El ahorro es algo más que un hábito saludable. Es casi una necesidad de primer orden en tiempos de incertidumbre y de carreras laborales más inestables. Comprar una casa o un coche, ahorrar para los estudios de los hijos o para garantizarse una jubilación tranquila. La vida de una persona se encuentra repleta de objetivos de ahorro, tanto a corto como a medio y largo plazo. Sin embargo, un porcentaje importante de los españoles se encontraría con dificultades para afrontar un simple imprevisto.
Según la última encuesta realizada por el INE a las familias españolas en 2014 (últimos datos disponibles) el 41% de ellas no podrían asumir un gasto imprevisto. Lo llamativo de ello es que esta aseveración no afecta exclusivamente a aquellas familias con bajos niveles de renta, sino que también incluyen a aquellas que acreditan niveles de ingresos en la media, lo que apunta más a una falta de cultura ahorradora que a una imposibilidad de ahorrar.
¿Tienes un colchón de ahorro?
Como explican desde el Insituto BBVA de Pensiones, uno de los principales objetivos de ahorro de cualquier persona debería ser crear un colchón de seguridad para hacer frente a imprevistos. Entre los gastos inesperados pueden surgir algunos prescindibles o que se pueden posponer, pero sin duda puede darse el caso de aparecer contingencias financieras que se deben abordar sin demora, como puede ser el caso de una avería del coche, del que no puede prescindir para trabajar. Cada persona fijará su nivel de tranquilidad en un determinado nivel de ahorro, pero pensemos que sería importante disponer de unos fondos entre 4.000 y 6.000 euros como primer objetivo.
No es necesario contar con un ingreso inesperado para generar este ahorro. Podemos ponernos manos a la obra a través de pequeñas aportaciones mensuales desde el momento en que empezamos a trabajar. De ese modo a una edad temprana tendremos ese importante colchón de seguridad.
La importancia de priorizar el ahorro
Entre los muchos objetivos de ahorro que hemos mencionado y otros tantos que se nos ocurran, existe una importante diferencia: algunos son más importantes o más urgentes que otros. Podríamos hacer una pirámide de tres niveles con las necesidades de ahorro de mayor importancia (base) a menor importancia (cúspide):
Primer nivel
Crear un colchón de seguridad con el que poder hacer frente a imprevistos ineludibles.
Segundo nivel
Objetivos prioritarios de ahorro, entre ellos:
- Generar fondos para la futura jubilación, una tarea a realizar con antelación y mucha constancia desde el inicio de la vida laboral. Esencial: ahorrar todos los meses aun en pequeñas cantidades.
- Ahorrar para la vivienda
- Ahorrar para la futura educación de nuestros hijos.
- Planificar un cambio periódico de coche.
Tercer nivel
Es el ahorro de componente más especulativo, al que se debe destinar en todo caso un porcentaje limitado del ahorro global y siempre y en todo caso, cuando los objetivos prioritarios se encuentran cubiertos.