Las reformas realizadas y previstas en México crean nuevas oportunidades para las gestoras de inversiones internacionales. Es una de las conclusiones del último informe de investigación realizado por la firma global de análisis Cerulli Associates, junto a Latin Asset Management, bajo el título “Dinámica de distribucion en América Latina 2015: Retos económicos domésticos que fuerzan un enfoque de inversión global”.
El informe recuerda que los activos bajo gestión de fondos de inversión en la industria mexicana crecieron un 10% en 2014, siendo este el tercer año consecutivo con crecimiento de dos dígitos.
La cifra de activos bajo gestión combinando el régimen de pensiones de las Afores y los fondos de inversión en México se situó en más de 277.000 millones de dólares al cierre del año 2014. Lo que sitúa a México en el segundo lugar, detrás de Brasil, en términos de activos bajo gestión totales para las gestoras de inversión reguladas a nivel local en la zona. Sin embargo, la mayoría de los participantes del mercado reconocen que el nivel de activos bajo gestión debería ser considerablemente mayor, teniendo en cuenta el tamaño del país.
Las conclusiones del informe hacen hincapié en que la posibilidad de que se apliquen nuevas reformas en los fondos de pensiones y de inversión del país -se espera que se aplique esta nueva regulación próximamente- puedan impulsar la industria.
¿Las razones? «Las nuevas normativas que afectan a los planes de pensiones incluyen medidas para fortalecer la red de seguridad social, lo que hace probable que un mayor flujo de fondos sea dirigido a los gestores de las fondos de pensiones del régimen de las Afores y que el régimen de inversión de los planes sea más flexible», explica Thomas V. Ciampi, fundador y director de Latin Asset Management. Según el experto, una gran parte de esta flexibilidad añadida incluirá mayores márgenes para las sociedades gestoras de inversión internacionales, conseguidos a través de mandatos en cuentas separadas.
Por el lado de los fondos de inversión, se prevén mayores reformas con algunos cambios estructurales en la industria, así como un despliegue en las nuevas plataformas de arquitectura abierta que los reguladores esperan que lleve a una nueva era de distribución de fondos de terceros, desarrollo de nuevo producto, mejora de los servicios de asesoramiento y crecimiento en el nivel de sofisticación del inversor.