondos de pensiones europeos afirman que los riesgos geopolíticos, en general, son los mayores riesgos para sus carteras en el próximo año. Más del 70% de los fondos de pensiones consideran que las tensiones geopolíticas y los acontecimientos políticos son el mayor riesgo para sus carteras. En el frente regulatorio, los requisitos de divulgación derivados del Reglamento sobre divulgación de información financiera sostenible (58%) y los próximos requisitos de pruebas de resistencia climática (55%) se citaron como las novedades más difíciles de aplicar para los fondos.
La encuesta también indica hasta qué punto la inversión sostenible se ha integrado en los fondos de pensiones europeos: el 87% de los encuestados la incorporan como factor crítico o importante en su proceso de toma de decisiones, y el 63% asignan más del 10% de su cartera a inversiones sostenibles.
Además, el 84% cree que integrar criterios ESG en las decisiones de inversión puede ayudar a reducir los riesgos a largo plazo, y más de la mitad afirma que este enfoque puede generar alfa. En cuanto a las asignaciones, la renta variable de los mercados desarrollados y la deuda con grado de inversión encabezan la lista de clases de activos en las que los encuestados han incorporado estrategias de inversión sostenible.
En este sentido, la gestora destaca que los temas de sostenibilidad más prioritarios en las carteras de inversión abarcan todo el espectro ESG: los riesgos de transición asociados al cambio climático son la principal prioridad (75%), seguidos de la buena gobernanza (61%) y los derechos humanos (49%).
Por último, la encuesta muestra que, en un contexto de requisitos de cumplimiento cada vez más complejos, costes crecientes y mercados inciertos, la externalización de la gestión de inversiones es una herramienta importante para los fondos de pensiones. “Con siete de cada diez encuestados que externalizan parte o la totalidad de sus carteras, los resultados de la encuesta subrayan la dependencia de los fondos de pensiones europeos de prestación definida de la delegación de la gestión de activos”, señala la encuesta en sus conclusiones. Una tendencia específica de la externalización se refiere a ESG. “A la hora de externalizar, los gestores de pensiones buscan gestores externos con sólidas capacidades de inversión sostenible y sólidas políticas de gestión. Cuatro de cada diez encuestados confían en gestores de activos externos para desarrollar su política de inversión sostenible”, destacan.
Para Fadi Abuali, consejero delegado de Goldman Sachs Asset Management International, la encuesta recoge las opiniones de los gestores europeos de fondos de pensiones de prestación definida en un momento crucial. “Muchos son optimistas sobre el clima de inversión, pero las perspectivas económicas son inciertas, con tipos más altos a largo plazo, trayectorias de crecimiento divergentes en todo el mundo y un elevado riesgo geopolítico. Ante el fuerte aumento de los rendimientos y la reducción de la inflación, los gestores se inclinan por la deuda con grado de inversión y el crédito privado. Esperamos ver un aumento continuado de las asignaciones a la renta fija en los mercados públicos y privados, a medida que los fondos de pensiones reduzcan su exposición a activos más volátiles como la renta variable en favor de inversiones más estables que generen ingresos”, explica Abuali.
Por su parte, Céline van Asselt, responsable de Gestión Fiduciaria para Europa Continental, espera que aumente la externalización de la gestión de activos. “Hoy en día, los fideicomisarios deben hacer frente a nuevos requisitos normativos, a crecientes riesgos de reputación y a partes interesadas que se hacen oír cada vez más. Los recursos de los fondos de pensiones no han aumentado para hacer frente a esta complejidad. El clima de inversión sigue siendo incierto, ya que se prevén tipos más altos durante más tiempo y un crecimiento más lento en la mayoría de las economías avanzadas, pero abundan las oportunidades en los mercados públicos y privados para los inversores con un enfoque diversificado y consciente del riesgo”, afirma van Asselt.