En el corazón de las pruebas de estrés que el Banco Central Europeo presentará el domingo, se sitúa la revisión de la calidad de los activos de la banca (AQR – Asset Quality Review-). Mientras inversores, banca y observadores de la industria esperan los resultados, el director de Política de Información financiera en CFA Institute avanza las siguientes reflexiones desde la perspectiva de los inversores.
“Los inversores esperan que el AQR facilite una mejor disposición sobre la veracidad del valor de los activos netos declarados en los balances de los bancos de la UE. Un reciente estudio de CFA Institute –
Financial Crisis Insights on Bank Performance Reporting (Part I and Part II)- muestra que existe la probabilidad significativa de que los activos declarados en los balances de los bancos estén sobreestimados por la reducción (deterioro) de las amortizaciones de préstamos. El estudio señalaba el aumento en la percepción de riesgo hacia los bancos de la UE, evidenciado por el incremento de los diferenciales por el impago de la deuda (credit default swap spreads) en momentos clave de la crisis financiera. Todo ello indica la incertidumbre que los inversores tienen sobre los riesgos existentes y el verdadero valor de los bancos”, reflexionael director de Política de Información financiera de CFA Institute, Vincent Papa.¿Será esta nueva revisión sobre la calidad de los activos de la banca la que cumpla con las expectativas de los inversores?, se pregunta el experto. “Muchos la esperan como la panacea que iluminará los oscuros caminos por donde caminan con dificultad los inversores, además de confirmar el valor y los riesgos asociados a los activos y pasivos de los bancos de la UE. Pero, con tan altas expectativas, siempre queda el riesgo de que los resultados pudieran llegar a ser una especie de “petardo mojado”, como así ocurrió cuando la Autoridad Bancaria Europea dio a conocer los resultados de las pruebas de estrés en 2010.”
Eso sí, señala que, a diferencia de las anteriores, existe ahora un sentimiento generalizado de que los resultados serán más creíbles en la identificación de los déficits de capital y dará lugar a las medidas necesarias para el reajuste de las cuentas de resultados de los bancos.
«Mientras se esperan a los resultados, no está claro si va a ser sencillo para los inversores el poder identificar los ajustes de esta revisión de la calidad de los activos de los bancos, y los supuestos en que se basan, en el caso de que deban de reflejarse en los estados financieros de 2014. En otras palabras, ¿cuáles serán los requisitos para la presentación y reporte de estos ajustes?”.
Otra cuestión clave, según Papa, y que sigue sin respuesta, es cómo la revisión de la calidad de los activos cubrirá todas las exposiciones de riesgo, dado que la selección de los activos analizados se basa en ponderaciones de riesgo. “Esta metodología ponderada por riesgo presenta limitaciones, porque no siempre refleja el riesgo de los títulos de deuda soberana con precisión suficiente, y también porque los activos ponderados por riesgo no son comparables entre los bancos».