La regulación en el mundo financiero puede dar lugar a oportunidades de inversión interesantes. Así lo creen Christian Stracke, responsable global de Análisis de Crédito de PIMCO, y Tom Colllier, product manager de estrategias de inversión alternativas de la gestora. En un reciente artículo, explican que “las reformas pueden crear oportunidades para capturar beneficios económicos que están siendo cedidos por los bancos”.
Los expertos recuerdan que ha pasado casi una década desde que la crisis financiera global irrumpió en los mercados y causó una oleada regulatoria que intentaba abolir el exceso de riesgos y hacer el sistema financiero más seguro. “Todavía, la implementación de reformas –y sus efectos disruptivos en los modelos de negocios financieros- tendrá su pico en los próximos años”, dicen.
En la medida en que Dodd-Frank y Basilea entran en vigor y una mayor ola de regulación se anuncia, creen que los bancos se desharán de sus negocios no core, y los gaps de financiación específicos se harán más agudos; también las dislocaciones entre los mercados públicos y privados serán más frecuentes, dicen los expertos.
“Cada una de estas situaciones creará oportunidades de inversión para el capital con menos restricciones y más paciente para capturar los beneficios económicos que son cedidos por dichos bancos”.
Los expertos señalan que los bancos, en la medida en que afrontan mayores requisitos de capital, provisiones y costes derivados de la regulación, se verán presionados de forma que acabarán dejando de lado sus negocios no fundamentales. Como resultado, los gaps de financiación que se crearán y las dislocaciones entre los mercados públicos y privados crearán esas oportunidades de las que hablan.