De los cerca de 35.000 millones de euros de patrimonio que acumulan los planes de pensiones de empleo españoles, el 75% (unos 22.000 millones de euros) ya se gestionan aplicando criterios ESG o de inversión sostenible. Como instrumentos de ahorro e inversión a largo plazo, esto los convierte en la «punta de lanza» de la inversión sostenible en España. Sin embargo, medir esta inversión sostenible y los criterios que se utilizan para considerarla como tal es uno de los retos que queda pendiente.
Durante la jornanda de inauguración de la Semana de la ISR organizada por Spainsif, Francisca Gómez-Jover Torregrosa, subdirectora general de organización, estudios y previsión social complementario de la DGSFP, ha explicado que la información que les proporcionan las gestoras es «dispar y difícil de gestionar». «Cada una nos envía datos diferentes y nos resulta muy difícil saber qué porcentaje de las carteras aplican criterios de sostenibilidad y qué criterios utilizan». El objetivo de la DGSFP es que las gestoras empiecen a utilizar una ficha en la que se les preguntan datos concretos y, de esta forma, poder saber «qué hay y qué queda por hacer».
Sin embargo, según ha detallado Gómez-Jover Torregrosa, a día de hoy la mitad de los fondos de empleo que remiten información a la DGSFP no está utilizando esta ficha. «La referencia a la inversión sostenible es, en muchos casos, genérica e ininteligible». Esta ficha pide a los fondos de pensiones de empleo que especifiquen qué parte de la cartera es sostenible, pero además, hay una apartado de información cualitatuva en la que deben detallar los criterios que utilizan, las estrategias y cómo están se modifican o se hacen más sofisticadas.
El papel de los planes de pensiones de empleo en una sociedad que envejece
Durante el acto, Emilio Ontiveros, presidente de Afi, ha afirmado que la Previsión Social Complementaria está llamada a jugar un rol de creciente relevancia a pesar de que actualmente el porcentaje de riqueza financiera que los españoles mantienen en estos vehículos de ahorro e inversión dista mucho de la media del resto de países desarrollados. Según los datos de Afi, tan solo el 3% se destina a planes de pensiones y seguros de vida frente a más del 70% que concentra el sector inmobiliario. «Da la sensación de que la concienciación en otros países es mayor o que en España estamos muy condicionados por el exceso de bancarización que nos lleva a mantener nuestro dinero en productos financieros tradicionales como los depósitos», explica Ontiveros.
Sin embargo, ni el patrimonio ni el número de partícipes en planes de pensiones (de empleo o individuales) evoluciona de forma positiva. Según Ontiveros la explicación puede estar en aspectos como la rentabilidad y los costes asociados a estos vehículos. «Si la rentabilidad es baja, los incentivos no son grandes. En el caso de España la rentabilidad neta apenas alcanza el 1%», advierte. Además, «los gastos son elevados al compararse con los países de la OCDE», ha señalado.
En su opinión, existen otros retos en la gestión de estos productos como la escasa diversificación y el elevado sesgo local que mantienen. «El universo inversor va más allá de la deuda pública española, sobre todo en un momento como éste en el que este activo apenas ofrece rentabilidad. Hay que acercarse un poco más al toro si queremos algo más de rentabilidad», afirma.
Respecto al binomio entre rentabilidad e inversión sostenible, Ontiveros cree que el tiempo en que los inversores debían elegir entre ambas cuestiones ya ha pasado. «Ya no existe este elección forzada entre valores y rentabilidad. A poco que observemos el track record de la inversión sostenible, vemos como la rentabilidad es mayor».
Uno de las aspectos decisivos para el crecimiento de la inversión sostenible es el papel de los supervisores e, incluso de los bancos centrales. «Los bancos centrales ya han advertido de que el deterioro del planeta acabrá dificultando el establecimiento de los tipos de interés y en los test de estrés van a diferenciar negativamente aquellos activos expuestos al cambio climático», ha explicado. Ontiveros ha puesto como ejemplo de esta tendencia la emisión de bonos verdes por parte de compañías españolas en los últimos años. «Hay que tener en cuenta que, aunque el BCE no vaya a seguir comprando deuda corporativa, va a reinvertir lo que ha comprado hasta ahora y una parte han sido bonos verdes», destaca.
¿Qué están haciendo las gestoras?
El director general de Spainsif, Javier Garayoa, recordó el liderazgo regulatorio de España en esta materia e introdujo las intervenciones de Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas AM para Iberia; Mónica Pérez Sánchez, presidenta del plan de pensiones de empleados de Telefónica; José Carlos Vizárraga, director general de Ibercaja Pensión, y Marta Marín, directora general de Amundi Iberia.
Hurtado de Mendoza defendió la participación en iniciativas internacionales para el fomento de la sostenibilidad y llamó la atención el compromiso de su entidad en una ambiciosa estrategia de sostenibilidad para enero de 2020 que incluye integrar criterios ASG en la totalidad de las inversiones. De igual modo sucedió con Amuni Iberia que, según explicó Marta Martín, se ha marcado como objetivo que todos los
fondos alcancen un rating ASG superior al benchmark de referencia en tres años.
Mónica Pérez defendió los principios de inversión responsable de Naciones Unidas y de las estrategias de engagement, tanto en voto directo como delegado; aspectos que vertebran su acción en el fondo de pensiones de Telefónica.
José Carlos Vizcárraga, por su parte, comentó con optimismo que la apuesta por la sostenibilidad y el análisis extrafinanciero ya no sea, como hace años, marciana. «Necesitábamos el impulso actual que viene asociado con esta revolución tecnológica y cultural». Afirmó, convencido, que el principal activador de la implantación de la ISR en España son los planes de empleo y las comisiones de control de los mismos, y se alegró de que se esté «comprando» de manera entusiasta el enfoque de sostenibilidad en la inversión porque «la inversión sostenible coge muy bien las subidas y se agarra en las caídas”.