Tras un año y cuatro meses de discusión legislativa, Chile contará con una regulación bancaria que moderniza el marco vigente, alineada a las normas internacionales y en cumplimiento con los principios de Basilea III. El único trámite pendiente es su firma por parte del Presidente Sebastián Piñera en el transcurso de los próximos 30 días.
Para el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones financieras, Segismundo Schulin-Zeuthen, “este es un paso significativo y valioso, que esperamos repercuta favorablemente en las evaluaciones del riesgo país que hacen las clasificadoras de riesgo”
La nueva regulación bancaria establece importantes cambios en materia de capital que establecen, entre otros, nuevos requisitos de capital mínimo que se eleva del 8,5% al 10%. Estos mayores requisitos supondrán una necesidad de recapitalización de un número significativo de entidades, sobre los que el presidente de la asociación señala: “Ahora comenzamos una nueva etapa que demandará importantes esfuerzos de todos los actores involucrados para abordar con prontitud su puesta en marcha, para así poder materializar los beneficios que implican los cambios aprobados a la legislación bancaria».
La nueva norma perfecciona además otros aspectos como son los ponderadores de riesgo. Así pues, algunos tipos de crédito pueden verse beneficiadas frente a otros, como por ejemplo los créditos otorgados a pymes que señala la ABIF, pasaran de ponderan al 75% frente al 100% actual.
El proyecto establece por otro lado un nuevo gobierno corporativo para el regulador. La CMF (Comisión del Mercado Financiero) integrará a la actual Superintendencia de Banca e Instituciones Financieras. Esta fusión deberá producirse en el plazo de un año desde la aprobación de la ley.
En opinión del presidente de la ABIF, además de afrontar el gran desafío de integrar las funciones y atribuciones de las dos instituciones, la CMF deberá centrarse en la creación del marco necesario para apoyar la transformación digital de los servicios financieros, y añade,: “Este proceso será exitoso en la medida que existan condiciones de mercado y regulatorias que establezcan reglas claras para todos los actores y que en su conjunto promuevan una mejor calidad de vida de las personas.”